Feminismo: lo que ya sab¨ªamos
La exposici¨®n ¡®Feminista havies de ser¡¯, encargada a la periodista Natza Farr¨¦, no es mala; es did¨¢ctica pero simple, algo que podr¨ªa haber sido organizado por un instituto de secundaria con medios
Una de las ventajas ¡ªen realidad una desventaja¡ª de ser mujer es que como los hombres no nos escuchan, dicen a veces cosas que no dir¨ªan delante de otros hombres. Ya lo expliqu¨¦ una vez y sigue siendo oportuno repetirlo, que en una ocasi¨®n estuve en una cena con dos decanos de universidad en donde se vertieron comentarios pol¨ªticos de la m¨¢s alta indiscreci¨®n y comprend¨ª inmediatamente que ni se les pasaba por la cabeza que yo pudiera repetirlos o escribirlos: yo solo era, como sus esposas, que jam¨¢s lo har¨ªan, una mujer m¨¢s. Y en otra ocasi¨®n, en otra cena con algunos due?os de grandes empresas catalanas y quiz¨¢s alg¨²n dirigente pol¨ªtico (no estaba Pujol, evidentemente) dijeron tan tranquilos que entre ellos ¡°se repart¨ªan Catalu?a¡± y el se?or sentado a mi lado, llegado el momento de darme un poco de conversaci¨®n me pregunt¨®: ¡°Y usted, ?cu¨¢ntos hijos tiene?¡±. Es decir que una mujer sin pareja de mediana edad no pod¨ªa ser una profesional, sino tan solo una madre, quiz¨¢s viuda, quiz¨¢s separada.
Una experiencia reciente de estos micromachismos me la da la actualidad: como estoy escribiendo mis memorias, pregunto a compa?eros y amigos de los a?os setenta sobre nuestras vivencias en com¨²n. He comprobado que los hombres entrevistados (no todos, ?por suerte!) hablan principalmente de ellos, de sus haza?as, sus amistades o sus proezas pol¨ªticas de la ¨¦poca. En cambio, las mujeres me cuentan c¨®mo me ve¨ªan a m¨ª en aquella ¨¦poca y qu¨¦ aventuras compartimos. Curioso. Ellos siempre con sus batallitas.
Esto viene a cuento de la exposici¨®n Feminista havies de ser!, que se acaba de inaugurar en el Palau Robert. Hab¨ªamos presentado ¡ªcon Paula Jim¨¦nez de Parga¡ª nuestro proyecto de exposici¨®n sobre el Abuso sexual y psicol¨®gico, que hab¨ªa gustado mucho a ?ngels Torras del Departamento de Cultura de la Generalitat, que ofreci¨® su total apoyo y tambi¨¦n a la propia directora de exposiciones del Palau, Abigail Mart¨ªnez, que lleg¨® incluso a sugerir el 2021 para hacerla. Pero al cabo de poco se nos dijo que Jordi del R¨ªo ¡ªdirector general de Difusi¨®n de la Generalitat y supervisor de programas del Palau Robert¡ª ten¨ªa un proyecto ¡°sobre feminismo¡±. Obviamente no se trata exactamente del mismo tema pero no hubiera costado nada enviar una carta o dar una explicaci¨®n m¨ªnima en una reuni¨®n de 10 minutos. Pero parece que los funcionarios pasan soberanamente de los profesionales, debe de ser el signo de los tiempos. U otro micromachismo.
La exposici¨®n Feminista havies de ser, encargada a la periodista Natza Farr¨¦, no es mala; es did¨¢ctica pero simple, algo que podr¨ªa haber sido organizado por un instituto de secundaria que hubiera tenido medios para disponer de una buena escenograf¨ªa. Lo que sucede es que salimos sabi¨¦ndolo todo ya de antemano, al menos las mujeres de cierta edad y en cuanto a las j¨®venes, me temo que muy pocas van a ver exposiciones. Al ver la primera obra de la muestra, que presenta la diferencia entre los juegos para ni?os ¡ªcoches, pelotas de futbol¡ª y para ni?as ¡ªmu?ecas, cocinitas¡ª un grupo de se?oras de alrededor de 60 a?os exclamaron: ¡°Esto ya nos lo sabemos, pasemos m¨¢s adelante¡±, o sea que mi percepci¨®n tambi¨¦n es la del p¨²blico mayoritario (femenino, ya que apenas hab¨ªa hombres). En pancartas o carteles se nos dan cifras elocuentes de la invisibilidad de las mujeres en nuestro pa¨ªs: somos el 51% de la poblaci¨®n pero solo ocupamos un 29% de los espacios de opini¨®n; cobramos anualmente 6.521 euros menos que los hombres; la maternidad se nos presenta como una presi¨®n de la sociedad y tenemos muchos inconvenientes debido a nuestra fisiolog¨ªa: ir al ba?o p¨²blico nos ocupa 6 minutos, mientras que a los hombres solo 11 segundos.
En el cap¨ªtulo del machismo visible en la televisi¨®n se nos muestran ejemplos banales y escasos: un pol¨ªtico de Polonia afirmando que las mujeres son inferiores a los hombres; un hombre besando en p¨²blico a una entrevistadora televisiva en plena calle; pienso que de Berlusconi se pod¨ªa haber puesto su declaraci¨®n de que Merkel era ¡°un culazo mantecoso infollable¡± en lugar de algo mucho m¨¢s liviano, y que era casi obligado a?adir a Donald Trump diciendo aquello de que ¡°cuando eres estrella puedes agarrarlas del co?o¡±. Tambi¨¦n se habla de la ¡°violencia de g¨¦nero¡± y de ¡°acoso¡± y no de abuso sexual ni psicol¨®gico: los segundos t¨¦rminos son mucho m¨¢s expl¨ªcitos y sutil el segundo. Y la violencia de g¨¦nero se ejemplifica con un pijama (!) porque suele producirse en el ¨¢mbito familiar. En realidad, sal¨ª habiendo aprendido una sola cosa: que en Escocia reparten gratuitamente tampones para la regla.
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