Los ¡®tuits¡¯ contra la secretaria judicial del ¡®proc¨¦s¡¯ ir¨¢n a juicio
La Abogac¨ªa del Estado pide cuatro a?os y medio de c¨¢rcel para un joven por difundir la foto de la funcionaria tras su declaraci¨®n en el Tribunal Supremo
El proc¨¦s ha abierto tantos senderos en los juzgados que resulta inhumano recorrerlos todos. Los l¨ªderes pol¨ªticos del oto?o catal¨¢n de 2017; los alcaldes que facilitaron locales para el 1-O; los polic¨ªas que evitaron por la fuerza el refer¨¦ndum y los ciudadanos que les enfrentaron; los mossos que hicieron poco para frenar la consulta; los altos cargos que manejaron dinero p¨²blico; los j¨®venes que protestaron, con violencia, tras conocer la sentencia.
El propio seguimiento en redes sociales del juicio del proc¨¦s ha tenido repercusiones penales. El 6 de marzo de 2019, la secretaria judicial Montserrat del Toro declar¨® como testigo en el Tribunal Supremo. Del Toro hab¨ªa acudido a los registros en el Departamento de Econom¨ªa del 20-S y tuvo serias dificultades para abandonar el edificio. Su relato fue clave para describir el clima de tensi¨®n de aquella jornada y para sustentar las acusaciones contra los pol¨ªticos presos.
Consciente de la animadversi¨®n que Del Toro despert¨® en ciertos sectores, Manuel Marchena orden¨® que se impidiera su ¡°identificaci¨®n visual¡± para no poner en riesgo su seguridad ni la de su familia. La medida de protecci¨®n no impidi¨® que, el mismo d¨ªa de su declaraci¨®n (el juicio fue retransmitido en directo), usuarios de Twitter publicasen fotos de la funcionaria junto a comentarios que oscilan entre la burla, el insulto y la injuria. ¡°Ha testificado esta facha asquerosa¡±; ¡°?anonimato? ni hablar, meuca (puta)¡±; ¡°no quiere que se difunda su imagen, as¨ª que ya sab¨¦is, nada de retuits¡±.
Del Toro conoci¨® esos mensajes por un art¨ªculo en la prensa y, al d¨ªa siguiente, los denunci¨® en el juzgado. Dijo que hab¨ªa sido objeto de ¡°amenazas de muerte y violaci¨®n¡± en un ¡°acto claro de revancha¡± que pretend¨ªa ¡°amedrentarla¡±. Y pidi¨® investigar a los autores por delitos de odio, coacciones, amenazas y obstrucci¨®n a la justicia.
El titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 16 de Barcelona abri¨® diligencias de inmediato. Y orden¨® a los Mossos d¡¯Esquadra una investigaci¨®n. La UIRAX, la unidad especializada en ¡°radicalismos en redes¡±, localiz¨® m¨¢s de una decena de perfiles que hab¨ªan difundido fotograf¨ªas de Del Toro. El prop¨®sito de esas publicaciones, expl¨ªcito en muchos casos, era burlar el anonimato que le hab¨ªa proporcionado el juzgado. Los tuits van acompa?ados de datos (direcciones de correo electr¨®nico, n¨²mero de DNI, marca del tel¨¦fono m¨®vil), comentarios injuriosos y afirmaciones sobre sus supuestas simpat¨ªas con la extrema derecha espa?ola.
Los Mossos lograron identificar con claridad a cinco personas que estaban tras esos perfiles y el juez abri¨® una pieza separada para cada uno de ellos: Joaquina B., Rub¨¦n N., Ramon F., Marc F. y Jordi M. La mayor¨ªa de ellos sostiene que la fotograf¨ªa y el resto de datos publicados proceden de fuentes abiertas, ya que la secretaria pose¨ªa un perfil en la red social Facebook.
EL PA?S ha accedido al sumario de la causa y a los escritos de acusaci¨®n contra uno de esos investigados, Jordi M. En un tuit, llam¨® a Del Toro ¡°Spiderman¡± (en el juicio, ella describi¨® que tuvo que saltar un muro para abandonar el Departamento de Econom¨ªa por la azotea) y adjunt¨® una fotograf¨ªa con un texto sobre ella. ¡°Seguidora de Unidad Nacional Espa?ola, asociaci¨®n partidaria de usar el ej¨¦rcito contra los catalanes. Quiere mantener el anonimato¡±.
La Fiscal¨ªa pide dos a?os de c¨¢rcel para Jordi M. por obstrucci¨®n a la justicia y coacciones. Considera que el joven conoc¨ªa las ¡°precauciones¡± que hab¨ªa tomado el Supremo para salvaguardar la imagen de la secretaria judicial. Y, aun as¨ª, decidi¨® publicar su fotograf¨ªa para ¡°lograr la mayor difusi¨®n posible¡± y que Del Toro ¡°fuese objeto cuanto menos de insultos y escarnio tanto en redes sociales como en su vida privada¡±. El relato de la Abogac¨ªa del Estado es muy similar: subraya que el acusado pretendi¨® ¡°intimidar¡± a la secretaria y eleva la petici¨®n a cuatro a?os y medio de prisi¨®n porque a?ade otro delito: revelaci¨®n de secretos.
La defensa de Jordi M. esgrime que el tuit se hizo en base a una fotograf¨ªa accesible en Google y aportar¨¢ un reportaje de El Mundo en el que aparece esa misma imagen. ¡°No tiene ning¨²n sentido que se criminalice el uso de Twitter de esta forma. La actuaci¨®n del acusado es libertad de expresi¨®n. Estaba opinando sobre la actuaci¨®n de una funcionaria en el ¨¢mbito de un tema de inter¨¦s general y p¨²blico¡±, opina Benet Salellas, su abogado. Salellas a?ade que el comentario no inclu¨ªa ¡°ninguna palabra amenazante ni injuriosa¡± y recuerda que ¡°es b¨¢sico proteger la cr¨ªtica de los ciudadanos a los responsables p¨²blicos¡±.
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