A Esquerra le llega la hora de las rebajas
Al negociar con el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, los independentistas, que siempre despreciaron los pactos de los autonomistas, entrar¨¢n en la din¨¢mica que tanto criticaban
Las ideas de rep¨²blica y ruptura que en los ¨²ltimos diez a?os han defendido Esquerra Republicana y la CUP en Catalu?a provienen de posiciones y criterios pol¨ªticos que resultaron muy minoritarios y marginales durante el periodo de la Transici¨®n. No son una novedad, al contrario, son ideas y posiciones que quedaron arrumbadas a la salida de la dictadura franquista por la hegemon¨ªa y el protagonismo pol¨ªtico que en aquellos a?os alcanzaron el PSUC, el PSC y Converg¨¨ncia Democr¨¤tica. Estos tres partidos encontraron en la UCD de Adolfo Su¨¢rez el interlocutor que necesitaban. Esquerra Republicana, en cambio, no particip¨® en el consenso constitucional. Defendi¨® el sistema republicano federal frente a la monarqu¨ªa parlamentaria. Form¨® parte del grupo de partidos muy minoritarios que se opuso a la Constituci¨®n de 1978. Numerosos miembros de las CUP hablan tambi¨¦n del R¨¦gimen del 78 como algo ajeno, no solo por su edad sino por la tradici¨®n pol¨ªtica de la que beben. Han surgido de la cultura de los grupos y partidos izquierdistas y pancatalanistas de los ¨²ltimos a?os de la dictadura y los primeros del r¨¦gimen actual.
Aquellos que siempre han ocupado la segunda fila van a ser esta vez los titulares de la operaci¨®nAquellos que siempre han ocupado la segunda fila van a ser esta vez los titulares de la operaci¨®n
Rep¨²blica catalana como propuesta y ruptura pol¨ªtica como m¨¦todo, la f¨®rmula que tanto han manejado los dirigentes de ERC y la CUP en estos ¨²ltimos a?os, y a la que ahora se ha sumado tambi¨¦n Junts, se hab¨ªa confrontado ya en la segunda mitad de los a?os setenta con la pol¨ªtica de negociaci¨®n y pacto, pero fue esta la que se impuso. Fue un choque entre maximalismo y posibilismo. Uno de los aspectos m¨¢s interesantes de la actual coyuntura pol¨ªtica es, precisamente, que los partidarios de la rep¨²blica y de la ruptura han tenido desde 2012 la oportunidad de llevar a la pr¨¢ctica su propuesta de entonces, apenas actualizada. Han obtenido el penoso y previsible resultado de sobras conocido. Ahora, asumida la derrota, se disponen a seguir la v¨ªa de la negociaci¨®n y el pacto.
Esto es un cambio muy importante. Estos partidos han participado en el sistema constitucional y estatutario como hu¨¦spedes a la fuerza durante 30 a?os, pero siempre en posiciones secundarias. Eso no les ha impedido, sin embargo, jugar un papel decisivo cuando han podido. ERC ha disfrutado varias veces de una privilegiada posici¨®n de bisagra parlamentaria, lo que le ha permitido decantar el Gobierno catal¨¢n hacia la derecha en 1980 y hacia la izquierda en 2003.
El balance es que ERC ha sido socio del Gobierno de la Generalitat durante 14 de los 41 a?os de r¨¦gimen auton¨®mico. Entre 1980 y 1987 con Jordi Pujol, y entre 2003 y 2010 con Pasqual Maragall y Jos¨¦ Montilla. Siempre como partido subalterno. El independentismo ha participado en la pol¨ªtica auton¨®mica, pero manteniendo al mismo tiempo ante su parroquia la idea de que otra cosa ser¨ªa si en vez de aut¨®noma Catalu?a fuera independiente. Y que otra cosa ser¨ªa si en vez de secundarios, los independentistas fueran los partidos dirigentes. Dicho de otro modo: que si en vez de negociar con autonomistas como los de Converg¨¨ncia y el PSC, los gobiernos de Espa?a hubieran tenido que negociar con los independentistas, todo ser¨ªa diferente.
Esta es la gran novedad actual. Termin¨® la fase en la que Esquerra Republicana puede atribuir a Converg¨¨ncia o al PSC los resultados de una negociaci¨®n con el Gobierno central sobre el autogobierno catal¨¢n. A la inversa, es tambi¨¦n la primera vez en la presente etapa democr¨¢tica que un Gobierno de Espa?a se sienta a negociar con el independentismo catal¨¢n sobre el asunto nuclear de su ideario, seg¨²n no cesan de repetir los portavoces de ERC y la CUP: sobre refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n y amnist¨ªa. O sea, el programa de los rupturistas.
Lo m¨¢s interesante ser¨¢ ver c¨®mo se las apa?a ERC cuando quede claro que no va a haber refer¨¦ndumLo m¨¢s interesante ser¨¢ ver c¨®mo se las apa?a ERC cuando quede claro que no va a haber refer¨¦ndum
En una primera mirada puede parecer que lo interesante es ver c¨®mo va a terminar esa negociaci¨®n. Pero no es exactamente as¨ª. Lo m¨¢s interesante ser¨¢ ver c¨®mo se las apa?a Esquerra Republicana cuando quede claro que la relaci¨®n de fuerzas no ha cambiado y que ahora, como en 1978 y en 2017, no va a haber refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Estamos en v¨ªsperas de una negociaci¨®n en la que aquellos que siempre han ocupado la segunda fila y siempre han considerado insuficiente lo que Catalu?a obten¨ªa del Estado espa?ol, van a ser esta vez los titulares de la operaci¨®n. Y tambi¨¦n ser¨¢ interesante ver c¨®mo la CUP e incluso Junts hacen con ERC lo que ERC ha hecho durante d¨¦cadas con los pol¨ªticos de Converg¨¨ncia y del PSC: acusarles de pactar por un plato de lentejas.
En realidad, esta dial¨¦ctica ya ha empezado. El s¨¢bado, Llu¨ªs Llach emiti¨® un tuit con este mensaje a los negociadores: ¡°?Dos a?os de di¨¢logo sin preparar la independencia? Con muchos de nosotros, que no cuenten para eso¡±.
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