¡°Ni cena en el restaurante, ni con la familia. Cada uno en su casa¡±
La subida de contagios por la variante ¨®micron y las restricciones impuestas por la Generalitat para frenar la sexta ola de la pandemia impactan en las reuniones familiares en Barcelona
A las once de la ma?ana, Nani, una pescadera del barrio de Gr¨¤cia, sale de la tienda y retira la pizarra que ten¨ªa en la puerta: ¡°Se aceptan encargos para Navidad¡±. ¡°Es que esto es una locura total. Gente que hab¨ªa hecho encargos para cenas familiares con bastantes personas las est¨¢n anulando. Algunos porque tienen un positivo entre ellos. Entonces te cambian el encargo. Tambi¨¦n los que iban a ir a restaurantes y ahora no van, porque hay positivos, porque tienen miedo o porque eran m¨¢s de 10. Total, que tienen que comprar deprisa porque se quedan en casa y no lo hab¨ªan previsto¡±, explica de carrerilla atendiendo a los clientes y al tel¨¦fono que no para de sonar.
Las restricciones impuestas por el Govern para poner freno a la sexta ola y sobre todo a los fulgurantes contagios de la variante ¨®micron ¨Dla prohibici¨®n de reuniones de m¨¢s de 10 personas, la reducci¨®n del aforo de restaurantes al 50% y el toque de queda a la una de la madrugada en poblaciones de m¨¢s de 10.000 habitantes que entran en vigor esta medianoche¨D han puesto patas arriba las previsiones de muchas familias de cara a la celebraci¨®n de Nochebuena, Navidad y San Esteban. ¡°Hace un rato ha venido una clienta que hab¨ªa encargado percebes y nos ha dicho que hab¨ªan tenido que anular la cena de su casa por positivos. ?Pues lo sentimos mucho, pero es que los percebes los hemos comprado por su encargo...!¡±, se exclama Nani.
El a?o pasado, sin vacuna, la cesta de la compra de Navidad ya tuvo limitaciones; este, pese a una poblaci¨®n ampliamente vacunada ¨Dmuchos mayores de 60 ya tienen la pauta de tres completa¨D la s¨²bita subida de contagios y las restricciones est¨¢n provocando una campa?a de Navidad un tanto ca¨®tica. ¡°Hasta hace no demasiado, los clientes te comentaban que este a?o se iban a juntar algunos m¨¢s en familia, porque ya estaban vacunados, que parec¨ªa que hab¨ªa m¨¢s tranquilidad. Todo ha cambiado en una semana¡±, subraya la pescadera.
Imma, una clienta que acaba de pagar la cuenta, comenta: ¡°Yo ya hecho la compra, tengo el pescado y los test de ant¨ªgenos¡±. En su caso, son los cuatro de casa y los abuelos. Los mayores con tres pinchazos y el resto de la familia ¨Dlos padres y dos adolescentes¨D con las dos, de momento, preceptivas: ¡°Pese a todo nos haremos el test porque esto se ha complicado¡±.
N¨²ria lleva un buen rato comprando en una charcuter¨ªa del mercado: ¡°Hay dos positivos entre la familia. Ten¨ªamos una mesa reservada en un restaurante para 15. Ni cena fuera, ni con la familia. Cada uno en su casa y a ver si no hay m¨¢s positivos, toca madera...¡±, se lamenta. La expectativa de poder celebrar las comidas navide?as sin l¨ªmite de n¨²mero de personas por la defensa de las vacunas se ha estrellado con la subida de los contagios y por las restricciones.
¡°Es que la gente se echa enseguida al monte y no puede ser¡±, sentencia Isabel, farmac¨¦utica de profesi¨®n, que sale de la misma parada. Ella cree que, en general, hab¨ªa un exceso de confianza y que todav¨ªa toca ser prudente: ¡°Nosotros estamos los cinco de casa, como el a?o pasado¡±.
La comparaci¨®n con las Navidades de 2020 resulta inevitable: ¡°Estamos vendiendo bastante m¨¢s, tenemos muchos encargos, especialmente desde este martes. La gente se ha alarmado por los contagios y por todo. S¨ª que se ha anulado alg¨²n pedido grande, pero son muchos m¨¢s los otros, los medianos y de menos cantidad¡±, reconoce Manel de la Xarcuteria F¨¢bregas, con una generosa cola de clientela aguardando su turno.
El traj¨ªn y el gent¨ªo en la Abaceria a las doce del mediod¨ªa es importante, apenas se escucha la megafon¨ªa que advierte de que en el piso de arriba se est¨¢ haciendo el cagati¨®, tradici¨®n catalana de pegar a un le?o para que ¡°cague¡± regalos.
¡°Y nos falta el d¨ªa m¨¢s fuerte que es ma?ana ¨DNochebuena en Catalu?a no es festivo¨D¡±, apunta Geroni, al frente de una fruter¨ªa del mercado que reconoce el aumento de ventas: ¡°Los que iban a ir a restaurantes no van y est¨¢n mont¨¢ndose las comidas y cenas en casa. Se nota porque vendemos muchas frutas ex¨®ticas, crudit¨¦s, mezclums y trufas¡±.
Fuera, en la calle, donde tambi¨¦n hay colas es en las puertas de las farmacias. Lo resume Asun: ¡°A la caza del test de ant¨ªgenos. Llevo cuatro y no hay manera. As¨ª es muy dif¨ªcil. Estamos todos vacunados, pero mi madre es muy mayor y queremos m¨¢s seguridad. Lo que no puede ser es que nos pidan ser prudentes y no tenemos ni un test¡±. Y se va corriendo a otra farmacia.
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