La justicia concluye que el ¡®CNI catal¨¢n¡¯ no espi¨® los correos de un excolaborador

El Cesicat, el ¨®rgano que vela por la seguridad de las comunicaciones de la Generalitat, no espi¨® los correos electr¨®nicos de un antiguo colaborador. Siete a?os despu¨¦s de que ocurrieran los hechos, la Audiencia de Barcelona ha absuelto al antiguo presidente del llamado CNI catal¨¢n, Carles Flamerich, y a uno de sus responsables, Xavier Panadero, de un delito de revelaci¨®n de secretos. Les hab¨ªa denunciado un experto en ciberseguridad, Albert Gab¨¤s, con quien hab¨ªan mantenido una relaci¨®n personal y profesional ¡°conflictiva¡±.

La sentencia, a la que ha accedido EL PA?S, no deja margen de duda sobre la inocencia de los responsables del Cesicat. Concluye que los acusados en ning¨²n caso tuvieron acceso a los correos electr¨®nicos remitidos por Gab¨¤s a distintos cargos de la Generalitat -como los exconsejeros Felip Puig y Ramon Espadaler- y que, adem¨¢s, esas comunicaciones no afectaban a la ¡°intimidad¡± del experto inform¨¢tico.

El conflicto comenz¨® en la primavera de 2013, cuando el Cesicat dej¨® de contar con los servicios de Gab¨¤s como experto en ciberseguridad. El hasta entonces colaborador envi¨® un correo electr¨®nico con el t¨ªtulo ¡°600.000 euros al WC¡± en el que alertaba de un supuesto ataque, por parte de botnets de Rusia y la Rep¨²blica Checa, contra la Generalitat que hab¨ªa afectado a cerca de 2.000 credenciales. Gab¨¤s adjuntaba en el correo datos ¡°sensibles¡± de funcionarios de la administraci¨®n p¨²blica, sin que haya quedado claro, se?ala la sentencia, si ten¨ªa ¡°competencia y permiso¡± para acceder a esos datos.

El Cesicat consider¨® que ese ¡°mail-amenaza¡± supon¨ªa en s¨ª mismo un riesgo de primer nivel y orden¨® instalar un filtro de seguridad. A partir de entonces, los correos enviados por Gab¨¤s a direcciones de correo de la Generalitat quedaron guardados en un buz¨®n para su an¨¢lisis. Tras escuchar a los expertos, la sentencia considera probado que se trata de un sistema de seguridad leg¨ªtimo que se aplica desde hace a?os en empresas y en el sector p¨²blico.

La denuncia de Gab¨¤s tuvo su origen en que uno de los cinco correos -que envi¨®, entre otros, a Puig y Espadaler- no fue respondido por los exconsejeros sino por el presidente del Cesicat. Defendido por el abogado Daniel Salvador, Flamerich asegur¨® que el correo le fue reenviado y por eso contest¨® con un ¡°gracias¡±. Los magistrados de la Secci¨®n Quinta de la Audiencia de Barcelona dan cr¨¦dito a esa versi¨®n. En el juicio, Puig dijo que reenviaba todos los correos a sus subordinados (Flamerich lo eran en aquel momento) y Espadaler afirm¨® que no recordaba si lo hab¨ªa hecho, pero tampoco lo neg¨®. ¡°No ha quedado acreditado que los acusados tuviesen acceso o intenci¨®n de acceder a los correos¡±, sostiene la resoluci¨®n

La sentencia tambi¨¦n disecciona la actitud de Gab¨¤s a lo largo del procedimiento judicial, que lleg¨® a ser archivado hasta en dos ocasiones con el benepl¨¢cito de la fiscal¨ªa, que finalmente s¨ª acus¨® en la vista por revelaci¨®n de secretos. Diversos testigos, como recoge la resoluci¨®n, subrayaron la ¡°conducta conflictiva¡± de Gab¨¤s y explicaron que es una pr¨¢ctica habitual suya ¡°denunciar cuando deja de colaborar en alguna empresa u organismo¡±. Esa relaci¨®n ¡°enconada y compleja¡± que mantuvo con Flamerich y Panadero -defendido por la penalista Judit Gen¨¦- ¡°empa?a a veces su verosimilitud¡±, concluyen los magistrados.