Pieles desde otro siglo
La Siberia mantiene intacto el mobiliario ¡®art d¨¦co¡¯ de 1919 en su tienda centenaria de Rambla de Catalunya, en Barcelona
No hace falta poner un pie en La Siberia para darse cuenta de que es una peleter¨ªa nacida en otro siglo. A trav¨¦s de los escaparates ya se vislumbra la est¨¦tica art d¨¦co que ba?a todos los rincones de esta peleter¨ªa, pionera en 1891 cuando abri¨® sus puertas en Portaferrissa para ofrecer un producto de lujo que todav¨ªa estaba al alcance de muy pocos, b¨¢sicamente burgues¨ªa y aristocracia. La tienda actual, situada en Rambla Catalunya con Gran Via de Barcelona, se inaugur¨® en 1907 y all¨ª sigue, con el mismo mobiliario de 1919. Marc Espar, consejero delegado de La Siberia, forma junto a su prima Victoria Espar la cuarta generaci¨®n al frente, y cuenta que se han hecho obras de mantenimiento, pero siempre conservando la est¨¦tica con que naci¨®.
No siempre es una decisi¨®n f¨¢cil, porque se pierde funcionalidad, pero por ahora consideran que esta ambientaci¨®n de tiempos pasados es un atractivo porque la convierte en una tienda singular y m¨¢s para los turistas, que al fin y al cabo son el 50% de sus clientes. Un perfil que ahora, con la pandemia, han perdido, y por ello est¨¢n pasando una ¨¦poca dif¨ªcil. Adem¨¢s, el cliente local est¨¢ m¨¢s acongojado y pide m¨¢s arreglos y reparaciones que piezas nuevas. En La Siberia, un abrigo de pieles heredado se puede convertir en una estola, una alfombra o una tapicer¨ªa para las nuevas generaciones que ya no quieren lucir las pieles encima.
La irrupci¨®n de los animalistas y el rechazo de algunos dise?adores a utilizar pieles para vestir ha supuesto un golpe para las peleter¨ªas en la ¨²ltima d¨¦cada. Espar cuenta que en los a?os ochenta hab¨ªa unas 300 en Catalu?a, pero muchas bajaron la persiana. ¡°Ya no se ven pieles en las pel¨ªculas¡±, remarca Espar, que defiende su negocio porque ¡°el hombre siempre lo ha puesto todo a su servicio¡± y la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n sigue siendo carn¨ªvora y utiliza los animales como bien de consumo en diferentes ¨¢mbitos.
En un gran vestidor de la peleter¨ªa, donde sillas y bancos est¨¢n confortados por pieles, una fotograf¨ªa de Salvador Dal¨ª con un abrigo largo de leopardo recuerda el empaque que tuvo La Siberia en su mejor momento, cuando lucir un abrigo de vis¨®n era un tema aspiracional. Conseguidos la casa y el coche, el vis¨®n era uno de los deseos para muchas mujeres, recuerda Espar, que reconoce que ahora tienen mucha competencia con la tecnolog¨ªa, los m¨®viles o las operaciones est¨¦ticas, mientras las pieles han bajado pisos en la escala de sue?os.
Aun as¨ª, no hay duda de que las pieles son tendencia, a juzgar por los escaparates y la calle. Pero la mayor¨ªa de abrigos que se llevan ahora son de pelo sint¨¦tico. El coste tiene que ver en esta elecci¨®n pero tambi¨¦n el rechazo de las nuevas generaciones a vestirse con la piel de animales. Esto hace que en alg¨²n momento Espar se haya planteado si ser¨ªa conveniente abrirse tambi¨¦n a este nuevo producto, m¨¢s asequible y en consonancia con otra manera de consumir. ¡°Pero de momento estamos en otra corriente¡±, recapacita dando valor al trabajo artesanal y exclusivo de su establecimiento.
En una foto en un vestidor se ve a Salvador Dal¨ª luciendo un abrigo largo de leopardo
¡°El vis¨®n es el rey de las pieles¡± cuenta Espar, que destaca esta prenda como el art¨ªculo m¨¢s especial de la tienda, con un coste de entre 1.800 y 5.000 euros. La variedad de pieles se ha ido reduciendo y si antes ten¨ªan 40 tipos diferentes, ahora est¨¢n entre 10 y 15. A parte del vis¨®n, algunos de los m¨¢s valorados son el zorro, el astrac¨¢n, el rex o el conejo, que proceden de granjas. En los ¨²ltimos a?os ha crecido la tendencia de llevar chaquetas de cuero o napa y en estos casos la piel viene de ovejas y cabras. ¡°Es un subproducto¡± de animales que se sacrifican para el consumo de la carne, matiza. Con pieles de animales de caza pr¨¢cticamente ya no trabajan, afirma. Parte de la producci¨®n es propia y la otra se compra en Italia, sobre todo.
10 empleados
Cuando a finales del siglo XIX, un joven de 21 a?os, Josep Tic¨® Rebert, regres¨® a Barcelona despu¨¦s de haber trabajado en la prestigiosa casa Revillon de Par¨ªs, abri¨® la primera tienda de Espa?a dedicada a este material. ¡°Acierta el futuro brillante que tendr¨¢ la peleter¨ªa en los pr¨®ximos a?os¡±, reflexiona su bisnieto ahora, y pone a su tienda el nombre de uno de los territorios m¨¢s ricos en pieles del mundo. Pero la mala prensa de las pieles y la falta de turismo en Barcelona han puesto a La Siberia enfrente del peor a?o reciente. No de su historia, porque m¨¢s complicados fueron los d¨ªas de la crisis de 1929 o de la Guerra Civil. De momento, sus 10 empleados siguen al pie del ca?¨®n. Espar se mantiene optimista y espera que entre mayo y junio se recupere el turismo. En los ¨²ltimos a?os, el visitante asi¨¢tico y de Oriente Medio es el de m¨¢s poder adquisitivo. ¡°Creo que se recuperar¨¢ y con mucha fuerza porque hay gente que con la pandemia ha podido ahorrar. El que hac¨ªa un viaje al a?o igual el a?o que viene har¨¢ dos viajes¡±, dice esperanzado con el 2021.
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