Joan Oll¨¦ afirma que nunca ha tenido un comportamiento ¡°legalmente reprobable¡± con sus alumnos
El director acusado de abusos declar¨® el viernes ante la Comisi¨®n para la Prevenci¨®n del Acoso Sexual del Institut del Teatre
El director de teatro Joan Oll¨¦ ha roto su silencio acerca de las acusaciones de abusos que efectuaron contra ¨¦l alumnos del Institut del Teatre de Barcelona y que provocaron que se le apartara de su trabajo como profesor del centro y se abriera una investigaci¨®n. En un texto titulado En defensa propia que ha publicado El Peri¨®dico, Oll¨¦ defiende su inocencia y afirma que nunca ha tenido un comportamiento ¡°legalmente reprobable¡± con sus alumnos.
El director de teatro y exprofesor se?ala que ha esperado para responder a las acusaciones ¡°un tiempo prudencial¡±, hasta ser citado a declarar el 26 de marzo pasado por la Comisi¨®n para la Prevenci¨®n del Acoso Sexual en la sede de la Diputaci¨®n. ¡°Si hab¨ªa callado hasta ahora es porque entend¨ªa que era ante este ¨®rgano donde deb¨ªa hablar en primer lugar. As¨ª lo hice el viernes pasado, respondiendo respetuosamente a todas las preguntas que se me hicieron, reiterando mi inocencia respecto a cualquier acusaci¨®n de acoso sexual, as¨ª como manifestando que lo que se ha estado diciendo de m¨ª estos d¨ªas no es cierto¡±.
Joan Oll¨¦, que apunta que ha encargado a su abogado que estudie interponer acciones penales contra una publicaci¨®n en la que ¡°se me ha llegado a llamar depredador sexual¡±, deplora en su escrito haber tenido que dejar, ¡°humillado y sin ning¨²n respeto por mi presunci¨®n de inocencia, no solo tres proyectos teatrales ya en marcha, sino tambi¨¦n otras actividades profesionales, siendo objeto de un escrutinio p¨²blico implacable y sin derecho a r¨¦plica, que ha hecho mucho da?o tanto a m¨ª como a las personas que quiero, y me ha dejado en una situaci¨®n en la que me es actualmente imposible ganarme la vida¡±.
El director considera que ha ense?ado teatro ¡°con entrega, intensidad, vehemencia y quiz¨¢s exceso de rigor¡±, tratando de ¡°comunicar el af¨¢n de superaci¨®n personal y responsabilidad social de la mejor manera que he sabido, insistiendo en que solo a trav¨¦s de la t¨¦cnica los futuros profesionales podr¨¢n ser libres y creativos, en la importancia de la precisi¨®n expresiva e invit¨¢ndoles a ir al l¨ªmite de s¨ª mismos¡±. Oll¨¦ asegura que ¡°nunca he faltado deliberadamente al respeto a ninguna persona ni he pretendido obtener ninguna ventaja de mi posici¨®n docente¡±. Y a?ade: ¡°He confraternizado con los alumnos fuera de las horas de clase: he usado con ellos un lenguaje distendido, coloquial, ir¨®nico, libre y provocador propio de un marco de familiaridad y confianza sin que nadie, hasta ahora, me haya hecho saber que se sinti¨® molesto, ofendido o maltratado por mis actos o palabras¡±. Afirma que ¡°siempre he tenido la percepci¨®n de que mi manera de hacer era bien acogida y entendida. Otra cosa, muy distinta, es que a algunos no les gustara mi car¨¢cter ni compartieran mi sentido del humor. Pero esto no es ning¨²n delito, ni ninguna agresi¨®n a nadie¡±.
Respondiendo a las acusaciones, Oll¨¦ recalca que ¡°nunca en casi 40 a?os de docencia en el Instituto, en el Col¡¤legi de Teatre del que fui cofundador, en la universidad y en otras escuelas de arte dram¨¢tico he mantenido ning¨²n tipo de relaci¨®n sentimental ni sexual con ninguna alumna ni alumno, en ning¨²n caso, ni bajo ninguna circunstancia¡±. Y que ¡°nunca he usado mi posici¨®n acad¨¦mica para asediar a nadie ni para sacar provecho de otra manera¡±.
En su escrito, el director apunta que ¡°aunque mis alumnos han sido siempre mayores de edad y con capacidad de consentimiento, para m¨ª esta ha sido una l¨ªnea roja que nunca he pisado. Ni una sola persona podr¨¢ decir que he aprovechado esta circunstancia para, prevali¨¦ndome de mi posici¨®n, conseguir ning¨²n tipo de beneficio personal¡±. Afirma tambi¨¦n que ¡°nunca he agredido a nadie, ni hubiera tolerado ning¨²n tipo de agresi¨®n¡±.
Oll¨¦ subraya que condena ¡°cualquier tipo de abuso contra las mujeres, y, en particular, el abuso sexual, as¨ª como cualquier vejaci¨®n o humillaci¨®n a cualquier persona, sea cual sea su g¨¦nero, raza, ideolog¨ªa u orientaci¨®n sexual¡±, y dice hacerlo ¡°sin matices¡±. El director concluye su escrito afirmando que ¡°entre las muchas desproporciones, extrapolaciones, distorsiones, falsedades y acusaciones an¨®nimas que he podido leer o escuchar, he entendido que, efectivamente, algunos de mis exalumnos pueden considerar que algunos aspectos de mi personalidad pedag¨®gica no eran los m¨¢s adecuados para su sensibilidad, y se sintieron heridos; estoy dispuesto a discutirlo, a valorarlo, a darles la raz¨®n si es necesario y volver a disculparme. Pero tambi¨¦n pido que no se saquen las cosas de contexto ni las acusaciones se tergiversen o disfracen de algo que no son: tanto el abuso como el acoso son delitos, y yo no he cometido ninguno, ni he atentado a lo largo de 40 a?os contra la libertad y la dignidad de mis alumnos¡±.
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