Ciudad educadora desde los barrios
No podemos permitirnos que la crisis agrave la inequidad en el terreno educativo, ya de por s¨ª desigual
Hace 30 a?os Barcelona anim¨® a ciudades del mundo entero a pensar juntas c¨®mo situar la educaci¨®n en el centro de las pol¨ªticas. El resultado fue la Carta de Ciudades Educadoras y hoy en d¨ªa es ampliamente compartido que ense?anza y educaci¨®n no son lo mismo. El derecho a la educaci¨®n va m¨¢s all¨¢ de la escuela y reivindicamos un derecho a la educaci¨®n ampliada.
La escuela, como apunta Marina Garc¨¦s en su ¨²ltimo libro, no puede ser la ¨²nica repartidora de futuros. Para poner la educaci¨®n al alcance de todos, 24 horas, 365 d¨ªas y de 0 a 99 a?os sin dejarse a nadie, hacen falta muchos c¨®mplices y solo es posible implicando al entorno.
La esencia de una ciudad que quiere ser educadora se forja en los barrios. Es en esta escala m¨¢s humana, en el pedazo de ciudad que sentimos m¨¢s pr¨®ximo y que podemos caminar en un cuarto de hora, donde queremos resituar y materializar la ciudad educadora. El reto colectivo es crear barrios educadores, cuidando tres pilares: espacio, tiempo y v¨ªnculos.
En cuanto a los espacios, la pandemia ha abierto un intenso debate sobre los usos y transformaci¨®n del espacio p¨²blico y hoy est¨¢n pasando cosas que ayer eran menos probables: m¨¢s educaci¨®n al aire libre, m¨¢s ni?os y ni?as jugando en parques y plazas y m¨¢s entornos escolares pacificados. Es una oportunidad que queremos aprovechar para reconectar con la tradici¨®n hist¨®rica de renovaci¨®n pedag¨®gica de la ciudad. Es una apuesta por una ciudad jugable, que con el Plan de juego el espacio p¨²blico recupere vida en las calles. Es una estrategia de acupuntura para la transformaci¨®n urbana situando las escuelas en el coraz¨®n del barrio con actuaciones como Protegemos las escuelas que generan una plaza para cada colegio, ganan espacio al coche y pacifican las calles con el ADN de las supermanzanas.
Al hablar del tiempo nos referimos a ir m¨¢s all¨¢ del horario escolar y situar las tardes como un tiempo a enriquecer con oportunidades de aprendizaje. Asumimos el reto de avanzar en una pol¨ªtica que reconozca, promueva y articule una oferta territorial de extraescolares asequibles y diversas. No podemos permitirnos que la crisis agrave la inequidad en este terreno, ya de por s¨ª desigual, cuando sabemos de la importancia de las artes, el deporte o el apoyo escolar para el desarrollo de capacidades y talentos.
Finalmente, los v¨ªnculos que hay que reforzar son los que conectan escuelas con equipamientos, entidades, proyectos, personas que suman para hacer m¨¢s fluidos los l¨ªmites entre la educaci¨®n dentro y fuera de la escuela. Han venido para quedarse, m¨¢s all¨¢ de la pandemia, las experiencias como las de colegios que hacen clase en los parques, o los centros c¨ªvicos y bibliotecas del barrio que acogen actividades escolares y aprovechan para desarrollar proyectos de aprendizaje.
Renovar el compromiso con la transformaci¨®n educativa y la ciudad educadora sigue siendo tan vigente como en 1990. Una transformaci¨®n orientada pol¨ªticamente hacia a la equidad, la no segregaci¨®n y la igualdad real de oportunidades. M¨¢s vinculada a un entramado de actores que afrontar juntos tanto las necesidades y problemas compartidos, como las soluciones colectivas. Y situada, que se vive en los barrios, territorios de oportunidades educativas y culturales, cada vez mejor repartidas.
Joan Subirats es teniente de alcald¨ªa de Barcelona y Maria Tru?¨® es comisionada de Educaci¨®n.
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