Love Of Lesbian se acerca a la normalidad en el Jardins de Pedralbes

Reencuentro doble con su p¨²blico tras el Sant Jordi de los ant¨ªgenos, un concierto m¨¢s sanitario que musical donde la carga emocional era tan alta que hubiese triunfado hasta Gepeto con su form¨®n. La vuelta a un concierto todo lo normal posible en ¡°el festival que mejor huele¡± tal y como lo describi¨® Santi Balmes, permiti¨® que Love Of Lesbian se reencontrasen en un contexto m¨¢s habitual, mascarillas aparte, donde el ¨¦xito ya s¨®lo estuvo vinculado a su m¨²sica y al estreno de su nuevo disco V.E.H.N. Y la actuaci¨®n del grupo en Barcelona sirvi¨® para evidenciar que en general sus nuevas canciones ya gozan del fervor de un p¨²blico que, llenando literalmente el recinto -seg¨²n parece todo el mundo iba en burbujas de convivencia que convert¨ªan la distancia f¨ªsica en un concepto metaf¨ªsico-, se dejaron la garganta cantando letras que, norma de la casa, carecen de manual de uso. Les ha costado triunfar, pero ahora parece que les costar¨¢ abandonar la popularidad. Lo que tarda musicalmente en llegar suele tardar en marchar.

Las nuevas canciones de Love Of Lesbian tienen patr¨®n muy marcado: melod¨ªas no siempre memorizables, letras no lineales, instrumentaci¨®n cada vez m¨¢s prolija, una voz personal que raspa y un carisma en pantuflas. Pop con cierta deriva ¨¦pica no catedralicia y con aumentos de intensidad que en Pedralbes hicieron temblar el entarimado de las gradas, maltratado por el pataleo de un p¨²blico con infiltraciones de personas m¨¢s maduras que los propios m¨²sicos y menos dadas a la explosi¨®n f¨ªsica. Y para la instant¨¢nea, el momento m¨®vil en Planeador, con las gradas tachonada de puntos de luz. No por repetido cansa este recurso, el fr¨ªo led que arrincon¨® a la c¨¢lida llama. Y entre tanto calor se col¨® alg¨²n error, como por ejemplo la frialdad del final del concierto antes de los bises, con un Los irrompibles que dej¨® al p¨²blico callado, aparentemente distante y sin pedir m¨¢s.

Con algunas piezas paradigm¨¢ticas fuera del repertorio para hacer sitio a las nuevas composiciones -sonaron ocho- el estilo Love Of Lesbian se impuso. Tienen su sonido, y eso parece bastarles. El p¨²blico as¨ª lo demostr¨® en una noche de tiros largos en la que el contexto palaciego, con sus jardines y fuentes, sus restaurantes y sus escenarios subsidiarios, tiene algo de torneo de tenis. Para volver a tierra, Love Of Lesbian no dejaron el concierto arriba, sino en un prudente plano descendente rematado con El paso. Con el horario de anta?o recuperado, inicio a las 10 de la noche, el final m¨¢s all¨¢ de la medianoche inhabilit¨® el metro, pero ya se sabe que los perfumes caros no se pensaron para el subsuelo.