¡®El exorcista¡¯ ya expulsa demonios en catal¨¢n
A los 50 a?os de la aparici¨®n del cl¨¢sico del terror, Obscura Editorial lo traduce por vez primera a la lengua de Verdaguer, que practic¨® el ritual en 1891
La g¨¦nesis de El exorcista, una de las obras m¨¢s terror¨ªficas de todos los tiempos, fue un poco de risa: William Peter Blatty, su autor, quer¨ªa salir de su encasillamiento como escritor de obras c¨®micas y guiones absurdos. Tambi¨¦n es de risa que la novela, de la que s¨®lo en EE UU se llevan vendidos m¨¢s de 13 millones de ejemplares desde su publicaci¨®n en 1971, haya tardado justo medio siglo en ser traducida al catal¨¢n, en un particular homenaje que le rinde ahora la jovenc¨ªsima Obscura Editorial.
En enero de 1968, Blatty (Nueva York, 1928-2017) alquil¨® una caba?a en el lago Tahoe para escribir una novela sobre una ¡°posesi¨®n demon¨ªaca a la que hac¨ªa m¨¢s de 20 a?os que le daba vueltas¡±, recordaba. Atravesaba entonces una doble crisis profesional: estaba harto de ser identificado como autor de novelas hilarantes y guiones alocados, g¨¦nero que, encima iba la baja, como notaba en su bolsillo. Blatty era popularmente conocido como el autor de ?Qu¨¦ camino para la Meca, Jack? (1960), burlonas memorias de su paso por las Fuerzas A¨¦reas, o por los guiones de las tronchantes El nuevo caso del inspector Clouseau (1964) y ?Qu¨¦ hiciste en la guerra, pap¨¢? (1966).
Durante seis semanas, en aquella caba?a Blatty no pas¨® de ¡°cambiar la fecha de inicio del primer p¨¢rrafo del libro¡±, como admiti¨® d¨¦cadas despu¨¦s. La cosa no sal¨ªa porque la historia de la posesi¨®n demon¨ªaca camuflaba un desequilibrio m¨¢s existencial del escritor. Blatty Era hijo de inmigrantes libios; su padre les hab¨ªa abandonado siendo ¨¦l chico y su madre, sobrina de obispo, una ferviente cat¨®lica. Muy unido a ella, su muerte en 1967 le gener¨® una aut¨¦ntica crisis de fe, que en el fondo fue la semilla de su futura gran novela. Un caso real ocurrido a finales de los a?os 40 en Maryland a un ni?o de 14 a?os estaba en la base de una historia que le impresion¨®, pero el drama resid¨ªa en sus propias dudas, que conjur¨® literariamente en El exorcista, tanto o m¨¢s una historia de fe y sacrificio que de terror. As¨ª lo encarna el joven padre Damien de la obra, que ante la enfermedad terminal de su madre sufre la duda profunda y lacerante de sus creencias y su vocaci¨®n.
En ese contexto espiritual, Damien, ayudado por el anciano y experto en exorcismos padre Merrin, debe enfrentarse al extra?o caso de Regan, una ni?a de 12 a?os v¨ªctima de unos sucesos paranormales cada vez m¨¢s violentos y ante los que los m¨¦dicos no hallan causa cient¨ªfica. La posesi¨®n demon¨ªaca asoma como ¨²nica explicaci¨®n. Ambos capellanes son jesuitas, la misma orden religiosa bajo la que estudi¨® el ni?o Blatty, en uno m¨¢s de los jirones autobiogr¨¢ficos que dej¨® en la obra, como el de su experiencia en la guerra psicol¨®gica en la que trabaj¨® durante la Segunda Guerra Mundial. ¡°Operaciones ps¨ªquicas¡±, las defini¨®, sin entrar nunca en demasiados detalles.
Tard¨® casi un a?o en escribir la novela, que dej¨® deprisa y con retoques de ¨²ltima hora (suavizar el vocabulario soez de la madre de la ni?a y dejar un final m¨¢s abierto, ¡°menos obvio¡±, como le pidi¨® su editor) para aceptar el encargo alimenticio de una adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica. Mientras, El exorcista acab¨® public¨¢ndose en 1971, con un ¨¦xito espeluznante: 52 semanas en la lista de los m¨¢s vendidos, 17 de la cuales como n¨²mero uno. Aun as¨ª, el impacto no sirvi¨® para facilitar una versi¨®n cinematogr¨¢fica, de la que Blatty mismo hizo el guion y que dirigi¨® William Friedkin. El filme, de 1973, que interpretaron Max von Sydow, Jason Miller y Linda Blair en el papel de la ni?a Regan, se convirti¨®, sin embargo, en un icono de la cultura popular como, a rebufo, le ocurri¨® a la novela.
