El independentismo logra desencallar la Mesa del Parlament pero est¨¢ lejos de cerrar el pacto del Govern
La XIII legislatura, la m¨¢s paritaria de la historia y marcada por la irrupci¨®n de Vox, arranca con un pleno que se celebra fuera del hemiciclo por la pandemia
La XIII legislatura catalana comienza este viernes con la constituci¨®n del nuevo Parlament, resultado de las elecciones del pasado 14 de febrero. Se trata de una sesi¨®n en la que los 135 diputados ¡ªde ellos el 53% debuta en la C¨¢mara¡ª escenifican la toma de posesi¨®n del cargo y eligen a su ¨®rgano rector, la Mesa. ERC, Junts y la CUP llegaron el jueves a un acuerdo que les garantiza el control del ¨®rgano y les permitir¨¢ otorgar la presidencia a Laura Borr¨¤s, de Junts, investigada por un caso de presunta corrupci¨®n. Queda por pactar, sin embargo, el Gobierno de la Generalitat. Todas las partes coinciden en que esto no se producir¨¢ de forma inmediata. La ley pone como l¨ªmite para la primera sesi¨®n del debate de investidura el pr¨®ximo 26 de marzo.
La constituci¨®n del Parlament, por ley, se tiene que realizar como m¨¢ximo 20 d¨ªas despu¨¦s de los comicios. En la misma noche electoral, el aspirante republicano a presidir la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, inst¨® a las otras dos formaciones independentistas (y a los comunes) a cerrar r¨¢pido un acuerdo y as¨ª revalidar el poder secesionista en Catalu?a. Ese llamamiento se top¨® no solo con la estrategia negociadora de las otras dos formaciones, sino tambi¨¦n con la gesti¨®n de los disturbios que sacudieron Catalu?a tras las manifestaciones por el encarcelamiento del rapero Pablo Has¨¦l. Un miembro de la direcci¨®n de ERC asegura que el acuerdo para la Mesa ha sido ¡°como el parto de la burra¡±. Nada hace pensar que la fumata blanca llegue en el ¨²ltimo minuto.
En la sesi¨®n de este viernes en la C¨¢mara catalana habr¨¢ tres votaciones para elegir a los siete miembros de la Mesa, y el independentismo espera tener al menos otros cuatro, adem¨¢s de la presidencia. La aritm¨¦tica, sin embargo, le puede jugar una mala pasada. El control de la Mesa es fundamental, pues se encarga de dar luz verde a lo que se debate, un punto en el ojo del hurac¨¢n ante las advertencias del Tribunal Constitucional de prohibir que se pueda debatir sobre la Monarqu¨ªa o el derecho a la autodeterminaci¨®n, al entender que no se trata de materias propias de una C¨¢mara regional. El PSC, aunque en minor¨ªa, ser¨¢ el ¨²nico dique de contenci¨®n y representante del constitucionalismo. Estas son las cinco claves del arranque de la nueva legislatura:
52% de diputados nuevos, m¨¢s mujeres que nunca
Un total de 71 diputados se estrenan esta legislatura, un 52,3% del total. Esta importante renovaci¨®n de la composici¨®n se explica por el cambio de ciclo en la pol¨ªtica catalana. Mientras que en el 2017 las listas las colmaban los cargos suspendidos en virtud de la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 (sustentando el relato de ¡°restituci¨®n¡± que promov¨ªa el independentismo), esta vez solo estar¨¢n los exconsejeros Meritxell Serret (que regres¨® de B¨¦lgica este jueves y qued¨® en libertad con cargos tras presentarse ante el Tribunal Supremo) y Llu¨ªs Puig Gordi. El expresidente Carles Puigdemont renunci¨® el mi¨¦rcoles al acta. La irrupci¨®n de Vox, la mejora considerable de la CUP y experiencias como las primarias de listas abiertas de Junts tambi¨¦n han contribuido a la renovaci¨®n de caras. Eso s¨ª, la media de edad ha subido y ser¨¢ de 47.
