El ministro catal¨¢n de Rajoy
Fern¨¢ndez D¨ªaz termin¨® sintetizando lo peor de la etapa Rajoy: obstaculizaci¨®n de investigaciones judiciales, exacerbaci¨®n del conflicto catal¨¢n y persecuci¨®n de los partidos rivales
Siempre hay un ministro catal¨¢n, por lo menos, en los gobiernos de Espa?a. En los presididos por Mariano Rajoy, el ministro catal¨¢n fue Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, que con este nombramiento ve¨ªa recompensada una trayectoria de permanente afinidad pol¨ªtica con el dirigente gallego del PP en diversas batallas internas del partido. Ambos eran tenidos como exponentes del ala moderada en la etapa de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Fern¨¢ndez D¨ªaz hab¨ªa empezado su carrera pol¨ªtica en un ya muy lejano 1980 como puntilloso y legalista subdelegado provincial de Trabajo en Barcelona y luego como gobernador civil de Asturias y Barcelona con el ¨²ltimo gobierno de UCD.
En la d¨¦cada de 1990 Jorge Fern¨¢ndez fue ferozmente criticado y combatido en la organizaci¨®n del PP de Barcelona por Aleix Vidal-Quadras, que le acusaba de haberse rendido al nacionalismo catal¨¢n y de estar entregado al pujolismo. La buena sinton¨ªa entre los moderados del PP y la CiU de Jordi Pujol se mantuvo muy bien durante el primer gobierno de Aznar, entre 1996 y 1999. Y luego volvi¨® a funcionar entre 2010 y 2012, cuando el sucesor de Pujol, Artur Mas, pact¨® con los diputados del PP en el Parlament el programa de recortes presupuestarios en materia de pol¨ªtica social, sanitaria y educativa del Govern de la Generalitat.
Pero de la afinidad pol¨ªtica entre las derechas catalana y espa?ola se pas¨® en 2012 a la confrontaci¨®n pura y dura cuando Rajoy se neg¨® a negociar una salida a la crisis estatutaria desatada en 2010 por la sentencia del Tribunal Constitucional. CiU fragu¨® entonces la alianza soberanista con Esquerra Republicana y la CUP que abrir¨ªa el proceso que llev¨® a la destituci¨®n y detenci¨®n del gobierno catal¨¢n en 2017. Aquel brusco giro de CiU dio a Fern¨¢ndez D¨ªaz la oportunidad de desmentir las viejas acusaciones de Vidal-Quadras y de mostrarse como el implacable adversario del nacionalismo catal¨¢n que las circunstancias requer¨ªan. Pero ya desde una posici¨®n mucho m¨¢s ventajosa como ministro del Interior entre 2011 y 2016.
Las sorpresas comenzaron a llegar cuando se descubri¨® que entre los instrumentos para la lucha contra el independentismo, el PP contaba no solo con la acci¨®n de Gobierno, el debate pol¨ªtico y la oposici¨®n parlamentaria, sino tambi¨¦n con manejos bajo cuerda en condiciones de dudosa legalidad. El ministro catal¨¢n fue descubierto como un aficionado a las trampas, lo que por lo visto no consideraba contradictorio con su misa diaria y el activismo apost¨®lico. La primera de las que salieron a la luz en 2016 fue su conspiraci¨®n dos a?os antes con el director de la Oficina Antifraude de Catalu?a, Daniel de Alfonso, para fabricar esc¨¢ndalos de corrupci¨®n contra dirigentes de CDC y ERC que pronto quedaron en nada. De aquel episodio pas¨® a la peque?a historia la frase del ministro ¡°esto la Fiscal¨ªa te lo afina¡±, como ejemplo del uso torticero de las instituciones del Estado.
La principal v¨ªctima de este tipo de actuaciones, sin embargo, no fue el proceso independentista en s¨ª mismo, que sigui¨® su curso pol¨ªtico, sino la familia de Jordi Pujol. La actuaci¨®n combinada de Jorge Moragas, jefe de gabinete del presidente Rajoy; del PP a trav¨¦s de su presidenta en Catalu?a, Alicia S¨¢nchez Camacho; de una agencia de detectives privados y de los polic¨ªas enviados por el ministerio, sac¨® a la luz una red de corrupciones creada a lo largo de dos d¨¦cadas a la sombra del gobierno catal¨¢n que condujeron al procesamiento del propio Pujol y casi toda su familia, su ostracismo pol¨ªtico y la disoluci¨®n de su partido, Converg¨¨ncia Democr¨¤tica.
La batalla contra el independentismo no fue lo ¨²nico que llev¨® a Fern¨¢ndez D¨ªaz a crear una estructura policial secreta que actuaba sin mandato judicial. Lo que se conoci¨® como polic¨ªa patri¨®tica. El descubrimiento de aquel entramado pol¨ªtico-policial provoc¨® la reprobaci¨®n parlamentaria del ministro y su sustituci¨®n en 2016. Un a?o despu¨¦s, una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria del Congreso de los Diputados concluy¨® que la polic¨ªa, con el conocimiento del ministro Fern¨¢ndez D¨ªaz, se hab¨ªa dedicado a obstaculizar la investigaci¨®n judicial de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que afectaban al PP. Y, al mismo tiempo, a perseguir a los partidos rivales con la fabricaci¨®n de supuestos casos de corrupci¨®n. Fruto de esta actividad fueron las falsas acusaciones lanzadas contra Xavier Trias cuando era alcalde de Barcelona; contra Podemos en el llamado informe Pisa; y varias contra el PSOE.
Al final, la trayectoria del ministro catal¨¢n termin¨® sintetizando lo peor de la etapa Rajoy. Imputaci¨®n penal por obstaculizar investigaciones judiciales sobre corrupci¨®n, exacerbaci¨®n extrema del conflicto catal¨¢n, creaci¨®n de grupos policiales clandestinos para perseguir ilegalmente a los partidos rivales... Una joya.
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