El aluvi¨®n de reservas anima la reapertura nocturna de la restauraci¨®n en Barcelona
¡°La gente tiene ganas de volver a cenar fuera de casa¡±, explica el propietario de varios restaurantes
No es un boom pero s¨ª un aluvi¨®n. El ritmo de entrada de reservas para cenar en muchos restaurantes barceloneses a partir de este domingo, d¨ªa que finaliza el estado de alarma y la restauraci¨®n podr¨¢ abrir hasta las 11 de la noche, ha animado las expectativas de un sector muy castigado por las restricciones desde el estallido de la pandemia. Esta semana los tel¨¦fonos han sonado, y mucho, para hacer reservas para las cenas y tambi¨¦n para recuperar a trabajadores que todav¨ªa estaban en situaci¨®n de ERTE.
Con los ¨²ltimos n¨²meros facilitados por la Seguridad Social, en Catalu?a hab¨ªa en este mes un total de 136.559 personas en ERTO, 21.000 menos que el mes pasado, y una parte muy importante de ellas corresponde a la restauraci¨®n que, junto con las plantillas de los hoteles, son a las que les est¨¢ costando m¨¢s la reactivaci¨®n por el efecto combinado de las restricciones del Procicat y por la ausencia de turismo.
Pese a todo, las expectativas son buenas. ¡°No est¨¢ mal, para ser domingo, est¨¢n entrando bastantes reservas. No es un alud, pero est¨¢ bien. Es la prueba de las ganas que hay de salir, la gente tiene ganas de volver a cenar fuera de casa. Y la verdad es que hay mucha expectaci¨®n de c¨®mo se funcionar¨¢ a partir de ahora; de si la pandemia habr¨¢ cambiado los h¨¢bitos solo de forma provisional¡±, explica Eduard Urgell, director general de Angrup, con 17 restaurantes en Barcelona que abrir¨¢n hoy por la noche.
Como otros restauradores, esta semana ha sido de actividad intensa, de preparativos para ajustar los turnos del personal y de m¨¢s demandas a los proveedores. En ese grupo, la mayor¨ªa de los trabajadores lo hac¨ªan a tiempo parcial, por lo que el incremento de horarios y de turnos repercutir¨¢ en la normalizaci¨®n laboral a jornada completa ¡°aunque todav¨ªa nos queda alguno por recuperar¡±, a?ade Urgell, que est¨¢ convencido que la progresiva vacunaci¨®n de la poblaci¨®n se notar¨¢ en las reservas y conf¨ªa en que a partir de julio ya se sume el turismo.
En el grupo Sagardi, con 14 restaurantes en la capital catalana, poder servir cenas se ha traducido en la apertura de dos locales que permanec¨ªan cerrados, que cinco funcionen hasta la cena todos los d¨ªas de la semana y que otros siete lo hagan de jueves a domingo. ¡°Las reservas van bastante bien y estamos muy contentos de ir recuperando la normalidad. Para nosotros es muy importante que el cliente local y del ¨¢rea metropolitana vuelva a salir y que no haya marcha atr¨¢s en las restricciones¡±, apunta Juan Carlos Arriaga, director comercial del grupo en el que trabajaban 300 personas antes de la pandemia. La desescalada permitir¨¢ que cien trabajadores de esos restaurantes y del servicio log¨ªstico trabajen al 100% ¡ªque salgan por completo del ERTE¡ª y que se vaya recuperando a otros progresivamente. ¡°Esas llamadas son las mejores, cuando les dices que pueden volver de nuevo¡±, a?ade.
Tambi¨¦n est¨¢ pasando que algunos trabajadores que estaban en ERTE han optado por intentar buscar otras salidas: ¡°Entre un 20% y un 25% probablemente ya no volver¨¢n al sector, algunos se han vuelto a sus pa¨ªses y otros optan por probar otras cosas¡±, apunta Jes¨²s Lodeiro, responsable de hosteler¨ªa de UGT.
Para muchos restaurantes las cenas comportan el 60% de la facturaci¨®n de un d¨ªa. De ah¨ª el desastre que ha supuesto el ir encadenando restricciones. Despu¨¦s de 40 d¨ªas de cierre en el oto?o, la restauraci¨®n recuper¨® las cenas durante cuatro semanas antes de Navidad y desde entonces pudo abrir ¡ªcon aforo interior limitado al 30%¡ª con dos franjas de cuatro horas y media hasta el pasado 8 de marzo, cuando se les dej¨® abrir de forma ininterrumpida hasta las cinco de la tarde. Y peor parte llevaron los negocios de restauraci¨®n de los centros comerciales, cerrados hasta marzo.
¡°La noche es fundamental, aunque los mediod¨ªas han funcionado bien, las cenas, en nuestro caso, son esenciales¡±, comenta Pedro Zarraluqui, propietario del Salamb¨®, puerta con puerta con los cines Verdi llenos hasta la bandera los fines de semana. Al Salamb¨® se incorporar¨¢ ahora el 40% restante de la plantilla.
Donde m¨¢s se est¨¢ notando el movimiento por la apertura nocturna es en los restaurantes a pie de las playas de Barcelona. ¡°Est¨¢n entrando muchas reservas, pinta bastante bien. Ahora solo falta que vuelva el turismo¡±, explica Guillem Mitats, responsable del grupo Esencia con el restaurante Agua y el Brisa en la Barceloneta. Servir cenas supondr¨¢ que trabajen a tiempo completo los 60 trabajadores. Antes de la pandemia eran 75. Y no es el ¨²nico en el que el par¨®n de la actividad ha mermado las plantillas.
Una merma en las plantillas que es m¨¢s importante en los restaurantes del centro de la ciudad. Como el Cachito, en Rambla de Catalunya, en el que ahora se incorporar¨¢n 10 m¨¢s a los 14 trabajadores del local que ten¨ªa 62 de antes de la pandemia. El diagn¨®stico es el mismo: ¡°Aqu¨ª el 80% de los clientes eran turistas y ahora el servicio de comida a mediod¨ªa va bien pero el cliente local no gasta tanto. A ver qu¨¦ da de s¨ª el tardeo¡±, se preguntaba el encargado.
No solo cierran los grandes, como el conglomerado ElBarri, de Albert Adri¨¤, o el Senyor Parellada; otros, que ocupaban locales emblem¨¢ticos, como El Gran Caf¨¦, en la esquina de la calle de Aviny¨®, han cambiado de manos y del grupo Cacheiro pasa a otro de Madrid, seg¨²n explican fuentes del sector. En Barcelona hay unos 10.000 bares y restaurantes y el gremio sostiene que la ¡°mortandad¡± de los negocios no ser¨¢ inferior al 25%, de acuerdo con sus bases de datos que reflejan lo que les pasa a sus agremiados, unos 3.500. Persianas que seguir¨¢n cerradas o a la espera de reapertura tras el traspaso. El director del gremio, Roger Pallarols, se felicita por la apertura nocturna: ¡°?Por fin! Ya veremos qu¨¦ pasa despu¨¦s del boom de entrada del cliente local. Que las semanas son largas y aqu¨ª solo se suele salir los fines de semana. Por eso, hace falta que vuelva el turismo¡±.
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