La XIII legislatura bate r¨¦cord en presencia de mujeres. Habr¨¢ 64 diputadas (47% del total) frente a 71 diputados. En los grupos de PSC, ERC, la CUP y el PP, por ejemplo, ellas ser¨¢n mayor¨ªa. M¨¢s partidos apuestan por las listas cremallera y eso permite avanzar en paridad, aunque el reto tambi¨¦n est¨¢ en c¨®mo eso se ve reflejado en los ¨®rganos internos del Parlament. La apuesta por la igualdad va m¨¢s all¨¢ de la composici¨®n y el plan sobre el tema de la C¨¢mara, aprobado en el anterior mandato, busca tambi¨¦n cerrar la brecha de g¨¦nero. Ese documento inclu¨ªa la firma de un compromiso individual de cada diputado de ¡°velar por un entorno libre de sexismo, LGBTIfobia y acoso psicol¨®gico y sexual¡±, pero no es indispensable para acceder a la condici¨®n de diputado. Vox se ha negado a firmarlo asegurando que ¡°no reciben lecciones de nadie¡±.
Hemiciclo cerrado y entrada por turnos para la sesi¨®n constitutiva
Por primera vez en la historia, el pleno de constituci¨®n del Parlament no se celebrar¨¢ en el hemiciclo del palacio del parque de la Ciutadella. Desde que implosion¨® la pandemia, la presencia f¨ªsica de los diputados se ha ido reduciendo y el teletrabajo ha tomado el relevo a las largas jornadas de plenos y comisiones. En la puesta de largo de la legislatura, donde el principal objetivo es elegir a los miembros de la Mesa, la votaci¨®n se hace en urna y para garantizar que los 135 diputados est¨¦n presentes la sesi¨®n se realizar¨¢ en el Auditorio del mismo edificio.
A ese recinto, m¨¢s aireado y con espacio suficiente para garantizar la distancia de seguridad entre silla y silla, solo podr¨¢n ingresar los diputados. Las sillas estar¨¢n asignadas previamente y cada bancada tendr¨¢ que entrar en unos turnos preestablecidos (entre las 9.30 y 9.50 de la ma?ana), con mascarilla puesta y tras haberse tomado la temperatura. El dispositivo sigue las recomendaciones del Procicat, el comit¨¦ t¨¦cnico de la Generalitat que pilota la emergencia sanitaria.
La mesa de edad ser¨¢ la encargada de presidir la votaci¨®n del presidente del Parlament y los otros seis miembros de la mesa. Ernest Maragall (78 a?os), de ERC, repite al ser el diputado de mayor edad y le van a acompa?ar Alberto Tarradas (24), de Vox, y David Gonz¨¢lez (26), del PSC. Tendr¨¢n un primer problema a resolver, y es que deben decidir si aceptan que Puig Gordi pueda delegar el voto. Por otro lado, es muy posible que el pleno de investidura, cuya primera votaci¨®n se tiene que realizar antes del d¨ªa 26 de marzo, tambi¨¦n se celebre en el Auditorio. La ¨²ltima palabra la tendr¨¢ la mesa.
Victoria socialista, mayor¨ªa absoluta independentista
El coronavirus ha marcado profundamente el ciclo electoral en Catalu?a. La pandemia termin¨® por hacer volar los planes de adelanto electoral del expresident Quim Torra; Salvador Illa, la cuota del PSC en el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, termin¨® cogiendo un protagonismo inesperado como ministro de Sanidad y hasta hubo pelea jur¨ªdica por el fracasado aplazamiento electoral motivado por la tercera ola del virus. El temor al contagio el 14-F, sumado a la apat¨ªa y el mal tiempo, dej¨® la participaci¨®n en su m¨ªnimo hist¨®rico en democracia: 53,5%, 25,4 puntos menos que en las auton¨®micas de 2017.
Illa fue precisamente el cabeza de cartel del PSC, que cambi¨® de presidenciable a finales de 2020 tras reemplazar a Miquel Iceta. El golpe de efecto funcion¨® y el PSC gan¨® en votos (652.858) y empat¨® en esca?os (33) con ERC. En 2017, los socialistas sufrieron una seria fuga de votos hacia Ciudadanos, m¨¢s contundente en su antiindependentismo y eso los releg¨® a ser la cuarta fuerza. El triunfo es agridulce, sin embargo, porque no tiene alianzas suficientes para lograr una mayor¨ªa. Las esperanzas de un acuerdo con ERC, si exist¨ªan, terminaron de esfumarse cuando los republicanos acordaron dejar por escrito que no contar¨ªan con el PSC para formar un Ejecutivo.
