La reforma de La Rambla que no tiene fecha

¡°La reforma de La Rambla es prioritaria, pero ahora mismo no podemos marcar una fecha para empezar las obras. La situaci¨®n financiera del consistorio se ha resentido con la crisis del coronavirus¡±. Con esa contundencia explica a EL PA?S Jordi Rabassa, concejal de Ciutat Vella, que el paseo m¨¢s ic¨®nico de Barcelona va a tener que esperar. El aplazamiento sine die no evita que vecinos y comerciantes insistan en que el deterioro que ha sufrido el paseo ha llegado a un punto de no retorno.

El pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprob¨®, en la primavera de 2016, la reforma del paseo. En noviembre de 2018 Km-Zero ¡ªel equipo de t¨¦cnicos que gan¨® el concurso para redise?ar La Rambla y que capitaneaba la arquitecta y exconcejal de Ciutat Vella Itziar Gonz¨¢lez¡ª present¨® sus estrategias para transformar el paseo. El proyecto eliminaba un carril de circulaci¨®n de bajada, ampliaba el tronco central y las aceras del paseo, reubicaba los quioscos, eliminaba los puestos de los antiguos pajareros y preve¨ªa habilitar plazas a lo largo del paseo. Durante la presentaci¨®n se anunci¨® que los trabajos comenzar¨ªan en 2019. Las obras se ejecutar¨ªan por tramos y se alargar¨ªan cinco a?os. Desde entonces, nada se ha hecho.

La arquitecta de la reforma, Itziar Gonz¨¢lez, tiene claro que el proyecto que present¨® ¡°cuenta con el visto bueno de todos los servicios municipales¡±. Gonz¨¢lez advierte de que la pelota est¨¢ en el tejado del consistorio. ¡°La Rambla es un reto para cualquier gobierno. Yo empec¨¦ a impulsar su transformaci¨®n cuando era concejala en 2007 y desde entonces las sucesivas concejalas siguieron trabajando. Sin embargo, va lento. Creo que ahora es el momento, o se hace la reforma o se perder¨¢ una gran oportunidad¡±, advierte. ¡°Es urgente activar las obras del paseo y las acciones estrat¨¦gicas en materia de vivienda, comercio, seguridad, cultura¡­ creo que [el equipo de gobierno] no est¨¢ siendo capaz de articular y de trabajar con la comunidad de La Rambla que surgi¨® y se consolid¨® durante el proceso de trabajo que realizamos en Km-Zero ?Por qu¨¦ no nos piden ayuda?¡±.

Por el momento, el Ayuntamiento solo ha hecho un t¨ªmido avance. El pasado 15 de enero, anunci¨® que iniciaba las estrategias de dinamizaci¨®n cultural de La Rambla. Rabassa explic¨® que uno de los quioscos de floristas acoger¨¢ una emisora de radio y que se habilitar¨¢n espacios en el paseo para llevar a cabo actividades culturales. El concejal solo pudo anunciar que en febrero se aprobar¨¢ en el pleno el plan de reforma integral de todo el paseo, aunque sin fecha de inicio, y que, con suerte, durante este 2021 se derribar¨¢n los 11 quioscos de las antiguas pajarer¨ªas de La Rambla Canaletes.

El anunci¨® cay¨® como un jarro de agua fr¨ªa para la mayor¨ªa de comerciantes y vecinos del paseo. La entidad Amics de La Rambla colg¨® en octubre un marcador en el balc¨®n del Caf¨¦ de la ?pera en el que registra a diario los d¨ªas de retraso que lleva la reforma. Pese a la visibilidad de la protesta, la obra sigue sin fecha. ¡°Me siento un imb¨¦cil porque parece que los gobiernos prefieran la protesta en p¨²blico y la reconciliaci¨®n en privado. Nosotros siempre hemos sido leales y no recibimos lo mismo. La reforma urban¨ªstica es prioritaria. Por supuesto que aprobamos la reforma cultural, pero es insuficiente¡±, advierte Ferm¨ªn Villar, presidente de Amics de La Rambla. ¡°Da la sensaci¨®n de que creen que, si hacen la reforma, ceden protagonismo a Amics de La Rambla cuando nosotros queremos un proyecto para toda la ciudad. Adem¨¢s, nos sentimos maltratados. La teniente de urbanismo, Janet Sanz, no habla con nosotros, creen que hablar con nosotros es hacer una concesi¨®n al sector comercial¡±, denuncia.

No todos est¨¢n a favor de la reforma del paseo. El presidente de la asociaci¨®n de quiosqueros de La Rambla, Juan Jim¨¦nez, piensa que no es el momento. ¡°No estamos vendiendo nada. Solo faltar¨ªa que, cuando empiece a animarse el turismo, nos imposibiliten trabajar con unas obras fara¨®nicas¡±, denuncia.

La florista m¨¢s famosa del paseo, Carolina Pall¨¦s, denuncia que ¡°en su momento¡± La Rambla se dej¨® perder llegando al estado en que se encuentra ahora con el pavimento muy destrozado. ¡°Mi familia lleva aqu¨ª desde 1888. Mi abuela sigui¨® en La Rambla pese a la Guerra Civil. A mi hermana y a m¨ª nada nos detendr¨¢. Es necesario hacer reparaciones en el suelo pero, la verdad, no s¨¦ si es el momento de hacer una Rambla diferente de la que conocemos¡±, duda Pall¨¦s.

Jos¨¦ Cuenca lleva 53 a?os trabajando en el paseo. Tiene cinco paradas de lo que eran los antiguos pajareros. ¡°Yo vend¨ªa animales hasta que me dijeron que no pod¨ªa hacerlo. Entonces llegamos a un acuerdo con el consistorio para vender otras cosas. Ahora no cuentan con nosotros para nada. Somos unos apestados y quieren echarnos. Echan a 90 trabajadores que nos ganamos la vida aqu¨ª¡±, lamenta.