¡°Con mi plan, todo lo irregular huir¨ªa de la Rambla¡±
Itziar Gonz¨¢lez, la arquitecta de la reforma del paseo barcelon¨¦s, cree que su proyecto est¨¢ en un caj¨®n porque no privatizaba el paseo
El gobierno del Ayuntamiento de Barcelona no ha puesto fecha a la reforma de La Rambla. En 2017 el ayuntamiento convoc¨® un concurso internacional para abordar la degradaci¨®n del paseo. El equipo Km-Zero capitaneado por la arquitecta y exconcejal de Ciutat Vella, Itziar Gonz¨¢lez, gan¨® el concurso ¡ªdotado con 700.000 euros- y present¨® un proyecto que acumula polvo en un caj¨®n. La entidad Amics de la Rambla lleva a?os exigiendo las obras y, de momento, solo han conseguido la promesa de que en 2021 se derriben los quioscos de los antiguos pajareros. EL PA?S ha contactado con Gonz¨¢lez que, tras presentar el proyecto en noviembre del 2018, ha guardado silencio durante dos a?os. ¡°Va a acabar este mandato y no se habr¨¢ hecho nada en la Rambla¡±, pronostica la arquitecta. Gonz¨¢lez tiene claro de donde proviene el inmovilismo del proyecto: las reiteradas presiones de restauradores (las terrazas) y quiosqueros que temen perder espacio en el paseo. Adem¨¢s, la arquitecta advierte que BCom¨² ha apostado por las supermanzanas del Eixample dejando de lado la Rambla.
Gonz¨¢lez dimiti¨® como concejal de Ciutat Vella en 2010 tras intentar paralizar la construcci¨®n del que iba a ser el hotel del Palau de la M¨²sica. En septiembre de 2017, con la alcald¨ªa en manos de Colau, Gonz¨¢lez gan¨® el concurso para transformar el principal paseo de la ciudad. En noviembre de 2018 present¨® en el Liceu, con la concejal Gala Pin, la reurbanizaci¨®n de la Rambla junto a una serie de estrategias para acercar a los barceloneses a un paseo que lleva a?os abocado al turismo. El Consistorio anunci¨® que la reforma comenzar¨ªa en 2019. Nada se ha hecho.
¡°Para entender la Rambla hay que retrotraerse al momento en que se gesta la operaci¨®n del Port Vell y el Marem¨¢gnum. Las discotecas cambian las din¨¢micas nocturnas del paseo. Se instaura en la Rambla una oferta de actividades irregulares como son la prostituci¨®n, los lateros, venta de drogas¡ junto a una demanda basada en el turismo¡±, recuerda. ¡°Cuando llegu¨¦ a la concejal¨ªa ten¨ªa muy claro lo que pasaba en la Rambla. Siempre, lo que funciona mal en el espacio p¨²blico se ha creado previamente en el espacio privado. Analic¨¦ quienes eran los propietarios de los edificios de la Rambla, qu¨¦ actividades econ¨®micas desarrollan y qu¨¦ transparencia hab¨ªa en estas actividades¡¡±, recuerda. ¡°Despu¨¦s de m¨ª, la concejal Merc¨¨ Homs (CiU) consigui¨® redactar un plan que ten¨ªa la finalidad de delimitar las zonas del paseo donde hay un problema de sobreocupaci¨®n. Nuevamente el lobby de restauradores y quiosqueros consigui¨® frenar el plan. Gala Pin plante¨® un concurso para impulsar una intervenci¨®n en el paseo con estrategias culturales, econ¨®micas, comerciales, de dinamizaci¨®n tur¨ªstica y, adem¨¢s, se quer¨ªa renovar la Rambla¡±, recapitula la arquitecta. Un peque?o grupo de vecinos, SOS Rambla, pidi¨® a Gonz¨¢lez que se presentara al concurso. Lo gano con un equipo de 17 personas -¡ª ¡°con gente muy potente desde Paul B. Preciado hasta arquitectas como Lola Dom¨¨nech u Olga Tarras¨®¡±¡ª y cre¨® un sistema mediante el cual se escuchaba y se manten¨ªa informado del proyecto a cerca de 500 personas a los que llam¨® Comunidad Rambla. ¡°Quer¨ªan un plan cultural, un plan de gesti¨®n de espacio de gran afluencia, un plan de dinamizaci¨®n vecinal, comercial y econ¨®mica. Adem¨¢s, a?adimos 15 estrategias generales m¨¢s. Nuestro plan era delimitar un ¨¢mbito amplio dentro de la Rambla, un espacio de miles viviendas, y demostrar la excepcionalidad cultural de ese lugar. A partir de ah¨ª, esa zona tendr¨ªa un estatus que nos permitir¨ªa intervenir en plantas bajas y pisos. Mejorar¨ªamos el entorno y a cambio de la mejora conseguir¨ªamos un retorno social. Los propietarios, por ejemplo, no podr¨ªan vender sus pisos durante un n¨²mero determinado de a?os y deb¨ªan alquilarlos a un precio acordado. Convert¨ªamos la Rambla en un laboratorio de rescate habitacional, comercial y cultural¡±, defiende. Pese a ello, el Ayuntamiento ha guardado en un caj¨®n todas estas estrategias con un simple: ¡°No son viables¡±. ¡°Ganamos el concurso, la ciudadan¨ªa pag¨® nuestros honorarios¡ Nadie me argumenta por qu¨¦ no son viables nuestras propuestas¡±, se enfada.
