Arte comunitario en el Raval
Xamfr¨¤, creado en 2005, es un centro de m¨²sica y escena; un entorno de convivencia en el barrio
Xamfr¨¤ acoge cualquier persona, tenga la edad que tenga, sea de donde sea. Lo que m¨¢s me gusta de Xamfr¨¤ es que si t¨² quieres ser percusionista, o cantante, o bailar¨ªn, o actor...puedes hacerlo. Te ense?an que las barreras te las pones t¨² mismo¡±. As¨ª se explica Kevin, que participa en Xamfr¨¤ desde hace 10 a?os. Lo dice en un youtube donde este centro de m¨²sica y escena del Raval tiene una campa?a de donaciones de un euro al mes. Hace unos d¨ªas, la entidad recibi¨® el premio Nacional de Cultura que se a?ade a una considerable lista de galardones.
Xamfr¨¤ se abre en el Raval en 2005. Primero lo hace refugiado en las aulas del instituto Miquel Tarradell y, finalmente, en un espacio de 300 metros cuadrados, en un extremo del terreno que ocupa el edificio del nuevo Conservatori del Liceu, un rinc¨®n cedido por el Ayuntamiento, propietario de todo el solar. Este a?o, la covid ha hecho bajar un poco la matr¨ªcula. A¨²n as¨ª, hay m¨¢s de 300 participantes de todas las edades, desde madres con beb¨¦s a adultos, y una docena larga de etnias. Tambi¨¦n la covid ha obligado a una mudanza parcial para tener m¨¢s ventilaci¨®n en las aulas. Una parte de las actividades las ha acogido su vecino del Centre de Suport a la Innovaci¨® y la Recerca Educativa. La matr¨ªcula cuesta 60 euros al trimestre. ¡°Pero quien dice que no puede pagar... no paga. No pedimos justificantes de Hacienda. La relaci¨®n con la vecindad se basa en la confianza mutua. Tambi¨¦n hay, est¨¢ claro, quien aporta m¨¢s porque se lo puede permitir¡±, comenta Ester Bonal, la actual directora del centro.
Bonal es un apellido clave en la larga historia que explica la creaci¨®n de Xamfr¨¤. En 1967, Maria Dolors Bonal funda una escuela de m¨²sica en Sarri¨¤-Sant Gervasi. Su ambici¨®n es que estas escuelas no se limiten a ense?ar m¨²sica, sino que la m¨²sica sea una herramienta para educar. Con esta idea crea, con otras personas, la Fundaci¨® L¡¯Arc M¨²sica que en 2001 se hace cargo de la escuela municipal de m¨²sica del barrio. Desde all¨ª se empezar¨¢ a cocinar el proyecto para el Raval. El otro apellido es Roger. ?ngels Roger, ahora jubilada, era profesora de m¨²sica en el Mil¨¤ i Fontanals y participaba de las mismas ideas sobre las posibilidades de inclusi¨®n y creaci¨®n colectiva que tiene el aprendizaje musical. Roger recuerda como Ester Bonal, sobrina de Maria Dolors, la cit¨® un d¨ªa de 2002 y le present¨® un documento con el proyecto de casal de m¨²sica y escena del Raval. ¡°All¨ª se hablaba de hacer m¨²sica de una manera activa, participativa, trabajando con las personas, en grupo, para que se sientan valoradas. Al final de cada curso se hace un espect¨¢culo. Participan todos, sin excluir o esconder a nadie. Lo que importa no es el ¨¦xito de la representaci¨®n, que acostumbra a tenerlo, sino todo el camino, el proceso que se ha hecho para llegar¡±. Roger no tard¨® ni 24 horas en comprometerse. El n¨²cleo fundador estaba en marcha. Ella y Maria Dolors Bonal fueron las principales encargadas de buscar los recursos econ¨®micos. Dos a?os de peregrinaciones por despachos. El primer gran empuj¨®n lleg¨® de Avina, una fundaci¨®n de un empresario suizo. Despu¨¦s, otros, de particulares, institucionales... En las p¨¢ginas del proyecto fundacional se se?ala que en otras sociedades del planeta se hace m¨²sica de manera cotidiana y colectiva. ¡°Hay que dejar claro, pues, que los objetivos que se persiguen van m¨¢s all¨¢ del aprendizaje del lenguaje de la m¨²sica (...), por eso las sesiones de trabajo siempre ser¨¢n en grupos que respetar¨¢n y dejar¨¢n espacio a todas las capacidades y ritmos de progreso individual¡±.
