El Govern admite dificultades ante los disturbios pero evita pedir ayuda
La Generalitat no se plantea que la Polic¨ªa auxilie a los Mossos tras dos semanas de violencia
El Gobierno catal¨¢n ha asumido ahora la dificultad de atajar los disturbios desatados durante las protestas a favor del rapero Pablo Has¨¦l. ¡°La situaci¨®n es de una complejidad inaudita¡±, admiti¨® este lunes el consejero de Interior en funciones, Miquel S¨¤mper, por la violencia ¡°desmedida y desbocada¡± de las ¨²ltimas dos semanas. El consejero, que hizo frente com¨²n con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no se ha planteado por ahora la posibilidad de solicitar el auxilio del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. Confi¨® en no tener que hacerlo: cree que el ¡°momento ¨¢lgido¡± de las protestas ya ha pasado.
Los Mossos d¡¯Esquadra han gestionado desde hace m¨¢s de una d¨¦cada episodios de orden p¨²blico de primera magnitud: las manifestaciones de estudiantes contra el plan Bolonia, el movimiento 15-M, las huelgas contra la reforma laboral o por la crisis econ¨®mica, el desalojo del centro okupa Can Vies y las m¨¢s recientes protestas por la sentencia del proc¨¦s, en 2019, que fueron m¨¢s numerosas y provocaron m¨¢s destrozos que las marchas por la libertad de Has¨¦l. Estas ¨²ltimas, sin embargo, se prolongan desde hace ya dos semanas y llegan en un momento pol¨ªtico fr¨¢gil, con un Govern en funciones y en plenas negociaciones con la CUP ¡ªque exige la disoluci¨®n de los antidisturbios y se resiste a condenar la violencia¡ª para la formaci¨®n de un nuevo Ejecutivo independentista.
La polic¨ªa catalana ni se siente superada por los acontecimientos ni se ve incapaz de poner fin, con sus medios, a los disturbios. Pero la confianza en las energ¨ªas propias no impide que, en un momento dado, la violencia se desboque. ¡°La garant¨ªa del orden p¨²blico, cuando existen manifestaciones de 10.000 personas, no existe cuerpo alguno que la pueda garantizar¡±, dijo en una entrevista en Onda Cero S¨¤mper, que es abogado y habla sin tapujos en sus apariciones p¨²blicas.
Designado para el cargo por Junts per Catalunya, S¨¤mper cit¨® como ejemplo el asalto al Capitolio de Estados Unidos, donde ni siquiera ¡°la mejor polic¨ªa y el mejor ej¨¦rcito del mundo¡± pudieron detener a los asaltantes. O las protestas de los chalecos amarillos, que a menudo han desbordado tambi¨¦n a las fuerzas de seguridad francesas.
¡±La capacidad de movilizaci¨®n de quienes quieren ejercer la violencia es cada d¨ªa m¨¢s compleja¡±, advirti¨® el consejero, que atribuy¨® la responsabilidad de los altercados a una amalgama de grupos de ¡°200, 300 o 400 personas¡±: desde el ¡°comunismo combativo¡± hasta ¡°c¨¦lulas anarquistas¡± pasando por ¡°delincuentes comunes¡± que aprovechan las convocatorias para saquear tiendas, como ha ocurrido estos d¨ªas en los principales ejes comerciales de Barcelona, como Portal de l¡¯?ngel o el paseo de Gr¨¤cia. S¨¤mper se?al¨® incluso a las juventudes de la CUP ¡ªla formaci¨®n que tiene la llave para gobernar en Catalu?a¡ª como uno de los colectivos que alientan la violencia callejera.
El malestar por los incidentes, que han afectado con especial intensidad a Barcelona, va en aumento. Vecinos y comerciantes exigen su fin. Los empresarios han reclamado p¨²blicamente al Govern que ¡°ejerza su autoridad democr¨¢tica¡± y se muestre capaz de ¡°recuperar la paz y la convivencia¡±. Las administraciones captaron el mensaje: el Departamento de Interior y el Ayuntamiento de Barcelona se reunieron ayer de urgencia ¡ªtambi¨¦n con los mandos policiales¡ª para abordar la crisis.
¡±Mostramos la unidad institucional para rechazar con toda la firmeza los actos de violencia¡±, dijo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tras la reuni¨®n, en una rueda de prensa conjunta con S¨¤mper. El consejero hab¨ªa lamentado horas antes, en la misma entrevista, que no haya habido desde el primer d¨ªa ¡°mensajes lo suficientemente claros¡± por parte de las autoridades. En las primeras protestas, el debate se centr¨® en el derecho a la libertad de expresi¨®n ¡ªpor el encarcelamiento de Has¨¦l para cumplir una pena por enaltecimiento del terrorismo¡ª y en la actuaci¨®n de los Mossos.
Punto de inflexi¨®n
La primera noche de disturbios, una manifestante perdi¨® un ojo al impactarle un proyectil de foam lanzado presuntamente por la Brigada M¨®vil, la unidad antidisturbios de los Mossos que la CUP pretende suprimir. Aquella actuaci¨®n provoc¨® las cr¨ªticas de los anticapitalistas, que llevaron el modelo de orden p¨²blico a la mesa de las negociaciones. S¨¤mper insisti¨® ayer en que se ha abierto una investigaci¨®n y que se indemnizar¨¢ a la v¨ªctima por los da?os sufridos. Pero subray¨® la necesidad de apartar a los Mossos del debate p¨²blico. ¡°Las balas de foam y el gas pimienta est¨¢n permitidos. Si no estamos contentos con este sistema, que sea el Parlament quien lo decida¡±, a?adi¨® en la Cadena SER.
El pasado s¨¢bado por la noche, unos manifestantes prendieron fuego a una furgoneta de la Guardia Urbana en el casco antiguo con un agente dentro. El polic¨ªa sali¨® herido. Pero el incendio marc¨® un antes y un despu¨¦s en la aproximaci¨®n pol¨ªtica a las protestas. ¡°La violencia nunca es el camino, y menos si pone en riesgo la vida de las personas¡±, zanj¨® Colau. Los incidentes, dijo la alcaldesa, son ¡°lo ¨²ltimo que necesitan¡± vecinos y comerciantes que ¡°ya sufren con la crisis¡± del coronavirus.
S¨¤mper record¨® dos episodios previos que tambi¨¦n rozaron la tragedia. El primero, el martes 16 de febrero, fue un ¡°ataque inaudito, por primera vez en la historia¡±, a una comisar¨ªa de los Mossos, la de Vic. El segundo, el incendio de un sem¨¢foro que pudo alcanzar un edificio de viviendas en Barcelona.
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