La arquitecta advierte que tanto la Generalitat como el Ayuntamiento apuestan por el modelo de Areas de Promoci¨®n Econ¨®mica Urbana (Apeu). El Apeu es un modelo de colaboraci¨®n p¨²blico privada y Gonz¨¢lez teme que se instaure en la Rambla. ¡°Es un modelo de gesti¨®n donde el privado, de facto, se convierte en guardi¨¢n de lo p¨²blico y acaban decidiendo que actividades se dan o no al aire libre. Kilometro-Zero propone que la Rambla sea un bien com¨²n urbano y para ello necesita una comunidad que lo reivindique. Creamos la Comunidad Rambla que iban a fiscalizar la implementaci¨®n de las estrategias¡±, denuncia. ¡°La Rambla iba a ser un ecosistema de control democr¨¢tico, iba a monitorizar todo el sistema econ¨®mico y social y eso iba a comportar que las actividades ilegales se sentir¨ªan inc¨®modas en el paseo. Con mi plan, todo lo irregular huir¨ªa de La Rambla¡±.
Tras la presentaci¨®n del proyecto b¨¢sico pasamos al proyecto ejecutivo y hubo correcciones aunque, en esencia, no se alter¨®. Aun as¨ª, todav¨ªa no hay fecha para el inicio de la actuaci¨®n en el paseo. ¡°Los restauradores y quiosqueros siguen presionado porque mi plan les perjudica. Crea un precedente en la Rambla, el lugar que m¨¢s les interesa privatizar. Ellos quieren dise?ar sus propias terrazas, sus propias leyes y saben que cuando la Rambla sea un Apeu lo podr¨¢n hacer¡±, advierte. ¡°El Ayuntamiento ahora habla de arreglar el pavimento actual y eso nos parece ofensivo. Es gastar dinero en algo que en principio hay que cambiar. De hecho, me temo que ese debe ser el plan de los quiosqueros y restauradores. Es el limpia un poco y m¨¢rchate¡±, defiende.
¡°Con las supermanzanas buscan votos en el Eixample¡±
¡°Nuestro proyecto de la Rambla tiene un coste muy razonable. Ahora, en plena pandemia, con los comercios cerrados era el momento de empezar a reformar la parte de abajo del paseo pero el Ayuntamiento ha preferido enfrascarse en las supermanzanas del Eixample¡±, asegura Gonz¨¢lez. ¡°BCom¨² perdi¨® las elecciones en el Eixample y me pregunto si tiene algo que ver con que los grandes proyectos se realicen all¨ª. Proyectos como el despliegue del tranv¨ªa, la plaza de les Gl¨°ries, las supermanzanas¡ est¨¢ todo el presupuesto concentrado all¨ª y, mientras, no se acaba la V¨ªa Laietana ni el Paral¡¤lel, ni la balconada mar¨ªtima ni la Rambla¡±, critica. ¡°En Ciutat Vella cada vez quedamos menos vecinos y menos votos, quiz¨¢s no interesan los proyectos de esta parte de la ciudad. Ahora mismo el proyecto de la Rambla no tiene padre ni madre. Es un proyecto que reivindic¨® la ciudadan¨ªa, yo lo sent¨ª como conejal y tambi¨¦n Homs y Pin pero los lobbies lo siguen impidiendo¡±, advierte. ¡°Llegar¨¢ el final del mandato y no se habr¨¢ hecho nada. Las supermanzanas, donde solo se mejora el espacio p¨²blico, van a provocar m¨¢s gentrificaci¨®n. De aqu¨ª a cuatro a?os seremos m¨¢s pobres, en la Rambla habr¨¢ a¨²n menos vecinos y habr¨¢ pasado la izquierda por el ayuntamiento sin haberlo evitado¡±.
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