Buscando a Merkel
La canciller de todos sienta c¨¢tedra y Aragon¨¨s se suma y asegura que su hija no podr¨¢ abrazar a los bisabuelos
La semana pasada, nos sorprendi¨® una intervenci¨®n inusitadamente c¨¢lida de Angela Merkel. La canciller de todos. Aquella expresi¨®n: ¡°No es aceptable tener 590 muertes diarias¡± y, sobre todo, aquel tono emotivo y personal sobrecog¨ªan m¨¢s al venir de alguien de ordinario fr¨ªo, a quien hemos colgado todos los t¨®picos de la germanidad. Las palabras de Merkel se difundieron y comentaron por doquier, y fueron un ejemplo de que la pol¨ªtica tambi¨¦n tiene rostro humano. En ocasiones.
Todos los departamentos de comunicaci¨®n de los partidos y los think tanks habr¨¢n tomado nota del discurso. Y no puede ser casual de ning¨²n modo que este mi¨¦rcoles Pere Aragon¨¨s haya proclamado en el Parlament: ¡°No puedo aceptar que hayamos normalizado la tragedia¡±. Claramente, en esa frase estaba buscando a Merkel. El jefe provisional de la Generalitat tambi¨¦n es una persona m¨¢s bien fr¨ªa, poco dada a emociones, m¨¢s proclive a abrocharse el bot¨®n de la americana que a aflojarse el nudo de la corbata. Pero Merkel sienta c¨¢tedra, y si ella clam¨® que ¡°no pueden ser estas las ¨²ltimas Navidades con los abuelos¡±, Aragon¨¨s se suma, disciplinado, y asegura que, pese al dolor, su hija no podr¨¢ abrazar a los bisabuelos estos d¨ªas. La apelaci¨®n a lo personal, en Berl¨ªn y en Barcelona. Y Merkel, de nuevo marcando el camino: lo hizo unos 10 a?os atr¨¢s con la imposici¨®n de la austeridad, a la que se incorpor¨® con entusiasmo y alborozo el Govern de Artur Mas ¡ªy de la que hoy, nadie lo niega ya, sufrimos duras consecuencias¡ª, y lo sigue haciendo ahora, en el momento de mostrar empat¨ªa y coraz¨®n con las v¨ªctimas presentes y futuras del virus.
Este es el ¨²ltimo pleno del Parlament de la legislatura. Pese a algunos comentarios y medias palabras, no parece que las elecciones se vayan a aplazar. Por eso sus se?or¨ªas hablan cada vez m¨¢s de lo que ocurrir¨¢ tras el 14 de febrero, incluso cuando se hace balance de los cuatro a?os pasados. Y uno de los clickbaits es ¡°tripartito¡±. Dicho de otro modo, saber si Esquerra ¡ªpor m¨¢s que Sergi Sabri¨¤ lo niegue golpeando la mesa con una pasi¨®n a medio camino entre la ira santa y el hooliganismo futbolero¡ª podr¨ªa llegar a alg¨²n tipo de acuerdo con los socialistas. Aritm¨¦tica parlamentaria mediante, por supuesto. Lo cierto es que el l¨ªder del PSC, Miquel Iceta, lleva semanas alternando la cr¨ªtica suave con la oferta permanente de apoyo a Aragon¨¨s, o incluso a la zarandeada consejera Alba Verg¨¦s (curiosamente, despu¨¦s de las pullas que le ha lanzado otra diputada socialista, Assumpta Escarp). Unos y otros tienen un espacio electoral en el que compiten directamente, pero, en cambio, mantener una estrategia de desmontar la crispaci¨®n puede beneficiarles por los extremos, donde siguen gritando Ciudadanos y Junts per Catalunya. Y entre Iceta y Aragon¨¨s se intuye un cierto, t¨ªmido, suave, matizado, prudente, parcial entendimiento. Una atm¨®sfera, en todo caso, alejada de los mantras habituales sobre las ofensas pasadas y las cuentas emocionales pendientes. Ambos han mantenido una larga charla a pie de esca?o durante una de las pausas de la sesi¨®n: por supuesto, no he o¨ªdo ni una palabra de lo que hablaban, pero no parec¨ªa un intercambio de reproches.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.