¡°En Barcelona no lleve nada en los bolsillos¡±
El bus tur¨ªstico describe barrios, monumentos y arquitecturas en 16 idiomas, pero tambi¨¦n explica los peligros de la ciudad
El Barcelona Bus Tur¨ªstic reprendi¨® el servicio el pasado 2 de julio despu¨¦s de un a?o en cocheras debido a la crisis provocada por la covid. Un autob¨²s descapotable desde donde los turistas pueden observar a vista, m¨¢s o menos, panor¨¢mica la mayor¨ªa de monumentos de la ciudad. Pese al a?o de par¨®n, se han mantenido las dos rutas que recorren diferentes puntos de la ciudad.
EL PA?S ha subido a uno de estos autobuses para contemplar a ojos de turista la misma ciudad que en 2019 pero despu¨¦s de que pasara por ella la pandemia. Importante: es obligatorio subir con mascarilla, estar dispuesto a utilizar auriculares, guardar las pertenencias y armarse de paciencia porque la vuelta a Barcelona acaba de comenzar.
¡°Es la segunda vez que le digo que se ponga la mascarilla. A la tercera tendr¨¦ que echarle del autob¨²s. Por favor, es por el bien de todos¡±, abronca, con cari?o, una trabajadora del bus tur¨ªstico a un joven franc¨¦s que intenta hacerse el disimulado sentado en uno de los asientos del piso descapotable. ¡°Yo desde abajo os veo por estas c¨¢maras¡±, intenta argumentar la empleada, cuyo sitio es junto al conductor, se?alando unos peque?os objetivos situados en la parte delantera del veh¨ªculo.
El autob¨²s tur¨ªstico circula de 9:00 a 19.00 con intervalo de 20 a 30 minutos. Barato no es. El billete para los mayores de 12 a?os cuesta 30 euros y permite subir y bajar del autob¨²s de forma ilimitada durante el d¨ªa que se haya comprado. Hay dos l¨ªneas que se pueden ir combinando. La roja recorre zonas como el parque de la Ciutadella, la Diagonal, la estaci¨®n de Sants, Montju?c y el Port Vell mientras que la azul tiene dentro de su recorrido la Sagrada Familia, Gr¨¤cia, el Tibidabo, Pedralbes y el Camp Nou. EL PA?S opt¨® ayer por subir al autob¨²s que recorre la l¨ªnea azul. Por un lado, por el reclamo de la bas¨ªlica dise?ada por Gaud¨ª y, por otro, por visitar el Camp Nou justo el d¨ªa que ha perdido a Messi, su futbolista m¨¢s ic¨®nico.
En plaza de Catalunya suben al autob¨²s un grupo de alemanes que permanecen todo el camino en silencio y que no se sobresaltan por ninguno de los edificios modernistas. Eso s¨ª, muestran una enorme admiraci¨®n y grand¨ªsimo inter¨¦s por cada Harley-Davidson que el autob¨²s se encuentra por el camino.
Desde el piso descapotable de este veh¨ªculo ser observa la vida y a la vez se recibe la indiferencia de los barceloneses acostumbrados a estos autobuses exclusivos para turistas.
Tambi¨¦n hay grupos de franceses que siguen la audiogu¨ªa, est¨¢ en 16 idiomas. No tienen muchas ganas de conversaci¨®n pero admiten que han pasado la frontera en coche y nadie les ha pedido certificado de vacunas.
La audiogu¨ªa va vomitando un discurso grabado pero sincronizado con la ciudad que circula ante los ojos y acompa?ado de m¨²sica propia de pel¨ªculas con bandas sonoras sin derechos de autor. La voz grave, en castellano, se atreve con una definici¨®n de modernismo justo antes de llegar a La Pedrera: ¡°Es libertad, formas anguladas, fantas¨ªas y construcciones inspiradas en la naturaleza¡±.
El autob¨²s llega a la Sagrada Familia que se lleva todas las fotos ¡ªahora todas se hacen con el m¨®vil¡ª aunque no es la parada donde bajan m¨¢s turistas. El autob¨²s pone rumbo hacia el parque G¨¹ell y la audiogu¨ªa aprovecha para dar consejos: ¡°En Barcelona hay que estar alerta ante los robos. No lleve el pasaporte original d¨¦jelo en la caja fuerte del hotel. Lleve mejor una fotocopia. No lleve nada en los bolsillos. Mejor evitar los juegos de azar¡±. Una vez descritos los peligros sigue describiendo incluso barrios. Gr¨¤cia, al que no entra el autob¨²s es descrito como un ¡°barrio a caballo entre lo popular y lo m¨¢s moderno¡±. Los turistas se aburren al comprobar que la ciudad no es m¨¢s que eso, una ciudad con coches, tr¨¢fico, furgonetas, supermercados y vida. Las paradas son aproximadas y algunas muy lejanas de lo que anuncia, como la del Tibidabo.
¡°En Sarria hay un alto nivel de vida. Un indicador son los numerosos colegios y cl¨ªnicas que ir¨¢ viendo en el trayecto¡±, describe la audiogu¨ªa. El Camp Nou, oficialmente sin Messi, es el lugar donde m¨¢s turistas bajan.
El autob¨²s vuelve a plaza de Catalunya no sin antes alabar la imagen del logo de la Caixa y el centro comercial la Illa al cual califica de ser un ¡°rascacielos horizontal¡±.
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