Carta a la Sra. Colau
Solo quiero hablarle de la degradaci¨®n est¨¦tica de Barcelona, la que vemos cada d¨ªa en los ¨¢mbitos del patrimonio y del dise?o urbano, y en el de parques y jardines
Apreciada Sra. Colau, con todos mis respetos, he decirle que me parece que usted tiene gran parte de responsabilidad en la degradaci¨®n de Barcelona. No hablar¨¦ de la econ¨®mica, que Josep Mir¨® i Ard¨¨vol resumi¨® perfectamente en un art¨ªculo el pasado 8 de marzo en La Vanguardia. All¨ª explica c¨®mo su urbanismo t¨¢ctico es en realidad un proyecto de decrecimiento econ¨®mico camuflado bajo la consigna de una lucha ¨¦pica contra la contaminaci¨®n. ?l no est¨¢ en contra de las supermanzanas, sino que advierte que tendr¨ªan que ir precedidas por una revoluci¨®n en la movilidad urbana, que yo interpreto ¡ªcomo todo el mundo¡ª como una gran mejora de los transportes p¨²blicos. Yo he vivido en Par¨ªs y Nueva York largo tiempo y nunca se me ha ocurrido alquilar un coche en aquellas ciudades: el metro me llevaba a todas partes. Lo mismo deber¨ªa suceder en Barcelona, en lugar de este car¨ªsimo tranv¨ªa que nadie quiere, que colapsar¨¢ la ciudad y que es tan f¨¢cil de sabotear con silicona.
Pero yo solo quiero hablarle de la degradaci¨®n est¨¦tica de Barcelona, la que vemos cada d¨ªa en los ¨¢mbitos del patrimonio y del dise?o urbano, y en el de parques y jardines. Por ejemplo, acabo de leer que han incluido el Hivernacle, este bello edificio ideado por Josep Fontser¨¨ y construido por Josep Amarg¨®s i Samaranch entre 1883 y 1887, en el plan de restauraci¨®n de ciertos monumentos de la ciudad. Ojal¨¢ no se les caiga antes de empezar las obras, pues la misma noticia apareci¨® ya en 2015. Cuando voy a Fotocolectania o al Museo Picasso paso siempre a verlo y en septiembre ya estaba en un estado de total abandono: fachada da?ada, estructura de hierro muy deteriorada, vidrios rotos y colchones, ropa sucia y restos de fuego en su interior. Una chica brasile?a que tambi¨¦n lo miraba at¨®nita me coment¨® que anteriormente hab¨ªa ido all¨¢ a dibujar plantas, pero que la ¨²ltima vez pens¨® que su vida corr¨ªa peligro y dej¨® de ir. En febrero ya hab¨ªan puesto un candado.
En el dise?o urbano, un grupo de Facebook llamado StopColau suele publicar ejemplos inenarrables de su utilizaci¨®n de las barreras de hormig¨®n llamadas New Jersey. No me adhiero a este grupo porque el tono a veces no es respetuoso pero hay que ver lo que publican, y no son fotos trucadas. Extra?os minibares improvisados entre paramentos de cemento amarillo rodeados de contenedores de basura, pavimentos absolutamente rotos, calles cortadas sin ninguna explicaci¨®n¡ Pero igualmente preocupante es el caso del dise?o gr¨¢fico municipal. En los autobuses hay un anuncio que cuesta un buen rato de comprender. Ya me he enterado que responde a la campa?a Viatja amb Karma con un personaje que ¡°corrige las infracciones y los comportamientos incorrectos¡±. Pero en realidad la Karma (cuyo juego de palabras con el karma hinduista es bien tonto; si Salvador P¨¢niker lo oyera se revolver¨ªa en su tumba) es una vieja horrenda con mo?o y una boca de rejilla que cuando lleva mascarilla exhorta a ¡°viajar con responsabilidad¡± (en vez de simplemente decir ¡°use mascarilla por el bien de todos¡±). Pero tambi¨¦n se enfurece ¡ªcon raz¨®n¡ª en la campa?a contra la violencia machista en el transporte p¨²blico. En realidad tiene m¨¢s un aire a la Do?a Urraca del Pulgarcito que a una mujer empoderada. Revisen el modelo, por favor.
Y por fin, parques y jardines. El parquecito de mi barrio, en la llamada plaza de Ferran Casablancas, que estaba en un estado lamentable, nos lo han ido adecentando por etapas. Arreglan un trocito y dejan el otro a la mitad. En muchos trozos ya arreglados falta hierba y junto al estanque hay unas l¨¢minas geotextiles (para los simples mortales: pl¨¢sticos) colocados sobre una gravilla ¡ªque se desparrama s¨ª o s¨ª¡ª y que se levantan cual instalaci¨®n de arte povera o de land art improvisado. Porque ya s¨¦ que ustedes est¨¢n por los jardines silvestres, siguiendo seguramente el modelo del paisajista Gilles Cl¨¦ment o el de Piet Oudolf, pero el d¨ªa en que nuestros jardines y parterres se asemejen al High Line de Nueva York dejar¨¦ de quejarme. Hay una gran diferencia entre las plantas silvestres cuidadas, que son una maravilla, y los hierbajos que pueblan nuestra querida Barcelona.
Sra. Colau, yo la vot¨¦ porque me parec¨ªa que usted era feminista y de izquierdas, pero para ser lo segundo hay que escuchar a los ciudadanos y, si es el caso, no tener reparos en hacer autocr¨ªtica.
Victoria Combalia es escritora y cr¨ªtica de arte
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