¡°Nos masajeaba la espalda hasta tocarnos el culo¡±
Menores de 12, 13 y 17 a?os denuncian abusos sexuales de uno de los referentes de los Castellers de Barcelona cuando dorm¨ªan en su casa
Ocho j¨®venes han denunciado que quien fue su referente en los Castellers de Barcelona, E. P., abusaba de ellas sexualmente cuando se quedaban a dormir en su casa. ¡°Nos masajeaba la espalda hasta tocarnos el culo¡±, han relatado las v¨ªctimas. Seis de las denunciantes ten¨ªan entre 12 y 13 a?os cuando sucedieron los presuntos abusos y otras dos, 17. Alguno de los casos se remonta a 2014, y otros son actuales. E. P. fue expulsado en agosto de 2019, cuando afloraron quejas internas. En ese momento, era t¨¦cnico de formaci¨®n de los cr¨ªos de la colla de castellers.
Las primeras denuncias llegaron a los Mossos en enero de este a?o. Un grupo de tres menores de entre 12 y 13 a?os y una de 17 explicaron que E. P. las invitaba a dormir a su casa, que dorm¨ªan todas juntas en el sof¨¢ y que antes de dormir, les hac¨ªa un masaje en la espalda que acababa siempre en las nalgas. Una de las j¨®venes relat¨® que vio al hombre tocarse los genitales mientras masajeaba a una de sus amigas y otra asegur¨® que tambi¨¦n le toc¨® los pechos mientras estaba tumbada boca abajo.
Esos primeros casos llegaron tambi¨¦n al presidente de los Castellers de Barcelona, Ramon Gil. Varias ni?as no quer¨ªan quedarse en casa de E. P. porque, seg¨²n relataron, les hac¨ªa ¡°masajes extra?os¡±. ?Y no era sospechoso que un miembro de la colla se llevara a dormir a las ni?as? ¡°No, pasamos mil horas juntos, ensayamos tres d¨ªas a la semana hasta las tantas de la noche y los fines de semana actuamos, es habitual que los ni?os vayan de una casa a otra¡±, explica una castellera. ¡°Tan normal es que un fin de semana tengas a tus hijos fuera de casa, como que tengas a seis a dormir¡±, expone. ¡°Adem¨¢s, las ni?as iban encantadas a su casa, ?c¨®mo sospechas de abuso si ellas piden ir?¡±, a?ade.
Posteriormente, los Mossos recibieron la denuncia de cuatro j¨®venes m¨¢s, algunas ya mayores de edad, de unos presuntos abusos cometidos cuando ten¨ªan entre 12 y 13 a?os, y que, en algunos casos se alargaron en el tiempo. De nuevo, el relato se repite: E. P. las invitaba a su casa a dormir, las cr¨ªas iban contentas porque estaban juntas con sus amigas, dorm¨ªan todas en el sof¨¢, pod¨ªan estar hasta cuando quisiesen despiertas y comer todo lo que le gustaba. E. P. las consent¨ªa. Pero hab¨ªa normas: no pod¨ªan dormir con los pantalones, solo la ropa interior y la camiseta, y sin sujetadores. As¨ª, aseguran que les dec¨ªa, estaban m¨¢s c¨®modas. Y antes de dormir, les hac¨ªa el masaje en la espalda que dicen que acababa en tocamientos en las nalgas.
El hombre, afirman, tambi¨¦n las animaba a ducharse. Y, casi siempre, cuando estaban a punto de meterse bajo el agua, E. P. entraba y las ve¨ªa desnudas. Una de ellas a?adi¨® que le vio masturbarse junto a ellas una vez cuando dorm¨ªan en el sof¨¢ y ya no volvi¨®.
Algunas de las menores explicaron tambi¨¦n su reticencia a denunciar lo que hab¨ªa sucedido por temor a que nadie las creyese. Todos los consultados coinciden en que E. P. era una persona con ascendente en los Castellers de Barcelona. Extrovertido, simp¨¢tico, siempre dispuesto a ayudar en lo que hiciera falta, E. P. llevaba m¨¢s de 20 a?os en la colla, donde ha sido casi de todo: secretario, vicepresidente, presidente, jefe del grupo y tambi¨¦n t¨¦cnico de formaci¨®n de la canalla (los m¨¢s peque?os entre los que suben a un Castell).
Fuera de los castells, E. P. es periodista y trabaja en el ¨¢rea de comunicaci¨®n de CC OO. El sindicato suspendi¨® su contrato durante la detenci¨®n el pasado 9 de noviembre y actualmente est¨¢ en casa con un permiso. Adem¨¢s, es afiliado al sindicato, por lo que se le ha abierto expediente sancionador y se ha nombrado una comisi¨®n instructora que es quien podr¨ªa suspenderle cautelarmente de militancia.
¡°Es inocente de los hechos que se le acusan¡±, asegur¨® ayer su abogada. E insisti¨® en que E. P. no hace declaraciones porque ¡°no quiere que se perjudique a la colla, a la que quiere much¨ªsimo¡±. En cambio, dijo la letrada, los Castellers de Barcelona ¡°no han respetado su presunci¨®n de inocencia, y han lanzado a bombo y platillo una acusaci¨®n que es muy fuerte y que le destroza la vida a una persona¡±.
Divisi¨®n por la expulsi¨®n de E.P. de la ¡®colla¡¯
La noticia de que los Castellers de Barcelona echaban a E.P., en aquel momento responsable de la formaci¨®n de los cr¨ªos, por diversas denuncias de abusos sexuales contra ¨¦l provoc¨® inicialmente un cisma en el grupo. E. P. era un hombre con una larga trayectoria en el grupo, respetado y querido. La conmoci¨®n fue tan grande que en la reuni¨®n en la que la Junta Directiva comunic¨® la noticia ¡ªdespu¨¦s de un ensayo¡ª parte de los castellers se mostraron en contra de la decisi¨®n de echarle. ¡°Fueron valientes, porque tomaron la decisi¨®n con mucha gente en contra¡±, relata una persona que estuvo en esa reuni¨®n.
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