Dieciocho a?os m¨¢s tarde, los objetivos escritos en aquel proyecto siguen vigentes. Ester Bonal recuerda cuando era profesora en el Tarradell ¨Cahora lo es de la ESMUC¡ª que ya defend¨ªa la m¨²sica como una ¡°herramienta de comunicaci¨®n¡±. Lo dice pensando en j¨®venes inmigrantes que estaban inc¨®modos en un pa¨ªs inh¨®spito ¡ªun amigo suyo pakistan¨ª siempre lleva la factura del iPhone porque la polic¨ªa no se piense que es robado¡ª. ¡°B¨¢sicamente ten¨ªan miedo. Integrarse en un colectivo mediante la m¨²sica... les daba confianza, les hac¨ªa cambiar la mirada de ellos en un pa¨ªs diferente¡±. El l¨¦xico de Xamfr¨¤ tiene mucha intenci¨®n. No se habla de clases ¡ªson actividades¡ª, ni de alumnos ¡ªson participantes¡ª. No hay ni ex¨¢menes, ni notas. No se hace piano, a pesar de que ahora, ligado a las bandas, hacen teclado. Y el trabajo es colectivo. Si alguno quiere profundizar un instrumento como solista lo derivan a una escuela o conservatorio a pesar de que los costes de estas matr¨ªculas y los perfiles acad¨¦micos que se piden pueden resultar una pared imposible de saltar por el aspirante. En Xamfr¨¤, tres chicos que han hecho percusi¨®n los ha contratado el centro para talleres en casals y escuelas y miran de contratar tres m¨¢s para llevar talleres de rap y rima, una manera tambi¨¦n de trabajar la lengua. Xamfr¨¤ va m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica. Te puedes apuntar a coral, flaut¨ªn y tamboril, viol¨ªn, orquesta, break-dance, batucada... Pero tambi¨¦n a audiovisuales, danza, teatro... Con la ayuda de un lutier ahora quieren abrir talleres de construcci¨®n de cajones (instrumento de percusi¨®n) y ukeleles....
Ester Bonal insiste: Xamfr¨¤ no es una escuela de m¨²sica. ¡°El centro de la actividad es acompa?ar las personas creando, gracias a la m¨²sica y las artes esc¨¦nicas, entornos de convivencia entre personas que est¨¢n en riesgo de exclusi¨®n y otras que no¡±. Xamfr¨¤ trabaja en red con escuelas y casals del barrio para luchar contra la segregaci¨®n. Necesitan ser permeables a la diversidad social del barrio, que la diversidad se viva dentro, sin exclusiones de unos u otros. Hace 10 a?os, para tener indicadores de impacto de su trabajo propusieron a las familias que escribieran sobre su experiencia de Xamfr¨¤. ¡°Muchas de ellas te dec¨ªan que, m¨¢s all¨¢ del hecho art¨ªstico, hab¨ªa el hecho vital. Les hab¨ªa cambiado la vida. Una tarea es generar conocimiento y discurso sobre lo que haces. En Gran Breta?a y Australia, donde hay una larga tradici¨®n de community arts, saben evaluar mejor estos intangibles. Gracias a la ayuda de estudiantes de Sociolog¨ªa estamos generando c¨®digos y protocolos para la recogida de este tipo de informaci¨®n¡±. Y ahora, la experiencia de Xamfr¨¤ ha sido la semilla de Educarts, proyecto del Pla de Barris municipal, en los barrios de Vallbona, Torre Bar¨® y Ciutat Meridiana. M¨¢s all¨¢ de su territorio fundacional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.