El c¨®mic entra en La Masia del Bar?a

¡°?Pases r¨¢pidos! ?Primer toque! ?Intensidad!¡±, azuza el entrenador a los chavales, mientras les recuerda que la filosof¨ªa es ¡°abrir el campo por las bandas, buscar la superioridad num¨¦rica, marear al contrario¡­¡±. Hace tiempo que la fe en ese credo parece haberse esfumado en el Bar?a de f¨²tbol, especialmente en el primer equipo. Pero que los azulgrana jueguen as¨ª y tengan como tablas de la ley esas premisas a¨²n es posible, al menos, en el mundo de la historieta, y m¨¢s si el ¨¢lbum se titula La Masia, la escuela de los sue?os (Montena), el primer c¨®mic seriado oficial del FC Barcelona.

La llegada, trayectorias y vicisitudes de los ni?os de 12 a?os Manu, guineano, y Quim, catal¨¢n, durante otros siete en la f¨¢brica azulgrana permite encarnar en ellos ¡°la filosof¨ªa del club, mostrar su ADN y afianzar y difundir sus valores¡±, argumenta el guionista y escritor de c¨®mics barcelon¨¦s Eduard Torrents (Ramon Llull, la controv¨¨rsia jueva; El convoy, Medici...), autor de La Mas¨ªa¡­, trabajo al que ha dado forma gr¨¢fica el dibujante sabadellense Cesc Dalmases (El pont dels jueus y Victus, a partir de las novelas de Mart¨ª Gironell y Albert S¨¢nchez Pi?ol). Es el mismo objetivo que publicaciones parecidas sobre clubes como el Arsenal, el Olympique de Lyon o el Standard de Lieja con las que la prestigiosa editorial francesa de c¨®mic Dupuis ha perge?ado una colecci¨®n donde el pasado noviembre naci¨®, en franc¨¦s, la del Bar?a, gracias a la intervenci¨®n del guionista Denis Lapi¨¨re, con el que Torrents hab¨ªa trabajado ya en la novela gr¨¢fica El convoy, sobre republicanos espa?oles que hu¨ªan a Francia a finales de la Guerra Civil. Ahora, el sello de Penguin Random House Grupo Editorial ha adquirido La Masia¡­ para su versi¨®n en castellano y catal¨¢n.

El partido con el club azulgrana para lograr la licencia y que se aceptaran las historias no fue f¨¢cil. Dur¨® casi un a?o y medio, desde finales de 2017, con un sinf¨ªn de reuniones ¡°complicadas y largas¡±, recuerda Torrents. ¡°La primera premisa era que no se pod¨ªa hacer una historia alrededor de personajes como Messi o Guardiola o Piqu¨¦, no pod¨ªan ser protagonistas ni aparecer solos en una p¨¢gina para evitar colisionar con sus derechos de imagen; como mucho, han de estar rodeados de otros personajes¡±, recuerda el guionista. Y as¨ª ocurre con Messi, Busquets, Sergio Roberto y Piqu¨¦, los m¨¢s reconocibles. S¨®lo el crack argentino y el central protagonizan alguna vi?eta: el l¨ªder, seis, y Piqu¨¦, cuatro, donde aflora t¨¢citamente la faceta de emprendedor de este ¨²ltimo cuando se dirige a Quim para recordarle que ¡°lo importante en la vida no est¨¢ en los pies, sino en la cabeza¡±.

Tirada de 10.000 ejemplares

Los responsables del FC Barcelona hicieron cambiar hasta el lugar de nacimiento de Manu (¡°tampoco reproduce el caso de Ansu Fati: lo escrib¨ª antes¡±, recuerda el guionista) y quitar algunas referencias comerciales, mientras cuidaron de que ¡°no se ofendiera a ning¨²n club¡± (de cadetes, los j¨®venes se enfrentan a un Real Madrid de extra?as siglas RCD, pero no hay resultado) y de que no apareciera ¡°ning¨²n jugador con malas intenciones o violento¡±. Tambi¨¦n de que la historia ¡°no desarrollara grandes dramas¡±, si bien la experiencia de Torrents con el g¨¦nero logra dar un sino inopinado y muy distinto a cada ni?o al final del libro. El oficio le permite, asimismo, sutilezas como diferenciar los antit¨¦ticos estratos sociales de ambos chicos (uno juega con la pelota contra la pared en un oscuro patio interior; otro, con un videojuego en un espectacular comedor dom¨¦stico) o bien su ubicaci¨®n geogr¨¢fica a partir de detalles (el mercado municipal de Salt o una torre con piscina en Vilanova i la Geltr¨²). ¡°Esos aspectos son los que permiten a este c¨®mic salir de ¨¢mbito infantil para captar a un p¨²blico m¨¢s amplio¡±, opina la editora de Montena Ada Soler, que a?ade que el c¨®mic (del que se ha lanzado la notable cifra de 5.000 ejemplares de cada lengua) se distribuye por toda Espa?a y tambi¨¦n llegar¨¢ a Am¨¦rica Latina.

Am¨¦n de documentaci¨®n sobre la Masia o la historia de la entidad, el club, curiosamente, no dio instrucciones al guionista sobre los valores a transmitir, si bien a Torrents parece no haberle hecho falta. ¡°No por jugar en el Bar?a vas a ser mejor persona¡±, le suelta a Manu su abuela, que le recrimina tambi¨¦n su celebraci¨®n individualista y estent¨®rea al marcar un gol. Solidaridad, compa?erismo, ausencia de toda presi¨®n social o la formaci¨®n de la persona como valor supremo son algunos de los mensajes que transmite un c¨®mic que, en lo est¨¦tico, recuerda a la escuela francesa, pespunteada con vi?etas a lo manga, muchos encuadres inopinados y un detalle realista, como constata el edificio mismo de La Mas¨ªa o el tapizado de los autobuses barceloneses.

La Masia, la escuela de los sue?os es una historia autoconclusiva, como lo ser¨¢ tambi¨¦n el segundo t¨ªtulo, Siempre Bar?a, ya escrito y en pleno proceso de dibujo, que saldr¨¢ en Francia en diciembre y ya en abril de 2021 en Espa?a. ¡°Es la historia del club, pero contada a partir de una chica que no viene del mundo del f¨²tbol¡±, se limita a avanzar Torrents, lector de ni?o del m¨ªtico c¨®mic Eric Castel, que creara Raymond Reding en 1974, con el jugador franc¨¦s que en 15 vol¨²menes acabar¨¢ sustituyendo a Cruyff en el Bar?a. ¡°Es muy distinto: ah¨ª hay un personaje potente que es el centro de cada historia; en esta colecci¨®n, buscamos lo contrario¡±, arguye. Tampoco hay muchos m¨¢s referentes blaugrana en el mundo del c¨®mic, apenas un H¨¦roes de la Mas¨ªa, que lanzara Panini cuando la eclosi¨®n de los Xavi, Iniesta, Puyol o Vald¨¦s, o ?For?a Bar?a!, que repasaba la historia del club desde 1899 hasta el triplete de 2008-2009, cuando apareci¨®.

Torrents ha dedicado La Masia¡­ a su familia y a Leo Messi, mientras que el segundo lo estar¨¢ a Guardiola y el tercero, a concretar seg¨²n la acogida de sus predecesores, a Cruyff. ¡°Son mis tres grandes mitos, si bien ahora estoy tocado con todo el conflicto del club con Messi¡±, admite Torrents. Siempre quedan los c¨®mics.