De origen, Catalu?a
La historia de Ciudadanos confirma los l¨ªmites de los partidos monotem¨¢ticos. La furia por la cuesti¨®n catalana les llev¨® a una puesta en escena de agresividad verbal permanente
Las pocas ramas que le quedaban al ¨¢rbol de Ciudadanos se han desplomado en una semana. Su exl¨ªder, Albert Rivera, completaba el acelerado ciclo de su auge y ca¨ªda con un enredo laboral, expulsado del despacho en el que pretendi¨® emprender una vida profesional. Lo que queda del partido viv¨ªa la tercera debacle consecutiva en Castilla y Le¨®n, despu¨¦s de sendos fracasos en Catalu?a y en Madrid. Enfilaba as¨ª una aventura que arranc¨® en tierras catalanas en 2006, que vivi¨® su momento culminante como ariete de la lucha contra el independentismo en 2017 y que entr¨® despu¨¦s en ca¨ªda libre, acelerada por el desvar¨ªo de su l¨ªder, que alterado por el ¨¦xito, lleg¨® a creer que ten¨ªa la presidencia del gobierno al alcance de la mano. Con la derrota en las elecciones que llevaron a Pedro S¨¢nchez al poder en noviembre de 2019 (Ciudadanos pas¨® de 52 a 10 diputados) el proyecto entr¨® definitivamente en barrena, en un estado de p¨¦rdida acelerada del sentido de la realidad. Ahora, el partido se encuentra al borde de la quiebra, reducido a un papel cada vez m¨¢s marginal.
Ciudadanos naci¨® y creci¨® con un solo tema: la cuesti¨®n de la lengua en Catalu?a, present¨¢ndose como ¨²nico y airado defensor de la lengua castellana contra la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica que hab¨ªa conseguido el consenso entre los partidos catalanes. Era la voz discrepante y de ello sac¨® rendimiento en tiempos de mudanza en Catalu?a. Al subir la tensi¨®n con el proceso soberanista, Ciudadanos cambi¨® de escala: fue acogido con los brazos abiertos en el resto de Espa?a. