Pobreza y cemento
El Gobierno y la Generalitat se ponen de acuerdo para ampliar El Prat pero no hay prisa por coordinar las prestaciones que deber¨ªan cubrir a 466.000 ciudadanos en situaci¨®n de privaci¨®n material severa
La vuelta de la pol¨ªtica a las relaciones entre los gobiernos central y catal¨¢n permit¨ªa albergar razonables expectativas sobre cu¨¢les iban a ser las prioridades en la negociaci¨®n entre ambas partes. Tantos a?os de maximalismos a los dos lados de la mesa hac¨ªan pensar que ahora s¨ª era el turno de las peque?as cosas que facilitan la complicada vida del sector m¨¢s castigado por la crisis econ¨®mica, el desempleo y la pandemia. Hubiera sido una inyecci¨®n para los entusiastas de la virtud teologal de la fe que una reuni¨®n entre Violant Cervera, consejera de Derechos Sociales, y el ministro de Inclusi¨®n, Seguridad y Migraciones, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, hubiese coordinado y agilizado las dos prestaciones destinadas al segmento social m¨¢s baqueteado: el Ingreso M¨ªnimo Vital (IMV) y la Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa (RGC).
Ten¨ªa su l¨®gica hacer ese razonamiento de entente entre el Ejecutivo m¨¢s progresista de la historia y el Gobierno independentista que m¨¢s dice preocuparse ¡ªen el ¡°mientras tanto¡±¡ª por las personas, ya que la medida hubiese permitido mitigar la situaci¨®n de ese 26,3% de la poblaci¨®n catalana que est¨¢ en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social o, por lo menos, a esos 466.000 ciudadanos que se hallan en situaci¨®n de privaci¨®n material severa, seg¨²n datos de la Generalitat correspondientes a 2020. Sin embargo, no fue as¨ª. En su lugar el vicepresidente Jordi Puigner¨® y la ministra de Fomento, Raquel S¨¢nchez desencallaron en una reuni¨®n paralela a la de comisi¨®n mixta bilateral la ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat. Hay que poner en hora las infraestructuras, piensan ambos ejecutivos, que no est¨¢n dispuestos a despreciar la posibilidad de invertir 1.700 millones de euros. Queda por ver, claro, si la UE va a dar luz verde a un proyecto que amenaza m¨¢s que seriamente una de las zonas protegidas por la red Natura 2.000. Tras a?os de noria procesista, muchos optimistas han dado la bienvenida a la pol¨ªtica de las cosas, pero el combate contra la pobreza no ha sido competidor para el todopoderoso cemento.
Los pobres est¨¢n ah¨ª como parte del paisaje, pero no parecen preocupar a menos que hagan suficiente ruido
Las Entidades Catalanas de Acci¨®n Social (ECAS) en una declaraci¨®n previa a la esperada reuni¨®n del 2 de agosto exig¨ªan que se coordinara la actuaci¨®n de ambos ejecutivos, se traspasara a la Generalitat la gesti¨®n del Ingreso M¨ªnimo Vital y se creara una ventanilla ¨²nica para combatir la precariedad. En Catalu?a, la Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa ¡ªun derecho subjetivo y no sujeto te¨®ricamente a vaivenes presupuestarios¡ª alcanza a algo m¨¢s del 30% de la poblaci¨®n en pobreza severa. El Ingreso M¨ªnimo Vital, seg¨²n datos del propio Ministerio de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones, no va mucho mejor pues alcanza a un 11% de los peticionarios de la prestaci¨®n. Ambas administraciones ponen todo tipo de trabas burocr¨¢ticas a la hora de conceder estas ayudas, mientras con la pandemia los hogares en situaci¨®n de privaci¨®n material severa han pasado del 5,7% al 6,2% en Catalu?a, cifra que en el conjunto de Espa?a se eleva al 7%. Uno de los paradigmas del desprop¨®sito burocr¨¢tico lo constituye el caso de Daniel Cedr¨²n, a quien el Juzgado de lo Social n¨²mero 28 reconoci¨® el derecho a cobrar la totalidad de la IMV, pero hoy sigue percibiendo 261,53 euros mensuales. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) decidi¨® llevar al Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a la sentencia del pasado mes de mayo, en un celo por el dinero p¨²blico tan encomiable como inexistente cuando se trata de recuperar el aporte ciudadano al rescate bancario.
Nunca es el momento adecuado ¡ªni en crecimiento ni en crisis¡ª para acometer reformas de calado
La comisi¨®n promotora que consigui¨® en Catalu?a que la Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa se convirtiera en ley lleva meses tratando de coordinar ambas prestaciones, armonizar las condiciones m¨¢s favorables de concesi¨®n y que sea la Generalitat quien las gestione. El decreto ley permite ese traspaso, pero el Gobierno central parece dispuesto a mantenerlo como baza pol¨ªtica negociadora, mientras la IMV sigue su tr¨¢mite en ponencia para convertirse en ley en el Congreso de los Diputados. Y es que los pobres est¨¢n ah¨ª como parte del paisaje, pero no parecen preocupar mucho a menos que hagan suficiente ruido para que sea audible desde los despachos.
Sumidos en c¨¢lculos pol¨ªticos electorales y entregados al coyunturalismo, celebramos el ¨¦xito de que se reduzca el desempleo y crezca un 4,1% el PIB catal¨¢n durante el segundo trimestre de este a?o, pero no damos importancia a que nueve de cada diez nuevos contratos sean temporales. Nunca es el momento adecuado ¡ªni en crecimiento ni en crisis¡ª para acometer reformas de calado. Montaigne dej¨® escrito hace m¨¢s de 400 a?os que se nos ense?a a vivir cuando ya ha transcurrido la vida y por ello es f¨¢cil que cien escolares hayan cogido la s¨ªfilis antes de llegar a la lecci¨®n de Arist¨®teles sobre la templanza. Y no aprendemos.
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