?Dan para tanto los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno?
Da la impresi¨®n de que ERC, y en especial Pere Aragon¨¨s, est¨¢n atrapados entre el deseo y la convicci¨®n, con un pie en el pragmatismo econ¨®mico cortoplacista y otro en la teor¨ªa de la amenaza clim¨¢tica


Igual no har¨ªa falta tanta pol¨¦mica por los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno. Cuesta imaginar que las opciones de victoria de la candidatura sean tan reales como para justificar todo el tiempo que estamos invirtiendo en su dise?o, rechazo y discusi¨®n p¨²blica. Pero ah¨ª estamos, como si no hubiera otra manera de dar saltos adelante en bienestar como no sea a partir de macroproyectos. Tambi¨¦n es cierto que este asunto de los Juegos es pretexto f¨¢cil para marcar territorio pol¨ªtico, m¨¢s a¨²n cuando, incluso aqu¨ª, ha tenido que colarse en las ¨²ltimas horas el incordio del agravio territorial.
Por todo ello, la candidatura ha centrado la sesi¨®n de control al Govern en este Parlament todav¨ªa a medio aforo por la ¨®micron. La izquierda enarbola la bandera de la ecolog¨ªa, y la derecha la del desarrollo. En medio, el president de la Generalitat, Pere Aragon¨¦s, hace equilibrios con afirmaciones tan inefables como defender unos juegos que ¡°ayuden a la diversificaci¨®n de la actividad econ¨®mica¡±. Es decir, se tratar¨ªa de que el deporte de la nieve ayude a diversificar econ¨®micamente una zona machacada por el monocultivo del turismo deportivo. Da la impresi¨®n de que Esquerra, y en especial el president, est¨¢n atrapados entre el deseo y la convicci¨®n, con un pie en el pragmatismo econ¨®mico cortoplacista y otro en la teor¨ªa de la amenaza clim¨¢tica.
El debate ha tenido un pen¨²ltimo giro de guion que ha entusiasmado a los nacionalistas: la conveniencia o no de compartir candidatura con Arag¨®n. El l¨ªder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, estaba tan encantado de darle ese barniz a la pol¨¦mica que incluso se ha atrevido con ese chiste que todos hemos tenido en mente alg¨²n d¨ªa: ¡°?El presidente Aragon¨¨s se va a reunir con el presidente aragon¨¦s?¡± Se le ve¨ªa feliz a Carrizosa por haber encontrado ese punto de discrepancia con el Govern, lo que le consuela de coincidir con Junts per Catalunya en la defensa del proyecto de Juegos Ol¨ªmpicos, la ampliaci¨®n del Aeropuerto de El Prat o el Hard Rock de Tarragona.
A todo esto, como recordaba el l¨ªder socialista, Salvador Illa, estamos olvidando que las candidaturas ol¨ªmpicas las presentan ciudades, y que, por tanto, hay que tener el apoyo del ayuntamiento de Barcelona, muy refractario hasta ahora. Siempre se puede acudir al de Huesca, y apoyar su propuesta a cambio de recuperar las obras de arte de Sixena.
En este primer pleno del 2022 tambi¨¦n hemos visto un cierto rearme del independentismo, como siempre de manera reactiva; la hiperactividad judicial de las ¨²ltimas semanas y la hiperpasividad del Gobierno espa?ol con la mesa de di¨¢logo han espoleado a los m¨¢s cr¨ªticos, y han forzado a Aragon¨¨s a recuperar el mito del 52%, mientras anunciaba reuniones de independentistas para buscar puntos de acuerdo. El anuncio iba destinado sin duda a calmar los ¨¢nimos en el patio agitado de unos grupos que creyeron tocar el cielo hace ya m¨¢s de cuatro a?os y siguen viviendo con dificultad el dur¨ªsimo aterrizaje. Aunque, al tiempo que tend¨ªa esa mano al resistencialismo indepe, evitaba apoyar la decisi¨®n de la alcaldesa de Vic, Anna Erra (Junts), de prohibir una carpa del PP por razones de ¡°moral y buenas costumbres¡±. Lo dicho, juego de equilibrios.
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