Jordi S¨¤nchez negocia el futuro Gobierno catal¨¢n desde prisi¨®n mientras Junqueras se aparta

La c¨¢rcel de Lledoners est¨¢ a 75 kil¨®metros del Palau de la Generalitat, pero es un escenario central en las negociaciones para formar gobierno en Catalu?a. El tim¨®n de Junts per Catalunya lo maneja su secretario general, Jordi S¨¤nchez, que se re¨²ne casi a diario ¡ªaprovechando permisos de salida o visitas que recibe en prisi¨®n¡ª con el equipo negociador. El l¨ªder de Esquerra, Oriol Junqueras ¡ªtambi¨¦n encarcelado tras ser condenado en el juicio del proc¨¦s¡ª, mantiene, pese a su ascendencia pol¨ªtica, un perfil bajo.

Esquerra Republicana (ERC), que conf¨ªa en cerrar un acuerdo de legislatura con Junts para presidir la Generalitat, ha encontrado en S¨¤nchez a un hueso duro de roer. El exl¨ªder de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) es un ¡°negociador de hierro¡±, que se mantiene firme para hacer valer los planteamientos de Junts, dice un amigo que le visita a menudo en el centro penitenciario. ¡°?l no se desgasta¡±, a?ade, pese a que en los ¨²ltimos d¨ªas ha acusado el cansancio propio de unas negociaciones que, cuando se dan en Lledoners, se restringen a la franja de 16.00 a 20.00, reservada para las visitas de autoridades. El coronavirus ha a?adido dificultades, ya que las conversaciones deben realizarse a trav¨¦s de un cristal.

S¨¤nchez ha llegado a sostener, en prisi¨®n, que prefiere ver a su partido cuatro a?os en la oposici¨®n antes que permitir un Gobierno d¨¦bil o alejado de la senda independentista. Al mismo tiempo, insiste en que la voluntad de Junts es ¡°llegar a un acuerdo¡± y descarta nuevas elecciones. Su papel es protagonista. El expresidente Carles Puigdemont, huido en B¨¦lgica de la justicia, le entreg¨® las riendas de la negociaci¨®n para ejercer la m¨¢xima presi¨®n sobre los republicanos y ara?ar un acuerdo satisfactorio.

El estilo de S¨¤nchez, que procede del mundo asociativo pero no de la pol¨ªtica, choca con la forma en la que tradicionalmente ha negociado el espacio convergente. Los exconsejeros Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn, de la antigua Converg¨¨ncia, forman una suerte de triunvirato. Y discrepan, en ocasiones, de la rigidez de S¨¤nchez. La pol¨ªtica de cero filtraciones tambi¨¦n dificulta que la informaci¨®n circule y, como no se les comparten ciertos detalles, los presos se sienten apartados.

Dentro de Junts habitan diversas sensibilidades sobre c¨®mo se llevan a cabo las negociaciones con ERC. Si bien hay sinton¨ªa en marcar a los futuros socios e impedir que se eclipse la figura de Puigdemont, los resquemores van m¨¢s del ¡°c¨®mo¡± que del ¡°cu¨¢nto¡± se ha de tensar la cuerda. Junts es un partido joven, con personas provenientes de culturas pol¨ªticas distintas, y eso se nota.

Por otro lado, la participaci¨®n del exvicepresident Oriol Junqueras es limitada. El presidente de ERC recibe informaci¨®n sobre el estado de las negociaciones, pero est¨¢ alejado del d¨ªa a d¨ªa y de la estrategia. Fuentes de la direcci¨®n republicana dan por descontado que se le consultar¨¢ de manera preferente cuando todo est¨¦ cerrado ¡ªcomo pasar¨¢ con Marta Rovira, huida de la justicia en Suiza¡ª, pero explican que han quedado en un segundo plano por voluntad propia, un indicador de la estrategia a medio plazo de la formaci¨®n. Con Pere Aragon¨¨s en la presidencia de la Generalitat, la estructura del partido se tendr¨¢ que modificar y seguramente, apuntan esas fuentes, se encaminar¨¢ hacia un modelo similar al del PNV: la direcci¨®n pol¨ªtica por un lado; la de poder, por otro.

No es la primera vez que los pol¨ªticos independentistas condenados por el refer¨¦ndum del 1 de octubre ¡ªa penas de entre nueve y 13 a?os de c¨¢rcel¡ª juegan un papel destacado en las negociaciones para formar Gobierno en Catalu?a. Ocurri¨® tras las elecciones al Parlament de diciembre de 2017, que dieron paso a la presidencia de Quim Torra. Los presos permanec¨ªan entonces en la c¨¢rcel madrile?a de Soto del Real. Tambi¨¦n pas¨® con la investidura a Pedro S¨¢nchez o los Presupuestos. El escenario de las negociaciones es ahora Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada, donde permanecen ingresados los siete presos varones del proc¨¦s. El juzgado tumb¨® hace d¨ªas el tercer grado concedido por el Departamento de Justicia, que les permit¨ªa regresar a prisi¨®n solo a dormir.