La din¨¢mica de bloques seguir¨¢ muy previsiblemente en una C¨¢mara donde por primera vez el independentismo ha logrado superar el umbral del 50% del voto, si bien se dejaron 700.000 votos por el camino si se compara con el resultado de 2017. ERC, Junts y la CUP se han conjurado para que el secesionismo siga en el poder tanto en la Generalitat como en el Parlament, pero siguen teniendo diferencias profundas en c¨®mo llegar a la independencia y c¨®mo lograr la ansiada unidad estrat¨¦gica. De momento, han sido incapaces de ponerse de acuerdo sobre el nuevo Ejecutivo. ERC y Junts suman 65 esca?os, tres por debajo de la mayor¨ªa absoluta. Los nueve diputados anticapitalistas permitir¨ªan de sobra superar el umbral, pero las diferencias ideol¨®gicas dejan un panorama inestable. La CUP, de momento, descarta entrar al Govern. El foco volver¨¢ a estar en c¨®mo se usa la mayor¨ªa independentista en la mesa del Parlament, sobre la que ya pesan advertencias y una querella por posible desobediencia al TC.
Laura Borr¨¤s, presidenta del Parlament
La aritm¨¦tica del bloque independentista y unas negociaciones nada f¨¢ciles a tres han hecho que finalmente Junts per Catalunya ostente la presidencia de la C¨¢mara. Laura Borr¨¤s ser¨¢ la segunda autoridad de Catalu?a, se encargar¨¢ de moderar los debates y de hacer respetar los derechos de los diputados. Su antecesor, Roger Torrent, logr¨® imponerse ante Junts en varios pulsos y evit¨® desobedecer a la justicia, por ejemplo, descartando la investidura telem¨¢tica de Carles Puigdemont o retirando el acta de diputado al expresidente Quim Torra. Esos dos momentos fueron los m¨¢s cr¨ªticos en la relaci¨®n entre los socios de Govern.
Las tres formaciones independentistas lanzaron la semana pasada una declaraci¨®n de intenciones al anunciar que, en la pr¨®xima legislatura, piensan desobedecer al Constitucional en la prohibici¨®n a debatir sobre el derecho a la autodeterminaci¨®n y la monarqu¨ªa. La Mesa del Parlament, donde los secesionistas ser¨¢n mayor¨ªa, es la encargada de dar luz verde a los textos que se someten a votaci¨®n y por tanto volver¨¢ a ser fuente de conflicto. El PSC contar¨¢ con una vicepresidencia y una secretar¨ªa y tendr¨¢ que asumir en soledad el rol de dique legal ante resoluciones o debates que no se ajusten a la ley.
La conformaci¨®n de la mesa se vota en tres rondas para elegir los siete cargos en liza. De estos, los independentistas conf¨ªan en asegurar cinco (uno m¨¢s que en la pasada legislatura) pero el resultado final depende de decisiones de ¨²ltimo minuto, dif¨ªcil de pactar pero aritm¨¦ticamente posibles. En la primera votaci¨®n se elige al presidente, y aqu¨ª el rodillo independentista, con 74 esca?os de 135, no dejar¨¢ espacio para que prosperen candidaturas como la de la socialista Eva Granados. La CUP no tiene claro si apoyar a Borr¨¤s por las sombras de duda sobre su presunta prevaricaci¨®n, pero los votos de ERC y Junts bastar¨ªan en una segunda votaci¨®n donde solo se necesita mayor¨ªa simple.
En la segunda ronda se eligen dos vicepresidentes. Los independentistas tienen una asegurada, que ser¨ªa para la republicana Anna Caula, pero un eventual pacto con En Com¨² Podem (9) podr¨ªa abrir la puerta a tener las dos. Para ello, sin embargo, ser¨ªa indispensable que ni Ciudadanos (6) ni PP (3) le den su apoyo al PSC (33 esca?os). En 2017, la formaci¨®n naranja ayud¨® al PSC a entrar en la mesa, compartiendo as¨ª el frente constitucionalista. La gran inc¨®gnita es Vox, la cuarta fuerza con 11 diputados. Independentistas, socialistas y comunes presentaron ayer su dise?o de cord¨®n sanitario que busca que los de Ignacio Garriga est¨¦n fuera de los cargos org¨¢nicos del Parlament y les margina de algunos ¨¢mbitos de la vida parlamentaria. Pero nada les impide votar a quien quieran, incluso sin nada a cambio.
