Barcelona baila, 2026
No es la ¨²nica ciudad con piezas que le dan car¨¢cter: no nos creamos err¨®neamente excepcionales. Quedan cinco a?os para mejorar la imagen por la que ha sido elegida capital mundial de la arquitectura
Parece que ya es inevitable. Barcelona, a propuesta de la Uni¨®n Internacional de Arquitectos (UIA) en su ¨²ltima reuni¨®n, y con el apoyo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la Generalitat de Catalu?a, el Ayuntamiento de Barcelona, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de Espa?a y el Colegio de Arquitectos de Catalunya (COAC), ser¨¢ capital mundial de la arquitectura dentro de cinco a?os. Aunque no sepamos muy bien para qu¨¦ puede servir una cosa as¨ª, irremediablemente va a ocurrir. Queda ver qu¨¦ acuerdan estas instituciones y cual de ellas auspicia el evento. Una de las piezas de la presentaci¨®n de la candidatura, ha sido un v¨ªdeo sobre Barcelona con el t¨ªtulo One today, one tomorrow [un d¨ªa, un ma?ana] y que hemos de pensar que ha jugado un papel importante para haberlo logrado. El v¨ªdeo nos da la oportunidad de asomarnos a la visi¨®n que tienen la UIA el COAC, y el resto de instituciones, de los valores de esta ciudad y de sus ciudadanos, y tambi¨¦n, claro est¨¢, de la arquitectura y particularmente de la arquitectura de Barcelona.
Cre¨ªamos que los intentos de implicar a la ciudadan¨ªa en este tipo de ¡°retos¡±, eran historia, algo del pasado ol¨ªmpico de esta ciudad, pero el v¨ªdeo, la candidatura y el logro, lo desmienten rotundamente. La forma del v¨ªdeo, la presentaci¨®n fragmentada de secuencias publicitarias y los danzarines bailando frente a edificios emblem¨¢ticos, convierten este spot en un suced¨¢neo de dudosa calidad frente a los de Font Vella, Coca Cola, o Alain Afflelou, de la televisi¨®n. A pesar de querer presentar algunos rasgos de la realidad actual, el v¨ªdeo destila b¨¢sicamente el encumbramiento de lo singular y lo excepcional, mediante una suma de fotogramas de edificios ic¨®nicos, de los que generalmente abominamos los que pensamos en la arquitectura como algo ¨²til y hermoso. Edificios y situaciones que son los responsables de una visi¨®n de la ciudad que, aunque real ¡ªya que existen¡ª, resulta edulcorada y falsa en conjunto. Con la tutela de estos edificios, los danzarines se mueven us¨¢ndolos como una escenograf¨ªa. No hay finura. Cuando George Perec ensay¨® en 1975 un retrato del espacio p¨²blico en su Tentativa de agotamiento de un lugar parisino, escribiendo, no sobre los edificios, sino sobre la gente ocupada en sus quehaceres cotidianos, mediante telegr¨¢ficos apuntes mostraba que ya hay bastante sensibilidad en c¨®mo alguien baja del autob¨²s o lleva una caja de dulces, all¨ª nadie baila llamado la atenci¨®n, solo parecen hacerlo las palomas al alzar el vuelo frente al Saint Sulpice. Deber¨ªamos buscar la arquitectura de una ciudad en las pel¨ªculas, documentales o noticiarios. En ellos la arquitectura est¨¢ en un segundo plano: es un fondo, el escenario para la vida, y no un spot acorde con los que afirman y piensan en Barcelona como una marca.
La belleza de una ciudad no es cosa ¨²nicamente de su arquitectura, es el resultado de una combinaci¨®n arm¨®nica de personas, ¨¢rboles, edificios, p¨¢jaros y veh¨ªculos, sin protagonistas principales. Debemos buscar la belleza en la vida cotidiana, que no necesita ni bailes ni tampoco m¨²sica, le basta con el sonido de la ciudad. Promover lo contrario, como hace este vulgar v¨ªdeo, es perseguir una idea de ciudad-expo, una ciudad llena de excepciones y permanentemente en domingo ¡ªcomo la viven precisamente los turistas¡ª. Ahora en el centenario Berlanga, no podemos evitar la comparaci¨®n entre Bienvenido M¨ªster Marshall y este video y su argumento. Los habitantes de Villar del R¨ªo tambi¨¦n pretend¨ªan ¡°conseguir el premio¡± transformando el pueblo y a ellos mismos en un cuadro flamenco. Al final, los americanos pasaban de largo, y la voz en off de Fernando Rey explicaba el chasco y nos consolaba a todos. Aqu¨ª, si no lo remediamos nadie nos consolar¨¢.
Hay tambi¨¦n algo preocupante tras el retrato que hace el v¨ªdeo de esta ciudad y su arquitectura. Son los evaluadores de este tipo de candidaturas, que en este caso podr¨ªamos considerar sim¨¦tricos al v¨ªdeo. Est¨¢ fuera de discusi¨®n que hoy hay muchas ciudades con valores innegables y con piezas de arquitectura que han ayudado a darles car¨¢cter, as¨ª que Barcelona no es ¨²nica en este sentido. Todos los retos que tiene la capital catalana los tienen hoy muchas ciudades y muchas est¨¢n muy comprometidas en conseguirlos. No nos creamos err¨®neamente ¨²nicos, busquemos la excelencia, pero no este tipo de excepcionalidad. Si los que nos eval¨²an han visto en el v¨ªdeo algo tan positivo como para premiar la candidatura, deber¨ªamos preocuparnos seriamente por el clich¨¦ al que hemos sido reducidos. Estar¨ªa bien pensar que tenemos cinco a?os para cambiar este clich¨¦.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.