Abrir el juego
Se hace camino al andar. No es posible quedarse instalado en la frustraci¨®n del proc¨¦s. Y no por repetir que la independencia es el destino se llegar¨¢ antes. Hay que buscar v¨ªas para avanzar
Solo 425 personas votaron en la consulta de la CUP a su militancia sobre los presupuestos de la Generalitat. De las cu¨¢les un 60% opt¨® por la enmienda a la totalidad, aunque con intenci¨®n seguir negociando. ?Los presupuestos m¨¢s generosos de la historia en manos de apenas 270 personas? Si tenemos en cuenta que en la votaci¨®n del milagroso empate que ech¨® a Artur Mas de la Generalitat, participaron 3.000 personas, la desmovilizaci¨®n de los militantes cuperos es significativa, un indicio m¨¢s del atasco en que est¨¢ metida la pol¨ªtica catalana despu¨¦s de la larga resaca del octubre de 2017. Y si cruzamos estos datos con los de la elecci¨®n de la Asamblea de Representantes del Consell per la Rep¨²blica, que tuvo una participaci¨®n de 22.854 votantes (el 26% de los inscritos) es manifiesto que hasta los m¨¢s aguerridos est¨¢n dando muestras de cansancio. ?No ser¨ªa ya ahora de asumir esta realidad y abrir el juego?
Desde que el consejero Gir¨® present¨® los presupuestos como una oportunidad ¨²nica, el Govern ha hecho todo tipo de gui?os a la CUP para llevarla al redil. El eslogan es mantener la mayor¨ªa del 52%. Lo cual ya es en s¨ª una ficci¨®n. Este 52% convertido en momento supremo del proc¨¦s lleg¨® en las elecciones del 14 de febrero, condicionadas por la pandemia y por el cansancio, con una ca¨ªda espectacular de la participaci¨®n, que hizo que el independentismo consiguiera su mayor porcentaje con su peor suma de votos.
Muy lejos de los dos millones y pico que parec¨ªan ser su espacio firme. Y, sin embargo, sigue el empe?o con la CUP para no romper el bloque. En realidad, el problema no es la CUP, sino el desacuerdo permanente entre los dos socios principales: Junts per Catalunya, donde parece que el sector liberal-conservador se impone al componente izquierdista de la amalgama, y Esquerra Republicana, que quiere marcar distancias con la derechizaci¨®n de sus socios. Mantener el bloque de la investidura es la coartada compartida para disimular unas diferencias que hace tiempo que desbordan el marco de la cortes¨ªa entre socios. La CUP por tanto para salvar las apariencias. Y no tener que reconocer que despu¨¦s de no haber sabido parar tiempo el proceso que llev¨® al octubre de 2017 y de cuatro a?os de impasse hay que afrontar las diferencias y buscar nuevas estrategias.
?Qui¨¦n puede substituir a la CUP para salvar las cuentas? Esquerra Republicana piensa en los comunes para no ser reh¨¦n de los socialistas y poder jugar fuerte en la negociaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado. Si fuera el PSC el que le salvara de los apuros habr¨ªa poco margen: simplemente, devolver el favor. Y Junts prefiere a los socialistas antes que los comunes porque no quiere que de su mano y de la CUP el Gobierno gire demasiado hacia la izquierda. Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno, ampliaci¨®n del aeropuerto, Hard Rock y Circuit del Vall¨¦s son banderas del sector negocios de Junts, para las que se puede contar con la complicidad socialista, y que, sin embargo, est¨¢n entre los trofeos de caza que cargar¨ªan de satisfacci¨®n a las izquierdas si pudieran tumbarlos.
Y en este atolladero llevamos semanas, con la pol¨ªtica centrada en un fastidioso mercadeo, convertida cada vez m¨¢s en un espacio paralelo a la realidad, que si algo consigue es generar desconfianza y sensaci¨®n de ocultamiento de los problemas que roen a la sociedad y a las personas sin acabar de emerger a la superficie a pesar de que el malestar crece y se nota d¨ªa a d¨ªa en la calle. Hay tensi¨®n y en la superestructura pol¨ªtica no se dar¨¢n por enterados hasta que rompa barreras y se cuele por las v¨ªas menos deseables (Francia hoy es un inquietante ejemplo de ello).
La representaci¨®n de estos d¨ªas, un tira y afloja m¨¢s ret¨®rico que real, no conseguir¨¢ aliviar la sensaci¨®n de fatiga ante un largo impasse al que no se le ve salida. Se hace camino al andar. No es posible quedarse instalado en la frustraci¨®n del proc¨¦s. Y no por repetir que la independencia es el destino se llegar¨¢ antes. Hay que partir de lo que es posible en las condiciones actuales, y buscar v¨ªas para avanzar al tiempo que se trabaja para crear unas condiciones renovadas. Y seguro que no se avanza columpi¨¢ndose en el mito de la mayor¨ªa del 52%. Hay que abrir el juego, graduar las ambiciones y reemprender camino, que el par¨®n est¨¢ siendo muy largo.
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