Los votos de la formaci¨®n de ultraderecha podr¨ªan alterar considerablemente el reparto de la ¨²ltima votaci¨®n, la de las secretarias. All¨ª los cuatro nombres m¨¢s votados asumen los cargos. En 2017, por ejemplo, la cuarta secretar¨ªa solo necesit¨® 24 votos. Los independentistas tienen que desconcentrar aqu¨ª su fuerza de 74 y al aspirar a tres secretarias todo quedar¨ªa muy ajustado. ERC quiere que la CUP ocupe una silla como sea (ser¨ªa para Pau Juvill¨¤) y Junts propondr¨¢ al abogado Jaume Alonso Cuevillas para otra. El PSC se garantiza la suya de sobra e, hipot¨¦ticamente, hasta le podr¨ªan sobrar algunos votos para apoyar a un candidato de Ciudadanos si lo quisiera. Naranjas, PP y Vox suman 20 ¡®s¨ªes¡¯ pero tras lo sucedido en Madrid y Murcia hay pocas posibilidades. Si esta f¨®rmula tirara adelante, los independentistas se ver¨ªan obligados a hacer equilibrios internos (o incluso en el reparto del Govern) para que o Junts o ERC pierdan una silla y d¨¢rsela a la CUP.
El reto del cord¨®n sanitario a Vox
Ayer, tambi¨¦n in extremis, el bloque independentista m¨¢s los socialistas y En Com¨² Podem pactaron un dec¨¢logo de medidas que busca neutralizar la actividad de la ultraderecha en el Parlament. Sin mencionar el nombre del partido, el documento propone ¡°establecer los acuerdos necesarios para impedir la presencia de la extrema derecha en la Mesa del Parlament¡± y en otros ¨®rganos rectores. No se firmar¨¢n propuestas de resoluci¨®n conjuntas y no se apoyar¨¢n las presentadas por Vox. Ciudadanos y PP no han suscrito el pacto.
El independentismo se dedic¨® a atacar al PSC en campa?a asegurando que pactar¨ªa con Vox si fuera necesario para lograr la Generalitat. ERC fue especialmente dura e invit¨® a Illa a decir que rechazar¨ªa los apoyos de la ultraderecha. Se trata de un argumento que parte de una premisa err¨®nea y es que, si bien se puede llegar a acuerdos para marginar a Vox de la vida parlamentaria es ilegal e imposible quitarle el derecho a votar en los plenos y, de paso, violar¨ªa el derecho a la representaci¨®n de casi el 8% de los electores.
La votaci¨®n de la Mesa ser¨¢ una prueba de fuego sobre los l¨ªmites entre el cord¨®n sanitario y el libre albedrio de los 11 diputados de Vox. Diez d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, el PSC dio un golpe de efecto publicando un documento en el que esbozaba medidas concretas para ¡°cerrar el paso a la extrema derecha en las posiciones institucionales del Parlament, siempre que sea posible¡±. El movimiento dej¨® en evidencia a los independentistas que aunque trabajaban internamente y hac¨ªan m¨¢s ruido, vieron como los socialistas se les adelantaban. El PSC propon¨ªa un acuerdo a priori sobre la votaci¨®n de los miembros de la Mesa, al menos en la votaci¨®n de las cuatro secretar¨ªas, y as¨ª evitar que de alguna manera llegue Vox. Se har¨ªa algo similar con las mesas que moderan las distintas comisiones del Parlament, tanto legislativas como de estudio. Tampoco se firmar¨ªan las propuestas de resoluci¨®n promovidas por Vox, entre otras.
Una semana despu¨¦s, los independentistas, comunes y socialistas se reunieron para abordar de manera conjunta c¨®mo ser¨ªa ese cord¨®n sanitario y, en palabras de la portavoz de Junts, Elsa Artadi, ¡°silenciar al m¨¢ximo el discurso del odio¡± en la C¨¢mara. El jueves en la tarde se dio a conocer por fin el dec¨¢logo, que tambi¨¦n aboga por ¡°impulsar las modificaciones legislativas necesarias¡± para ¡°blindar¡± el Parlament ante ¡°los discursos de odio y discriminaci¨®n¡±. Ciudadanos y PP critican la ¡°hipocres¨ªa¡± de los socialistas ante Vox, comparando lo que sucede en el Congreso.
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