La mujeres levantan la voz en el Cru?lla XXS

Acostumbrados a consumir teatro todos los meses de julio en Barcelona de la mano del Grec, resulta que este a?o ha surgido otra fuente de la que ¡°beber¡± teatro: en la versi¨®n XXS que sustituye al Cru?lla, festival musical veraniego de la capital catalana, a ra¨ªz de la crisis por el coronavirus, entre concierto y concierto, tambi¨¦n las artes esc¨¦nicas juegan su papel. Y constatamos que en la programaci¨®n esc¨¦nica las mujeres levantan la voz para reivindicarse.

Els Pirates Teatre estrenaron en el Mald¨¤ en 2016 una ir¨®nica obra de Moli¨¨re, Les dones s¨¤vies, que, desde entonces, no para de recorrer mundo (hubo una versi¨®n en castellano que triunf¨® al festival de Almagro en 2017) y no caduca. Ricard Farr¨¦ y Enric Cambray dan vida a ocho de los personajes del maestro franc¨¦s del siglo XVII, respetando escrupulosamente el texto original, a trav¨¦s de unas se?oras educadas en un refinamiento y una erudici¨®n llevadas c¨®micamente al extremo. Los autores y actores demuestran un dominio absoluto del g¨¦nero que les permite recitar en un idioma hiperacad¨¦mico, caracterizarse continuamente en cada personaje y, cuando no llegan, no tienen ning¨²n problema en hablar con una peluca, con una silla o con la cofia de la sierva. La podremos ver en el Teatre Victoria el 22 de julio.

Tambi¨¦n de mujeres nos habla Pepa Plana en Veus que no veus (en el Victoria, el 18 de julio). La payasa de Valls ha reivindicado desde siempre el clown en femenino en el mundo del teatro, y ahora, junto con la actriz No?l Oliv¨¦ en el papel de carablanca, regresa, con fuerza, con rabia, en este espect¨¢culo que estren¨® el 2018 en el Festival de Pallassos de Cornell¨¤. Viene a ser un viaje c¨®mico y po¨¦tico de dos mujeres que se enfrentan a su d¨ªa a d¨ªa, precario y hostil. Acusar¨¢n directamente a quienes hacen declaraciones machistas, explicando chistes sexistas y repasando sin verg¨¹enza la infinita lista de insultos que soportan las mujeres...

Des-espera es una pieza de danza-teatro pensada para espacios no convencionales o para la calle pero perfectamente adaptable a un teatro como el Victoria (el 29 de julio). Creada por Les Impuxibles, la pianista Clara Peya y su hermana, la bailarina Ariadna Peya, y Marc Soler, se basa en el ¨²ltimo disco de Clara, AA (Analogia de l¡¯A-mort). Es una propuesta po¨¦tica, en¨¦rgica y muy personal que nos habla de las contradicciones que nos impone la vida y que hay que aceptar para salir adelante. Viajan por cinco piezas musicales interpret¨¢ndolas con la palabra, con el cuerpo, con el gesto. De alguna manera, nos habla de lo que se espera de cada uno de nosotros y de lo que no se espera. De opuestos: encender y apagar; herir y curar; agitar y calmar; esperar y... desesperar.

Tambi¨¦n la actriz y cantante Georgina Llaurad¨® y la pianista Cristina Mart¨ªnez reivindican a la mujer. Lo hacen a trav¨¦s de hits pop, m¨²sica en directo y audiovisual en La volta a m¨®n en 80 ties, un viaje teatral emocionante, ca?ero y festivo a trav¨¦s de la historia que, tan a menudo, no nos han explicado: la de las mujeres. El espect¨¢culo recoge testigos vitales de estas "t¨ªas", mujeres que fueron excepcionales y que en muchos casos (?demasiados!) ni nos suenan: ?Qui¨¦nes eran las Guerrilla Girls?, se preguntan. ?A qui¨¦n le debemos el wifi y el Bluetooth? ?A qui¨¦n salv¨® Irena Sendler? ?Por qu¨¦ muri¨® Olympe de Gouges? ?Qui¨¦n describi¨® el orgasmo femenino? ?Conocemos lo suficiente a las mujeres que han marcado la historia? La obra es un concierto y, a la vez, una conferencia reivindicativa que nos hace desplazarnos en el espacio y el tiempo para reflexionar sobre nuestro mundo desde un pasado desconocido. Una obra combativa, divulgativa y necesaria.

El 9 de julio, tambi¨¦n en el Victoria y de la mano de Mald¨¤ Teatre, cuatro actrices-m¨²sicas-bailarinas rememoran la vida de Dolors Aleu i Riera, la primera mujer licenciada en Medicina en Espa?a, y escenifican con gracia, buen humor y mala leche la carrera de obst¨¢culos que, en nombre de todas las mujeres cient¨ªficas, tuvo que superar. Las protagonistas, atrapadas en ropa interior (de nuestras bisabuelas), se convierten en peces en una pecera (gran met¨¢fora del papel de la mujer en seg¨²n qu¨¦ ambientes) bajo relajantes ruidos de burbujas; en estudiantes osadas con ganas de comerse el mundo; en sus respectivas abuelas y bisabuelas...; en em¨¦ritos profesionales de la Medicina o de la Universidad... La obra transcurre con mucho ritmo. No pod¨ªa ser de otro modo, estando salpicada de canciones divertidas y penetrantes, muy bailadas, muy cantadas y muy interpretadas por un reparto fant¨¢stico.