Els Amics de les Arts desnudan sus canciones en el Camp Nou
El tr¨ªo barcelon¨¦s pasea su espect¨¢culo 'Els dies m¨¦s dol?os', con modos ac¨²sticos y vocaci¨®n intimista, all¨ª donde es posible
Ser¨¢ porque las canciones parecen m¨¢s de verdad, por aquello del t¨®pico que indica que una buena canci¨®n se descubre si resiste una versi¨®n solo con guitarra ac¨²stica; ser¨¢ porque a¨²n tenemos prejuicios y pensamos que cuando nos cantan bajito parece que nos dicen cosas m¨¢s importantes; ser¨¢ porque las emociones se antojan m¨¢s cercanas cuando parecemos ir con la canci¨®n desnuda por delante o ser¨¢ porque todos somos una rematada panda de cursis, pero el caso es que hacer conciertos con vocaci¨®n ac¨²stica tambi¨¦n parece otra consecuencia de la pandemia. Ser¨¢, tambi¨¦n, por eso de que durante el confinamiento parec¨ªa m¨¢s real tirar de ac¨²stica y bongos que no montarse una banda con todo su andamiaje para cantar una cancioncilla solidaria por Facebook, pero el caso es que estamos reblandecidos por la m¨²sica ac¨²stica. Los ¨²ltimos en dejarse cautivar han sido Els Amics de les Arts, que ya pasean su espect¨¢culo Els dies m¨¦s dol?os all¨ª donde es posible.
La cosa va de recuperar un buen ramillete de canciones populares mientras el virus mantenga retenida la presentaci¨®n del nuevo disco, inicialmente prevista para un marzo que no se avino, planificada ahora para septiembre. Tambi¨¦n aguarda la correspondiente gira de presentaci¨®n de este disco, El senyal que esperaves, prevista para octubre. Entretanto, intimidad, sosiego y una pinta de humor para ironizar sobre los recursos puestos en juego esc¨¦nico mientras manda el hidrogel: una cellista, Maria de Palol y una bailarina, Idu Massa. Cosa esquem¨¢tica, pero con enjundia y fundamento cultural. Y para aprovechar que el concierto era en el Camp Nou, nada como iniciarlo corriendo desde vestuarios como si el tr¨ªo estuviese calentando la banda. Y, avanzado el recital, gritos contra el presidente del Bar?a, Josep Maria Bartomeu, los primeros clamorosos que escucha el estadio esta temporada. Ambiente pues participativo para un concierto a base de teclados, tres voces y dos guitarras.
Y el p¨²blico se lo pas¨® en grande, reconociendo con otras pieles temas como D¨¦j¨¤ vu, Louisiana (o els camps de cot¨®), Apunto Shakespeare, No ho entens o Reykjavik, antesala, ya con ritmo y palmas, Els Amics son amigos de las palmas, de unos bises para L¡¯home que treballa fent de gos, Jean Luc o 4-3-3. Por el camino dos piezas que anteceden el futuro, El senyal que esperaves y Et vaig dir, muestra de las maneras de una banda de costumbrismo emocional, con peque?as fotos y recuerdos sobre la chimenea, voces engarzadas e historias cuya ignota singularidad ha cimentado la carrera del ahora tr¨ªo. Historias peque?oburguesas que nos permiten reconocernos sin hacernos da?o, aceptarnos sin pedir peras al olmo y mirar hacia a delante con la convicci¨®n de que somos buenas personas. Y eso, si nos lo cuentan en ac¨²stico, parece m¨¢s de verdad.
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