Malestar en las residencias en Catalu?a: ¡°Se podr¨¢ ir a una discoteca, pero no a visitar a nuestros familiares cuando queramos¡±

El actual protocolo de reapertura de las residencias no es suficiente para las familias de los usuarios. Los familiares reclaman aumentar las visitas y no tener que pedir hora. Los hogares de ancianos, por su parte, reclaman m¨¢s seguridad jur¨ªdica de la Generalitat y admiten que es necesario hacer pasos hacia la normalidad prepand¨¦mica. El actual protocolo del Govern delega las decisiones en materia de visitas externas a la direcci¨®n de los centros para adaptarse a sus posibilidades log¨ªsticas y limitar los riesgos de contagio. El colectivo de familias y de entidades entiende mayoritariamente que la actual situaci¨®n en los centros de ancianos, con un 97% de los usuarios y un 84% de los trabajadores con la pauta completa de la vacunaci¨®n, urge a cambiar la normativa.

El encaje parece complicado por la vulnerabilidad de los usuarios: algunas residencias tienden a ser extremadamente prudentes para evitar excesos que, en caso de que deriven en brotes de coronavirus, resulten fatales para los ancianos. La incertidumbre del impacto que puede suponer el auge de la variante Delta, originaria de la India, genera m¨¢s recelo. La pandemia en los centros, sin embargo, est¨¢ extremadamente controlada: desde febrero, cuando los efectos de la vacunaci¨®n evidenciaron un descenso de la incidencia, las residencias contabilizan 303 v¨ªctimas. En los 11 meses anteriores, registraron m¨¢s de 8.500.

La asociaci¨®n Coordinadora Familiares de Residencias 5+1 entiende que existe un desequilibrio en la reapertura de los sectores econ¨®micos, y las limitaciones de las familias para visitar a los residentes. ¡°Ahora se podr¨¢ entrar en una discoteca con gente que quiz¨¢s no est¨¢ vacunada, pero los familiares no podr¨¢n ir a visitar cuando quieran a los residentes, que s¨ª est¨¢n protegidos¡±, denuncia Mar¨ªa Jos¨¦ Carcel¨¦n, portavoz de la entidad. ¡°Si las residencias son los espacios m¨¢s seguros, como dicen, que se demuestre. Queremos volver a la normalidad de verdad¡±, reclama.

El protocolo de la Generalitat impide las visitas improvisadas y establece que los encuentros tengan cita previa. La ¨²ltima versi¨®n, del pasado mes de mayo, tampoco concreta los horarios de visita o los d¨ªas m¨ªnimos garantizados para que las familias vean a los usuarios. ¡°Es necesario que todas las visitas est¨¦n autorizadas y tengan asignada una cita previa¡±, se?ala el texto. Carcel¨¦n reclama recuperar el funcionamiento previo a la pandemia y tener acceso a los recintos en un horario continuado durante el d¨ªa.

¡°Ahora se podr¨¢ ir a una discoteca, pero los familiares no podr¨¢n ir a visitar a los residentes cuando quieran¡±

El presidente de la Asociaci¨®n de Directores de Centros de Atenci¨®n a la Dependencia (Ascad), Andr¨¦s Rueda, defiende la necesidad de establecer un orden para optimizar los recursos y las visitas. ¡°En la pr¨¢ctica no tenemos tantas visitas¡±, explica, ¡°antes ven¨ªan cuando quer¨ªan, y ahora, con d¨ªa y hora. El porcentaje de visitas es el mismo ahora que antes¡±. Rueda expone que la falta de personal en el sector dificulta que los trabajadores lleguen a todo. ¡°No podemos destinar una persona a desinfectar las zonas de encuentro y otra a supervisar la reuni¨®n para que se cumplan las normas. Tenemos que cuidar a los abuelos¡±.

Las reuniones entre familiares est¨¢n supervisadas por un profesional para evitar el riesgo de contagio. El contacto en las visitas depende, en parte, de la flexibilidad de cada residencia, y Rueda reclama poder facilitar estos encuentros. ¡°El plan sectorial est¨¢ un poco anticuado. La franja de edad que nos visita ya est¨¢ vacunada, y una visita entre personas inmunizadas debe traducirse en el protocolo¡±. El presidente de Ascad conf¨ªa que con un nuevo texto, las visitas ser¨¢n m¨¢s afectuosas. ¡°Es necesario normalizar la comunicaci¨®n no verbal y las muestras de afecto. Es positivo para los residentes¡±, defiende. ¡°La obligaci¨®n de la residencia es que no se quebranten las medidas de seguridad, pero ahora las familias se van a la acera de enfrente del centro y se dan un beso, porque dentro quiz¨¢s no pueden. El Departamento debe darnos cobertura jur¨ªdica. No vale cargarnos la responsabilidad a los centros¡±.

¡°Recuperar la normalidad¡±

Vicente Botella, presidente de Upimir, patronal de peque?as y medianas residencias, coincide en que el protocolo debe actualizarse: ¡°Hay que ir suavizando las cosas. La mayor¨ªa de centros permiten el contacto con los familiares, pero hay residencias que aplican las recomendaciones a rajatabla y no deber¨ªa ser as¨ª. El Govern deber¨ªa suavizar este tema porque lo m¨¢s duro ya ha pasado¡±. La directora general de la Associaci¨® Catalana de Recursos Assistencials (Acra), Montse Llopis, se expresa en la misma direcci¨®n. ¡°Lo mejor es recuperar una cierta normalidad¡±, pide. ¡°Una residencia es el hogar de la gente mayor y la familia debe poder entrar a su casa, como antes. Se debe volver a la realidad de antes de la pandemia, con precauci¨®n, pero hay que avanzar¡±.

Responsables consultados admiten el temor de que aparezca un brote en sus residencias y paguen las consecuencias de no haber cumplido a la perfecci¨®n el plan sectorial. ¡°Si permito que alguien se abrace dentro de la residencia, y entra la variante india, ?qu¨¦ ocurrir¨¢?¡±, se pregunta el presidente de Ascad.

Las salidas de los usuarios tambi¨¦n est¨¢n pautadas y el protocolo ¡°recomienda pactarlas¡± con los centros. Carcel¨¦n, sin embargo, denuncia que ¡°la gente no sale si la residencia no quiere¡±. Sin estado de alarma, asegura, las limitaciones de los residentes vulneran sus derechos. ¡°Si la Generalitat no puede restringir los desplazamientos de la gente, ?por qu¨¦ se limita la movilidad de los residentes?¡±, cuestiona. ¡°Sus derechos lo son para toda la vida, no hasta que son mayores¡±.