La hora de los pactos

El gobierno de Pere Aragon¨¨s cumplir¨¢ pronto sus primeros 100 d¨ªas y resulta oportuno empezar a valorar las pol¨ªticas que est¨¢ desarrollando (o no, como es el caso de las energ¨ªas renovables). Un ¨¢mbito que ahora mismo no est¨¢ en el candelero pero que podr¨ªa estarlo en los pr¨®ximos tiempos es el de la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica.

El independentismo catal¨¢n viene de un periodo en que la necesidad de ¡°ampliar la base¡± le llev¨® a relativizar el papel de la lengua catalana como eje vertebrador de la sociedad. Ese es el contexto que explica la aparici¨®n del c¨¦lebre ¡°manifiesto Koin¨¦¡±, en 2016, redactado directamente contra las posiciones presuntamente biling¨¹istas del mainstream independentista, que logr¨® especial notoriedad por su desafortunada referencia a la inmigraci¨®n castellanohablante como ¡°instrumento involuntario de colonizaci¨®n ling¨¹¨ªstica¡±. (A prop¨®sito de este tema, sorprende la popularidad alcanzada en medios independentistas por Boriss Cilevics, el diputado let¨®n de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que redact¨® la famosa resoluci¨®n sobre la excarcelaci¨®n de los pol¨ªticos independentistas catalanes. Sorprende porque Cilevics, como rus¨®fono en Letonia, vendr¨ªa a ser un colono a los ojos de m¨¢s de un nacionalista let¨®n).

Un curioso reflejo de la relajaci¨®n ling¨¹¨ªstica de los ¨²ltimos tiempos est¨¢ en el hecho de que en el acuerdo entre ERC y la CUP, firmado poco despu¨¦s de las elecciones del 14-F, la cuesti¨®n de la lengua no aparezca mencionada ni una sola vez. En el posterior acuerdo de gobierno de ERC y JxCat la lengua s¨ª que aparece pero en t¨¦rminos m¨¢s bien tranquilos: los firmantes no se proponen ¡°restituir al catal¨¢n el estatus de lengua territorial de Catalu?a¡± (como ped¨ªa el manifiesto Koin¨¦) sino que expresan su voluntad de impulsar ¡°un gran Pacto Nacional por la Lengua¡± destinado a proteger, incentivar e incrementar el uso de la lengua catalana en todos los sectores, especialmente en aquellos en los que ¡ªtras 40 a?os de normalizaci¨®n¡ª ese uso es m¨¢s deficitario.

En su comparecencia parlamentaria del pasado 2 de julio, la nueva consejera de Cultura, Nat¨¤lia Garriga, tuvo ocasi¨®n de presentar los cuatro ejes de su acci¨®n de gobierno, uno de los cuales es precisamente la lengua. A parte de deslizar que su modelo es el ¡°pluriling¨¹ismo autocentrado¡± (l¨¦ase centrado en el catal¨¢n), Garriga explic¨® que la acci¨®n principal de la ¡°nueva¡± Secretar¨ªa de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica (lo de elevar la antigua Direcci¨®n General a Secretar¨ªa ya lo hizo el tripartito) ser¨¢ precisamente el Pacto Nacional por la Lengua. En esa primera presentaci¨®n sus palabras fueron conciliadoras: habl¨® de poner sobre la mesa, en un debate abierto a todo el mundo, la situaci¨®n de todas las lenguas que se hablan en Catalu?a (sin mentar el castellano, nadie es perfecto); llam¨® a los grupos parlamentarios a comprometerse con la diversidad y la riqueza ling¨¹¨ªstica del territorio, y extendi¨® la mano para que todos ellos colaboren en el Pacto.

Para cuadrar el c¨ªrculo del pluriling¨¹ismo centrado en el catal¨¢n, Garriga ha fichado como secretario de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica a Francesc Xavier Vila, un socioling¨¹ista de indiscutible val¨ªa. A favor de Vila puede decirse que no solamente no firm¨® el manifiesto Koin¨¦ sino que lider¨® una contundente r¨¦plica por parte de un selecto grupo de acad¨¦micos, la mayor¨ªa miembros de la prestigiosa Sociedad Catalana de Socioling¨¹¨ªstica (¡¯Precisions al manifest del Grup Koin¨¦', Ara, 6 de abril de 2016). Desde su designaci¨®n, Vila registra solo dos leves deslices. El primero es haberse dado a conocer a trav¨¦s de una entrevista en un medio digital independentista en lugar de hacerlo con una rueda de prensa en la Consejer¨ªa de Cultura o en una comparecencia ante los grupos que debe arrastrar hacia el Pacto. El segundo es haber sugerido en esa entrevista que un t¨¦rmino tan obvio en Catalu?a como ¡°biling¨¹ismo¡± hay que dejarlo ¡°reposar¡± por molesto.

Naturalmente, una entrevista acaso precipitada no permite juzgar por qu¨¦ derroteros ir¨¢ el Pacto, pero desde el minuto 1 ya podemos anunciar que, si no logra superar el per¨ªmetro de los grupos parlamentarios que dieron su apoyo a la investidura de Pere Aragon¨¨s, el Pacto no tendr¨¢ un recorrido muy largo. En otras palabras, para que el Pacto Nacional por la Lengua sea verdaderamente Nacional (l¨¦ase transversal), el partido que gan¨® las elecciones y el mundo que representa no pueden quedar fuera de la ecuaci¨®n. A priori no deber¨ªa ser imposible, considerando que eso del pluriling¨¹ismo con el catal¨¢n como centro de gravedad es precisamente lo que profesa el PSC para el sistema educativo de Catalu?a.