Esquiar en tiempos de covid
Las estaciones de Catalu?a abrieron esta semana. Una excepci¨®n en un arranque de temporada de pistas cerradas en buena parte de Europa
Los esquiadores esperan todo el a?o el arranque de la temporada de nieve. El invierno pasado fue muy bueno, pero la pandemia cort¨® la temporada en seco: se quedaron sin rematar en Semana Santa. Nueve meses despu¨¦s, en plena segunda ola, cuando las autoridades admiten que habr¨¢ una tercera, y aunque las estaciones abrieron el lunes, los forofos de sentir el crujir de la nieve bajo los esqu¨ªs y el aire en la cara han cambiado turnos de trabajo, libranzas o han permitido que sus hijos hicieran campana en clase. Todo por las primeras bajadas del curso.
Con las estaciones de esqu¨ª de Francia, Andorra y Arag¨®n cerradas, Catalu?a ha sido durante la pasada semana el ¨²nico destino esquiable del Pirineo. Y de los pocos de Europa. Francia, Alemania e Italia esperar¨¢n a despu¨¦s de Reyes. Suiza ha abierto y Austria lo har¨¢ a partir del 24, pero vetando a los turistas extranjeros despu¨¦s de que en febrero y marzo pasado una de sus estaciones, Ischgl, en el Tirol, fuera foco de contagio para esquiadores de todo el mundo: regresaron a su casa enfermos de covid esquiadores de m¨¢s de 40 pa¨ªses. En el resto de Espa?a, ha abierto San Isidro (Le¨®n) y Sierra Nevada (Granada) se estren¨® el viernes.
Como en los dibujos animados, pies en polvorosa, y esta vez con mascarilla, el lunes esquiadores de procedencias bien dispares corrieron hacia las pistas del pirineo catal¨¢n. Los aforos est¨¢n limitados al 30% (la cifra exacta de esquiadores var¨ªa en funci¨®n del dominio esquiable cada d¨ªa), es obligatoria la mascarilla en las colas y remontes (pero no en la bajada), y hay que comprar el forfait con antelaci¨®n (para controlar el aforo). Las medidas se respetan de forma muy mayoritaria. A estas alturas, ya nadie sale de casa sin mascarilla, y las distancias son f¨¢ciles de guardar cuando hay el largo de los esqu¨ªs en medio.
En los bares y restaurantes las limitaciones han sido durante la semana las de cualquier establecimiento del sector: 30% de aforo en el interior y distancia de dos metros en las terrazas. Y en este caso, a mediod¨ªa, cuando m¨¢s gente hay y con el sol en la cara, era m¨¢s f¨¢cil observar cierto relax en el cumplimiento, como ocurre en cualquier terraza de cualquier otra zona.
En Catalu?a al arranque de la temporada le ha acompa?ado que de lunes a jueves estuviera permitida la movilidad por toda la comunidad aut¨®noma. La estaci¨®n de Masella, la mayor de la comarca de la Cerdanya, ha registrado una muy buena afluencia de esquiadores de lunes a jueves. La mayor¨ªa, procedentes de Barcelona. El viernes hubo muchos menos porque comenzaba el confinamiento comarcal.
Aunque no pocos apuraron y subieron el jueves por la noche a sus segundas residencias, a hoteles o incluso en autocaravanas dispuestos a pasar tres d¨ªas antes de volver el lunes a trabajar. En las pistas hab¨ªa desde escolares de la zona, hasta barceloneses, franceses (acostumbrados a cruzar la frontera de un lado a otro sin salir de la comarca), pasando por familias de Madrid e incluso catalanes que viven en Londres y han viajado para pasar las fiestas.
La semana pasada, Catalu?a fue el ¨²nico destino esquiable del Pirineo
¡°La gente tiene muchas ganas de hacer actividades al aire libre y es cierto que el del esqu¨ª es un p¨²blico muy apasionado¡±, celebraba el pasado viernes en Masella el portavoz de la estaci¨®n, Ramon Boter, que insist¨ªa en dos ideas: ¡°Desde las estaciones apelamos a la responsabilidad individual de los visitantes, de los trabajadores de la estaci¨®n y de la comarca en cumplimiento de los criterios que marca la Generalitat. Y recordamos que es muy importante comprar el forfait por internet y con antelaci¨®n, porque el aforo es limitado¡±. El reducido aforo repercute negativamente en los n¨²meros de las estaciones, pero es un regalo para los que esqu¨ªan. No hay colas ni mucha gente en las pistas.
