¡°Analizas la situaci¨®n, te la juegas y cortas la luz¡±

?lvaro lleva cinco a?os trabajando como t¨¦cnico de Endesa. En los ¨²ltimos tiempos ha visto como su oficio se ha ido complicando. ¡°Incrementa la agresividad¡±, dice, sobre algunas personas que defraudan suministro el¨¦ctrico. No se refiere a familias vulnerables, sino sobre todo a quienes se dedican al cultivo de marihuana. Una plantaci¨®n interior puede llegar a consumir lo mismo que 20 viviendas. Los Mossos sit¨²an a Catalu?a como el epicentro europeo del cultivo de la marihuana, y alertan del peligro que se reproduzca una narcoeconom¨ªa, similar a la del Campo de Gibraltar con el hach¨ªs.

Para evitarse problemas, los t¨¦cnicos como ?lvaro, que en realidad no se llama as¨ª, van tapados, los coches no llevan ning¨²n logotipo y tampoco lucen ning¨²n distintivo que permita reconocerles. ¡°A veces cometes el error de llamarte por el nombre con tus compa?eros, ellos lo oyen y te van llamando, ¡®eres t¨², no te giras, pero ya sabemos donde vives¡¯. O te dicen ¡®te voy a rajar, te voy a pegar un tiro¡¯ y cosas as¨ª'¡±, explica el hombre, de 31 a?os. ¡°Quieres pensar que perro ladrador poco mordedor, y esperas que no pase nada¡±, cuenta.

Endesa ha puesto en marcha un protocolo de seguridad para sus trabajadores y para las empresas subcontratadas que intervienen en la v¨ªa p¨²blica. Adem¨¢s de no llevar logos y taparse en los operativos policiales a los que acuden donde intervienen cortando las tomas ilegales de luz, tambi¨¦n han dise?ado una aplicaci¨®n interna. Con una tableta, los t¨¦cnicos advierten si han tenido alg¨²n problema, y as¨ª generan informaci¨®n para crear un mapa de zonas conflictivas que sirva de antecedente a los trabajadores.

Endesa considera puntos de ¡°suministro de riesgo potencial¡± los que re¨²nen al menos una de esas tres caracter¨ªsticas: ha habido agresiones f¨ªsicas o verbales que un t¨¦cnico ha comunicado con anterioridad, hay constancia de que en la vivienda probablemente se cultiva marihuana, o la inspecci¨®n forma parte de una operaci¨®n policial. En ese caso, deben ir siempre acompa?ados de polic¨ªa. ?lvaro asegura que seis de cada diez intervenciones que lleva a cabo en su d¨ªa a d¨ªa son de este tipo."Hay quien entiende que una instalaci¨®n irregular conlleva un riesgo", asegura el t¨¦cnico, como puede ser un incendio. En enero del a?o pasado, murieron tres personas a causa de las llamas desatadas en un piso del barrio de Sant Roc de Badalona provocadas por una toma ilegal. Otros sencillamente creen que es ¡°injusto¡± que les corten la luz.

¡°Hace un a?o fui a hacer una desconexi¨®n de un bar que llevaba m¨¢s de tres a?os conectado en directo¡±, recuerda ?lvaro. ¡°Nos amenaz¨® a m¨ª y al contratista. Fue bastante tenso¡±. Hasta el punto de que el t¨¦cnico y su compa?ero ¡ªacostumbran a intervenir en pareja¡ª acabaron llamando a los Mossos d¡¯Esquadra.

¡°T¨² analizas la situaci¨®n, y si ves que la persona te insulta pero que probablemente no llegue a la agresi¨®n, te la juegas y cortas la luz¡±, concluye. ?lvaro asegura que nunca hab¨ªa trabajado en un agosto tan activo como el de este a?o, con multitud de inspecciones a plantaciones. Hasta agosto, Endesa ha abierto 13.630 expedientes por fraude el¨¦ctrico. En solo seis meses, la cifra ya se acerca al total de expedientes que la compa?¨ªa registr¨® en 2019: 17.613.

Si siguen al mismo ritmo, los datos pueden repetir los del a?o 2018, cuando fueron 26.400 casos de fraude el¨¦ctrico en Catalu?a, con un uso indebido de casi 290 millones de kilowatios, lo que equivale al consumo que tiene en medio a?o la ciudad de Girona.

64 t¨¦cnicos en el mayor operativo policial

El pasado 26 de junio se llev¨® a cabo la operaci¨®n policial, ordenada por el juzgado de instrucci¨®n 4 de Terrassa, en la que m¨¢s t¨¦cnicos de Endesa han participado. 64 trabajadores intervinieron en las 43 inspecciones en pisos en los que se sospechaba que se cultivaba marihuana. En m¨¢s de la mitad (24) hab¨ªa defraudaci¨®n de fluido el¨¦ctrico, con un consumo equivalente al de una poblaci¨®n de 686 viviendas.

Los Mossos han abierto una guerra contra el cultivo y tr¨¢fico de marihuana. Alertan de que es un riesgo serio, con una expansi¨®n que puede acabar creando una narcoeconom¨ªa paralela a la estructura social. En los ¨²ltimos cuatro a?os, se han cometido 11 homicidios por asaltos por marihuana.