Una bodega de toda la vida, nada ¡®vintage¡¯
Lejos de tendencias y de modas, la Bodega Massana, entra?able y a?ejo local de Horta, se mantiene fiel a la tradici¨®n culinaria de siempre
El concepto ¡®bodega¡¯ se ha popularizado mucho en los ¨²ltimos a?os en Barcelona, lo cual es un riesgo en una ciudad que compra cualquier discurso de autenticidad impostada como si eso no fuera un ox¨ªmoron. Hay locales nuevos que el dise?o m¨¢s cool ha tuneado en busca de esa atm¨®sfera a?eja, de toda la vida... de una vida que resulta que, igual, no llega al a?o. Y hay bares, simplemente, de toda la vida.
La Bodega Jos¨¦ Massana abri¨® sus puertas como Can Ripollet (algunos veteranos del lugar todav¨ªa recuerdan esa denominaci¨®n de origen) en la planta baja de una casa (ahora antigua) del n¨²mero 1 de la calle Horta, en 1930. Era por aquel entonces una calle muy transitada por carros y gentes que pasaban por la antigua Riera de Horta y all¨ª paraban a tomar un vaso de vino, o daban cuenta de un desayuno de cuchillo y tenedor, o se entreten¨ªan echando una partidita de cartas. Todo eso queda. En 1950, la familia Massana se hizo cargo del negocio con la intenci¨®n de seguir adelante y lleva 70 a?os acumulando solera, como los vinos. Sin ostentar, nada vintage. Aut¨¦ntica.
Los vecinos siguen frecuentando la bodega y siguen yendo a comprar el vino a granel, los currantes se siguen sentando en sus mesas del m¨¢rmol para reconfortarse con desayunos copiosos, y los mayores siguen haciendo una parada para tomarse un vermut, un vino o una barreja (brandy con moscatel, por ejemplo) en la barra y tomar un aperitivo. Desde que abri¨® tras el confinamiento, el horario es de 8 a 15.30 horas de mi¨¦rcoles a s¨¢bado y, los jueves y viernes, tambi¨¦n de 19 a 22.30. Los domingos, sesi¨®n de mediod¨ªa, de 11.30 a 16. Lunes y martes, cierra.
La bodega tienes varios espacios (aparte de la cocina): una barra a la entrada, frente a botas de vino y de vermut, donde tomarse esa copa o esa cerveza, de pie; la misma barra gira a la izquierda ya en la sala m¨¢s amplia, decorada con fotos antiguas y adictivas del barrio de Horta, con varias mesas de m¨¢rmol o de madera, algunas de las cuales (en los remotos tiempos prepand¨¦micos) compart¨ªan comensales que pod¨ªan no conocerse. Esta sala da a un patio peque?o y entra?able donde tomar algo a la fresca en un par de mesas altas. Dos barriles situados a la entrada, en la calle peatonal, son el refugio de los apresurados o¡ de los fumadores.
Pero lo m¨¢s importante, por encima de la autenticidad, es el producto y su trato. Carles, al frente de la bodega desde hace 15 a?os, se maneja bien en los fogones. Hacer dos huevos fritos es muy f¨¢cil; hacerlos con arte, no tanto. N¡¯hi ha que neixen estrellats, en referencia a la serie de televisi¨®n brit¨¢nica que populariz¨® TV3 en los 80, reza la pizarra que anuncia la variedad de huevos rotos: con lac¨®n, con cansalada, con cecina, con foie, con jam¨®n, con chistorra, con bacalao a la pimienta verde¡
Los desayunos son timbre de gloria de la casa. Son cl¨¢sicos de la cocina tradicional. El secreto, si acaso, est¨¢ en las brasas: butifarra (blanca o negra), morcilla de cebolla, tocino, beicon, salchichas, cordero, bistec, huevos fritos, ensalada con sardinitas¡ Todo, acompa?ado por exquisitas mongetes (o patatas fritas, si se prefiere, hechas al momento, claro). Y, tirando de lo cl¨¢sico y marca de la casa, porr¨®n de vino. La misma calidad en el producto y originalidad en las combinaciones para los bocadillos, de pan de le?a o de pan de coca: bull, jam¨®n ib¨¦rico, anchoas, sardinas, beicon y manchego, salchichas, sobrasada, tortillas¡ (Los peasodebocata son la locura: pluma ib¨¦rica, lechuga, pimiento verde y salsa agridulce, por ejemplo.)
La hora del aperitivo, a menudo, se confunde con la del desayuno, por esas deliciosas alteraciones en las costumbres y los horarios de la gente. Adem¨¢s de conservas de todo tipo y en combinaciones de lo m¨¢s diversas, siempre regadas por la salsa de la casa, en la pizarra de la pared del fondo vemos transcrito el festival tapero: callos, pimientos de Padr¨®n, mojama, patatas bravas (atenci¨®n: ?cap¨ªtulo aparte!), cap i pota, croquetas, tortilla de patata con cebolla.
Y, los s¨¢bados, maridajes. ¡°Esta idea se nos ocurri¨® por necesidad¡±, explica Carles. ¡°Ten¨ªa acumulada una cantidad importante de chacol¨ª y hab¨ªa que darle salida. Entonces un amigo en¨®logo me sugiri¨® que hiciera maridajes. El primero estaba cantado: el cl¨¢sico bacalao al pil pil con chacol¨ª¡±. Desde entonces, hace ya algunos a?os, los s¨¢bados hay combinaciones de una tapa de autor (as¨ª de claro) con el vino que mejor se le acople: manos de cerdo con gamba y copa de tinto del Priorat; bacalao con piparras y copa de rosado del Pened¨¨s; maigret de pato con salsa de Oporto e higos, con tinto del Pened¨¨s... Cada s¨¢bado uno distinto. Poco m¨¢s que una tapa, excelente y, en consonancia con el resto, a buen precio.
La concesi¨®n a la modernidad est¨¢ en el copeo. El vint¨°nic es un gin tonic con ginebra de la casa macerada con c¨ªtricos, servido en copita de vino. Casi una cata, no m¨¢s. Lo que pasa es que, luego, uno va y se pide otro. Como con todo.
Maridajes, peque?os grandes placeres
A?o de fundaci¨®n: 1930
Propietarios: La familia Massana se hizo cargo de la bodega en 1950. Carles se encarga de los fogones.
Plato recomendado: Apuesten por el maridaje del s¨¢bado, a ciegas. Y por las patatas bravas, con piel, crujientes por fuera y en su punto por dentro y con la exquisita salsa de la casa.
La mejor hora: Sobre las 11 de la ma?ana, cuando la mayor¨ªa de los clientes han acabado de desayunar.
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