La envenenada herencia del Palau
La fundaci¨®n de la instituci¨®n musical que se neg¨® a acusar a CDC reclama ahora ser resarcida del expolio por los sucesores pol¨ªticos de la formaci¨®n de Jordi Pujol, se llame JxCat o PDeCAT
En las ¨²ltimas elecciones catalanas el partido de Carles Puigdemont renunci¨® a pronunciarse sobre el futuro de los impuestos en Catalu?a. Pas¨® especialmente de puntillas sobre los de sucesiones y patrimonio. Laura Borr¨¤s razon¨® que cuando llegue la independencia habr¨¢ tiempo para afrontar con seriedad el debate. Y es que Junts per Catalunya se mueve a gusto en esa modernidad fiscal tan l¨ªquida que se ha hecho a medida y que oscila entre las tesis de Thomas Piketty o la escuela de pensamiento de Isabel D¨ªaz Ayuso. Junts es un ejemplo de un sincretismo que mantiene la comuni¨®n de neoliberales enrag¨¦s (valga el ox¨ªmoron) con socialdem¨®cratas tout court. Toda contradicci¨®n es secundaria cuando se tiene la vista puesta en el objetivo supremo de la independencia.
El caso es que esa volubilidad de pensamiento est¨¢ contagiando a muchos sectores de la sociedad catalana, que dicen y a veces incluso hacen una cosa y su contraria. El asunto no tendr¨ªa mayor trascendencia de no haber sacudido a uno de los grandes s¨ªmbolos de la burgues¨ªa catalana: el Palau de la M¨²sica. En todo el proceso judicial iniciado en 2009 por el saqueo de la instituci¨®n musical tanto la Fundaci¨®n del Palau como el Orfe¨® Catal¨¤ no quisieron acusar a Converg¨¨ncia Democr¨¤tica. Los primeros an¨¢lisis del hecho apuntaban malignamente a una impl¨ªcita solidaridad de clase que ser¨ªa largo ilustrar aqu¨ª, pero que en lenguaje coloquial suele ilustrarse con la expresi¨®n ¡°perro no muerde perro¡±. Sosten¨ªan que lo que cobr¨® el partido de Jordi Pujol y Artur Mas eran comisiones procedentes de la constructora Ferrovial en las que el Palau hab¨ªa actuado como simple intermediario.
Hace unos d¨ªas, sin embargo, ambas instituciones enviaron una carta a la Audiencia de Barcelona en la que solicitaban que ante el temor de que no se pueda cobrar el decomiso de 6,6 millones de euros a los que fue condenada Converg¨¨ncia por financiaci¨®n ilegal, se tuviese por sucesor de ese partido no solo al PDeCAT, sino tambi¨¦n a Junts per Catalunya. El caso es que CDC est¨¢ sometida a un concurso voluntario de acreedores y hay discrepancias entre un juzgado de lo mercantil y la Audiencia sobre si las 22 sedes embargadas a la formaci¨®n que fund¨® Jordi Pujol se destinar¨¢n a pagar la responsabilidad civil de los perjudicados por el saqueo del Palau o bien se integrar¨¢n en la masa activa del concurso.
La petici¨®n de la Fundaci¨®n es un jal¨®n m¨¢s del rocambolesco proceso. Cuando Converg¨¨ncia volvi¨® al poder, una de sus primeras medidas de autodefensa fue la retirada como acusaci¨®n particular del Govern por el caso Palau contra cargos de CDC impulsada bajo el Tripartito. Era 2011 y tanto Artur Mas ¨Centonces presidente¨C como Ferran Mascarell ¨Cconsejero de Cultura¨C negaron cualquier implicaci¨®n pol¨ªtica en este cambio de actitud, que atribuyeron a los consejos de los propios servicios jur¨ªdicos de la Generalitat. Luego esos consejos debieron cambiar porque en 2017 ¨Cante la presi¨®n del Parlament y del Ayuntamiento de Barcelona¨C el Gobierno catal¨¢n de Carles Puigdemont se vio obligado a no impedir la acusaci¨®n a CDC. Sin embargo, al tomarse la decisi¨®n fuera de plazo para modificar las conclusiones y no tener indicaciones el abogado de la Generalitat de tomarse en serio el cambio de actitud, el resultado fue que no hubo acusaci¨®n por parte de las instituciones p¨²blicas. Que todo cambie para que todo siga igual.
Las triqui?uelas jur¨ªdicas y t¨¦cnicas dieron los frutos apetecidos. Nada ten¨ªa todo ello de extra?o, pues si ni los propios patricios del Palau acusaban a CDC, ?por qu¨¦ iban a hacerlo los sucesores pol¨ªticos de la formaci¨®n, ll¨¢mense PDeCAT o Junts per Catalunya?
Ahora la maldici¨®n de la herencia del Palau persigue a los sucesores pol¨ªticos de la formaci¨®n de Jordi Pujol y Artur Mas. JuntsxCat asegura que son una formaci¨®n nueva. El Palau de la M¨²sica no opina lo mismo y ha expuesto en su carta a la Audiencia hasta 11 razones por las que no puede decirse que la formaci¨®n que lidera Carles Puigdemont no tiene nada que ver con Converg¨¨ncia. De hecho el propio Puigdemont era presidente de la Generalitat cuando en mayo de 2017 se organiz¨® el gran trampantojo de hacer ver que se acusaba a CDC para acabar no haci¨¦ndolo. La ret¨®rica como siempre maquillando la realidad de los hechos. Cuando llegue la independencia tal vez ser¨¢ el momento de abordar qu¨¦ hacer no solo con el impuesto de sucesiones sino con las herencias malditas. Mientras, bienvenidos sean los cambios de humor y de actitud del patriciado catal¨¢n, anta?o tan af¨ªn a CDC. M¨¢s vale tarde.
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