La presunta agresi¨®n machista de Quim Arrufat sacude de nuevo a la CUP
El partido no denuncia los casos de ataques machistas ante la justicia y defiende que es una decisi¨®n de las v¨ªctimas
La CUP defendi¨® ayer su postura de no recurrir de oficio a la justicia para denunciar los casos de agresiones machistas que se registran en el seno del partido alegando que esa decisi¨®n ata?e a las v¨ªctimas aunque les dan ¡°soporte¡± si dan el paso. El diario Ara revel¨® el domingo un doble episodio del exdiputado y exportavoz Quim Arrufat que ha vuelto a poner al partido en el ojo del hurac¨¢n. La CUP confirm¨® la agresi¨®n que el polit¨®logo niega. Es la tercera vez en a?o y medio en que un cargo p¨²blico u org¨¢nico de la CUP se ve involucrado en este tipo de denuncias.
Nat¨¤lia S¨¤nchez, diputada del Parlament y miembro de la comisi¨®n que gestiona los casos de violencia machista, afirm¨® ayer que son las v¨ªctimas las que deciden si quieren recurrir a la justicia. ¡°Es uno de los instrumentos que ponemos sobre la mesa. Respetamos sus tempos y su relato¡±, dijo en TV3 para recalcar que no dudan de la veracidad de la denuncia. El protocolo de prevenci¨®n y abordaje de violencias machistas, aprobado en 2019, establece que el partido solo act¨²a de oficio si un agresor reincide y ha sido condenado o si est¨¢ en ¡°riesgo grave¡± la integridad de la mujer, ya sea f¨ªsica, psicol¨®gica o sexual, o de terceros, especialmente ni?os.
La organizaci¨®n, que se declara feminista y habla en femenino, admiti¨® en marzo que estaba gestionando una veintena de denuncias aplicando un protocolo que genera debate tanto fuera como dentro del partido. La CUP aborda los casos con confidencialidad, dice, para proteger a las v¨ªctimas. La cuesti¨®n es que parte de la militancia afirma que con ese m¨¦todo se acaba amparando al agresor. Nunca trascendi¨® el nombre del acosador ps¨ªquico de la exdiputada Mireia Boya, que denunci¨® su caso en 2019. No fue suspendido de militancia. Y el caso del ya exalcalde de Argentona, Eudald Calvo, que dimiti¨® en marzo, trascendi¨® a trav¨¦s de una denuncia an¨®nima en la red. La CUP lo hab¨ªa expulsado en diciembre.
El caso de Arrufat se conoci¨® el domingo a trav¨¦s del Ara. El partido, con cierta gimnasia ya en estos casos, difundi¨® un comunicado en el que confirm¨® la agresi¨®n. La nota dec¨ªa que el pol¨ªtico estaba inmerso en un proceso de evaluaci¨®n y que abandon¨® la militancia. No se present¨® ya a las elecciones municipales de 2019 en Vilanova i la Geltr¨². ¡°Mostramos nuestro compromiso claro y firme en la lucha contra el patriarcado y las agresiones machistas y condenamos la agresi¨®n¡±, afirm¨® la CUP. Arrufat colg¨® horas despu¨¦s un mensaje en la red en el que neg¨® las acusaciones que le atribuye el diario ¡ªuna agresi¨®n sexual y un abuso¡ª y dijo que la informaci¨®n est¨¢ fundada en ¡°rumores¡± dirigidos a atacar a su persona y que no se ajustan a los expedientes abiertos.
El mutismo que envuelven los casos de denuncia de la CUP evoca al secretismo vaticano en sus casos de pederastia y muchas veces abre la puerta a que circulen hip¨®tesis sobre el alcance de la agresi¨®n. El protocolo contempla de forma detallada el tipo de ataque ¡ªf¨ªsico, sexual, ps¨ªquico, econ¨®mico, ambiental¡ª, el grado de violencia ejercida ¡ªdel uno al cuatro¡ª y la sanci¨®n impuesta. Si la violencia es f¨ªsica y es de nivel tres, puede ser desde un tir¨®n de pelo a dar patadas. Y si se trata de agresi¨®n sexual, puede ser desde una violaci¨®n a difusi¨®n de im¨¢genes sexuales.
Arrufat, ahora involucrado en el colectivo de pensamiento Sobiranies, fue diputado entre 2012 y 2015. La primera denuncia fue en 2014 y eso no le impidi¨® mantener el cargo. No solo eso: en 2016 fue nombrado portavoz del secretariado. ¡°Cuando recibimos la primera denuncia lo hicimos sin tener protocolo. Si volviera a pasar, el resultado ser¨ªa otro¡±, aleg¨® S¨¤nchez, que admiti¨® que han podido cometer ¡°errores¡± pero que han realizado un aprendizaje. "Puede alguien pensar. ?Qu¨¦ pasa en la CUP que hay m¨¢s agresiones que en otros espacios? Eso es absurdo (...) Podr¨ªamos hacerlo p¨²blico por nuestra reputaci¨®n ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil. Pero son ellas las que tienen las riendas de proceso
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