Junto a un remonte para principiantes, Marta Fleta, de la escuela de esqu¨ª de competici¨®n Canm Cerdanya, ten¨ªa el viernes como alumnos a hijos de catalanes que viven en Londres y Qatar y que cada a?o, antes de las fiestas de Navidad, pasan una semana esquiando en Masella. Tambi¨¦n cuenta entre sus alumnos a chavales de alguna familia de Barcelona que se ha trasladado a vivir a la segunda residencia en la zona, explicaba.
El reducido aforo ha eliminado las colas y ha vaciado las pistas
En el aparcamiento, Jacques y Gerard, jubilados del pueblo franc¨¦s de Osseja, aseguraban que han subido ¡°cada d¨ªa¡± y se declaraban conocedores del cierre perimetral de Catalu?a, pero defend¨ªan ¡°el derecho a moverse por una comarca donde la gente no distingue si est¨¢ aqu¨ª o all¨¢¡±. ¡°Esta es una frontera muy permeable¡±, reivindicaban mientras se cambiaban en el aparcamiento principal de la estaci¨®n. En otro aparcamiento se han instalado con una autocaravana Adri¨¢n y Jonathan, de Granollers (Barcelona), veteranos practicantes de snowboard. Contaban que tienen trabajos ¡°flexibles¡± y que subieron el jueves, antes del cierre perimetral, y bajar¨¢n el lunes a primera hora.
En un mix de trabajo y ocio ha podido organizar unos d¨ªas de esqu¨ª la familia de Ana Ramos, de Madrid. Su marido es ingeniero y ten¨ªa que hacer un estudio de terreno en la Cerdanya, ella se dedica a las ventas en l¨ªnea. Desde el martes se han alojado en un hotel con sus hijos, combinando trabajo y esqu¨ª. ¡°Esto es un regalazo¡±, afirmaba Ana en una de las ¨²ltimas bajadas antes de regresar a Madrid.
Una combinaci¨®n que tambi¨¦n pudo practicar Ricard, aut¨®nomo con segunda residencia en el pueblo de Alp. Subieron con la familia el jueves al terminar los ni?os la escuela y el viernes esqui¨® con ellos por la ma?ana y trabaj¨® por la tarde.
Nuevas restricciones
En el bar Pla de Masella, su gerente, Frank Vila, celebraba la marcha de la semana, pero lamentaba las nuevas restricciones aprobadas por la Generalitat. Con los nuevos horarios de la restauraci¨®n perder¨¢ clientes que no esqu¨ªan y esperan tomando el sol en el bar. Y cree que los esquiadores apurar¨¢n el forfait hasta las 15 horas e ir¨¢n directos al coche para marcharse. En segundo lugar, alertaba de que al permitir solo la Generalitat la movilidad de quien se aloje en hoteles o segundas residencias, la estaci¨®n perder¨¢ a los visitantes de d¨ªa.
Con la boca chica, empleados del sector y tambi¨¦n los esquiadores admiten que el cierre de estaciones en Andorra y Francia beneficia al negocio de la nieve en Catalu?a. En el sector todo el mundo se conoce y una cosa es ser consciente de que el cierre de otros te beneficia, y otra alegrarse, cuando sabes que hoy les ha tocado a ellos y otro d¨ªa te puede tocar a ti. Todo cuelga de un hilo y de la evoluci¨®n de la pandemia. Mientras, los hoteles de la zona se adaptan d¨ªa a d¨ªa. Si la pasada semana han tenido buenas ocupaciones (un 70%, explica Adriana Gibert, del hotel Ca L¡¯Eudald, de Alp), este fin de semana tienen anulaciones de personas que temen el virus.
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