El paseo m¨¢s ic¨®nico de Barcelona muda de piel: la reforma de La Rambla comenzar¨¢ en 2022

Finalmente (aunque La Rambla acumula tantos retrasos que nunca se sabe) hay fecha y presupuesto para el inicio de las obras de transformaci¨®n del paseo m¨¢s famoso de Barcelona. La comisi¨®n de Urbanismo del Ayuntamiento ha votado este mi¨¦rcoles a favor iniciar la reforma: ser¨¢ el a?o que viene y en un tramo simb¨®lico, de unos 100 metros, entre Col¨®n y el paseo de Santa Madrona. El plan de mejora, que tiene un coste total de 44 millones de euros en cinco fases (no se ha concretado el importe de la primera, pero habr¨¢ partida en el presupuesto, asegura el ejecutivo municipal), ha contado con un apoyo un¨¢nime: los votos del gobierno (comunes y PSC) y de la oposici¨®n en pleno. En sus intervenciones, Junts, ERC, Ciutadans, Barcelona pel Canvi y PP han echado en cara el retraso al ejecutivo de Ada Colau y han confiado que el presupuesto consigne la partida. Las obras coincidir¨¢n con las de la otra calle vertical que cruza el distrito de Ciutat Vella, la Via Laietana.

En las ¨²ltimas semanas, la reforma de La Rambla ha sido motivo de dura pugna pol¨ªtica entre el ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau y ERC. De hecho, en el paseo fue donde el jefe de filas de los republicanos, Ernest Maragall, anunci¨® que votar¨ªa no al presupuesto: la partida de las obras estaba en las cuentas de 2020 y no se ha hecho nada, critic¨®. Finalmente, y tras el cambio de cromos entre comunes y ERC para aprobar presupuesto de la Generalitat y Ayuntamiento, ERC apoyar¨¢ las cuentas. El gobierno le ofreci¨® negociar 100 millones, pero Maragall mantiene que no ha negociado ninguna partida.

La reforma prevista se basa en el proyecto ganador del concurso convocado por el Ayuntamiento en 2018, que firmaba el equipo km-Zero, capitaneado por la arquitecta y ex concejal de Ciutat Vella Itziar Gonz¨¢lez. Hace un a?o, las reformas segu¨ªan sin fecha, y el concejal del distrito, Jordi Rabassa, admiti¨® que no ten¨ªan fecha ni presupuesto.

?Y qu¨¦ ha cambiado ahora? Hay presupuesto (100 millones de las cuentas por adjudicar de los que saldr¨¢ una partida por determinar) y otro detonante ha sido la esperada llegada de informes pendientes del Ministerio de Defensa sobre planes de seguridad de edificios del entorno que son propiedad del Ej¨¦rcito espa?ol, ha explicado la concejal de Urbanismo, Janet Sanz.

La idea de la transformaci¨®n es pacificar el paseo, con m¨¢s ¨¢rboles, m¨¢s vinculado a los equipamientos culturales y ganando espacio para los peatones a costa del coche. ¡°Modernizar la Rambla poniendo en valor su historia y contribuir a reactivar el comercio local y el centro¡±, defiende el Ayuntamiento. En el tramo final, el paseo se alargar¨¢ unos metros, hasta la actual isleta delante del monumento de Col¨®n. En el espacio que se ganar¨¢ en la avenida de Drassanes se habilitar¨¢ un parque infantil.

Habr¨¢ un solo carril de circulaci¨®n por sentido, que compartir¨¢n el tr¨¢fico de vecinos (que se filtra por matr¨ªculas que entran o salen de aparcamientos), autobuses y bicicletas. El pavimento ser¨¢ filtrante y de plataforma ¨²nica (al mismo nivel para aceras y calzada). El espacio de paseo pegado a las fachadas se ampliar¨¢ y el bulevar central ganar¨¢ algo de espacio. La futura Rambla tambi¨¦n tendr¨¢ pilonas en los extremos y en los accesos de peatones, elementos de seguridad que se instalaron tras el atentado yihadista del 17 de agosto de 2017.

El nuevo paseo dar¨¢ protagonismo a tres espacios simb¨®licos, los cruces m¨¢s singulares: el espacio Moja-Betlem (a la altura de la calle del Carme), el pla de la Boqueria (a la altura del mercado) y el Pla del Teatre (delante del Principal). En el espacio central, los quioscos de prensa y de venta de flores se mantendr¨¢n pero se reubicar¨¢n (para que no est¨¦n uno delante de otro).

Respecto a los antiguos pajareros, 11 puestos, est¨¢ previsto suprimirlos. Las concesiones vencieron en verano pasado, ha explicado el concejal del distrito, Jordi Rabassa. El edil ha aplaudido una reforma ¡°pensada para los vecinos y no solo para los turistas, para que la Rambla se llene de vida y cultura, cultura de base y alta cultura, que el Raval y el G¨°tic se la sientan suya¡±.