Blatty rechaz¨® participar en una segunda entrega audiovisual y hasta 1983 no escribi¨® una especie de secuela, Legion, que sirvi¨® de base para el filme El exorcista III (1990). No volvi¨® a tocar la novela hasta 2011, cuando el 40 aniversario, dando m¨¢s ritmo a los di¨¢logos e introduciendo alguna escena m¨¢s escalofriante a¨²n. Esa edici¨®n es en la que se basa la versi¨®n en catal¨¢n que ahora publica Obscura Editorial, en traducci¨®n de Eduard Sep¨²lveda. ¡°Llevamos trabajando en ella m¨¢s de un a?o¡±, admite Job Per¨®, apasionado lector de novelas de terror y del primer Stephen King y que, a sus 47 a?os, compaginando su labor como distribuidor de productos qu¨ªmicos, ha hecho realidad su vocaci¨®n y ha creado una editorial que tendr¨¢ en lo incierto, lo que infunde temor por desconocido o misterioso, su raz¨®n de ser.
Un nicho editorial al alza
Terror, ciencia-ficci¨®n y fantas¨ªa, en catal¨¢n y castellano, para franjas crossover y adultos y a un ritmo de una decena de t¨ªtulos al a?o (al menos, un tercio de ellos en catal¨¢n) son las coordenadas de Obscura Editorial, que en el panorama en catal¨¢n se a?ade a una oleada de nuevos sellos en ese nicho en menos de dos a?os, con la llegada de Mai M¨¦s y Chronos (en 2019), y al notable incremento de t¨ªtulos de estos ¨¢mbitos en los cat¨¢logos de otros ya existentes, como Males Herbes, Raig Verd, L¡¯Altra Editorial y Pag¨¨s Editors. ¡°Iremos m¨¢s con textos que sean claramente de terror, una fantas¨ªa m¨¢s oscura que no se quede en espadas y dragones y una ciencia-ficci¨®n m¨¢s inquietante y menos tecnol¨®gica¡±, fija Per¨® como elementos diferenciadores para buscar la parcela intransferible de Obscura Editorial. Otra distinci¨®n ser¨¢ una l¨ªnea de no ficci¨®n sobre ¡°mitos, leyendas y religi¨®n¡±, por ahora con un solo t¨ªtulo (Los ¨²ltimos d¨ªas de Mahoma, de Hela Ouardi, con problemas de censura en pa¨ªses isl¨¢micos), que albergar¨¢ una serie espec¨ªfica sobre figuras catalanas.
Para ser coherente con su nombre, la editorial, apenas con un a?o de vida, tuvo un inicio terror¨ªfico. ¡°El confinamiento de marzo de 2020 empez¨® la misma semana que nuestro primer libro, C¨ªnder i el pr¨ªncep de mitjanit, de la directora de cine y escritora Susan Ee, llegaba a librer¨ªas; y nos pill¨® con dos m¨¢s en la distribuidora¡±, recuerda Per¨®, por lo que lij¨® sus ahorros y los de su padre, con quien ha montado una editorial que no tiene trabajadores fijos y cuenta con la editora externa Roser Vales.
Un autor del g¨¦nero como Jes¨²s Ca?adas, que, tras participar en una antolog¨ªa, recomienda obras (como Los ¨²ltimos d¨ªas de Jack Sparks, de Jason Arnopp), ayuda tambi¨¦n a alimentar un cat¨¢logo en un momento de alta competencia, ¡°pero apasionante: cuando peor lo pasa uno, m¨¢s consume terror en la medida que nos ayuda a enfrentar y superar mejor nuestros miedos cotidianos¡±, formula Per¨®. Tampoco es ajeno, defiende, el triunfo del g¨¦nero en lo audiovisual ¡°que retroalimenta el sector: las historias de las pantallas se nutren de libros como las editoriales con productos salidos de ellas¡±.
De momento, su cat¨¢logo ir¨¢ en breve, entre otros, con la versi¨®n castellana en marzo del nuevo libro del d¨²o Salvador Macip y Ricard Ruiz Garz¨®n, una realidad alternativa con plaga incluida que deja invidente a la gente (Janowitz, en marzo). Y, con todos los honores (tapa dura y 1.400 ejemplares), a partir del 18 de febrero, L¡¯exorcista, o los padres Damien y Merrin sacando demonios en catal¨¢n. Como si fueran el mism¨ªsimo Jacint Verdaguer en 1891.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.