Junts refrenda la confrontaci¨®n con el Estado y se aleja de Esquerra

Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, aprob¨® este domingo su hoja de ruta que se centra en aplicar el supuesto mandato del refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y en desplegar una estrategia de ¡°confrontaci¨®n pac¨ªfica e inteligente¡± con el Estado y de desobediencia civil. El documento, aprobado en un congreso telem¨¢tico con el 96% de los votos, sostiene que el conflicto solo se resolver¨¢ si se fuerza al Estado a negociar y cuestiona la estrategia de Esquerra, centrada en ampliar la base electoral. Pere Aragon¨¨s, presidente en funciones, reivindic¨® la mesa de di¨¢logo y la pospuso para despu¨¦s de las elecciones.

Puigdemont clausur¨® este domingo el congreso, presidido por el exconsejero Llu¨ªs Puig, ratificando su ¡°fidelidad¡± a la consulta del 1 de octubre ilegalizada por la justicia y asegurando que ser¨¢ un ¡°defensor insobornable¡± de la misma. El expresident garantiz¨® que su formaci¨®n, nacida tras desgajarse del Partido Dem¨®crata Catal¨¤ (PDeCAT), no renunciar¨¢ a lo que ¡°todos¡± pactaron en octubre de 2017. ¡°Conviene no olvidarlo. No vamos a perder la paciencia¡±, dijo en alusi¨®n a los que quieren ¡°correr mucho¡± y los que han decidido ¡°recular¡± a medio camino al constatar que es m¨¢s duro de lo que preve¨ªan. El independentismo est¨¢ tan dividido, tanto en el interior del espacio posconvergente como en las peleas de este con ERC, que es dif¨ªcil poner etiquetas de a qui¨¦n se refer¨ªa.

Qued¨® clara una cosa: tanto el expresident como Elsa Artadi, exconsejera del Govern y ahora edil de Barcelona, arrancaron esta larga precampa?a que se avecina tras la inhabilitaci¨®n del presidente Quim Torra con la mirada puesta en las elecciones que, salvo imprevistos, se celebrar¨¢n el 14 de febrero. Los dos subrayaron que Junts per Catalunya es el aval de que el Govern ser¨¢ ¡°n¨ªtidamente¡± independentista y que persiguen una mayor¨ªa absoluta para alcanzar la rep¨²blica catalana. ¡°No tenemos miedo a ganar y superar el 50% de los votos¡±, dijo. ¡°No podremos dar grandes saltos si no superamos esa barrera¡±, a?adi¨®.

El Centro de Estudios de Opini¨®n, el CIS catal¨¢n, avisa de que la mayor¨ªa de catalanes prioriza ahora la gesti¨®n de la pandemia y la acci¨®n del Govern frente al proc¨¦s La relaci¨®n se ha invertido pero el propio Torra apunt¨® tras su condena de la pasada semana que los futuros comicios deben ser otra vez de car¨¢cter plebiscitario, como los de 2015. No lo recoge en esos t¨¦rminos la estrategia de Junts, pero s¨ª apunta que considerar¨¢ recurrir a la UE para que fuerce al Gobierno central a negociar el refer¨¦ndum si el independentismo supera el 50% de los sufragios (ahora cuenta con el 47%).

De hecho, el l¨ªder de la oposici¨®n, Carlos Carrizosa, alerta de que el independentismo puede lograr ese umbral dado que en esos comicios se prev¨¦ una baja participaci¨®n. ERC, sin embargo, no fija el umbral como una palanca ante la UE y est¨¢ por otra v¨ªa. Su apuesta es activar la mesa de di¨¢logo con el Gobierno una vez se celebren los comicios. Su dirigente Pere Aragon¨¨s, presidente en funciones de la Generalitat, apunt¨® este domingo en una entrevista en El Peri¨®dico que ese ¨®rgano deber¨ªa reunirse despu¨¦s de esta fase de ¡°interinidad¡±. Junts cuestiona la mesa al recordar que una negociaci¨®n ¡°seria¡± requiere un mediador, una agenda, un trabajo discreto y ¡°poca exhibici¨®n propagand¨ªstica¡±.

La ponencia del partido de Puigdemont, de medio centenar de p¨¢ginas, pone negro sobre blanco la distancia entre los dos socios de gobierno que compiten por la hegemon¨ªa del independentismo y que cohabitan divididos desde hace a?os. El documento, elaborado entre otros por Jordi S¨¤nchez, secretario general, condenado a nueve a?os de prisi¨®n, fija que es necesaria la ¡°confrontaci¨®n¡± no violenta, el ¡°desgaste¡± del Estado y la no cooperaci¨®n como v¨ªas para obligarle a negociar. La desobediencia civil se plantea como una f¨®rmula que ¡°no es un juego¡±, asumiendo los riesgos de la ¡°represi¨®n¡±. ¡°No hay pacto ni consenso para la ruptura. Nos queda la desobediencia para avanzar y debilitar al Estado¡±, sostuvo en Catalunya R¨¤dio Josep Costa, vicepresidente del Parlament.

Junts parte de la premisa de que el Estado no se sentar¨¢ ¡°ni por buena fe¡± ni por ¡°principio democr¨¢tico¡± a negociar. ¡°Ensanchar la base¡±, dice el texto en un claro mensaje a ERC, ¡°es conveniente pero ni mucho menos suficiente para doblegar la resistencia del Estado. No basta. Espa?a no es Canad¨¢ ni el Reino Unido¡±. En la clausura, Puigdemont sostuvo que, aunque el 100% del electorado fuera independentista, no ser¨ªa suficiente: ¡°Catalu?a es una minor¨ªa nacional que representa el 16% de la poblaci¨®n [de Espa?a] y no tiene el progreso en sus manos¡±. Su intenci¨®n es lograr persuadir a la UE bajo la tesis de que el conflicto no es de ¡°nacionalismo identitario¡± sino de construir una sociedad ¡°m¨¢s democr¨¢tica y justa¡±. ¡°El proc¨¦s va de la confrontaci¨®n entre democracia y respeto a los derechos civiles y pol¨ªticos versus autoritarismo/franquismo¡±, dice la ponencia.

El retrato que hace Junts est¨¢ lejos de la estrategia de Esquerra. Los republicanos encarnan la v¨ªa pragm¨¢tica del independentismo y no se sienten llamados a aplicar ning¨²n mandato del 1-O m¨¢s all¨¢ de las gesticulaciones preelectorales que intensifica en campa?a. La direcci¨®n de ERC considera un ¨¦xito que, por primera vez, el Gobierno haya accedido a establecer una mesa de di¨¢logo sobre el conflicto. ERC reivindica tambi¨¦n el derecho a la autodeterminaci¨®n y la amnist¨ªa, pero no desde?a los indultos como apuntan miembros de Junts o de la CUP, que apelan a la ¡°causa general¡± contra el independentismo que afecta a 2.850 personas.

Las divergencias se extienden tambi¨¦n al horizonte poselectoral. En La Sexta, Aragon¨¨s descart¨® apellidar las elecciones como ¡°plebiscitarias¡±. ¡°M¨¢s all¨¢ de los adjetivos, se trata de ampliar la base; superar el 50% de votos y formar un Gobierno amplio en favor de la autodeterminaci¨®n¡±, dijo. Su plan es reeditar el Govern con Junts pero atrayendo a los comunes y la CUP. Los comunes no quieren saber nada de esa m¨²ltiple alianza. Tampoco Junts, que anhela un Ejecutivo exclusivamente independentista. La inc¨®gnita es saber si miembros del PDeCAT se integrar¨¢n a t¨ªtulo individual en sus listas.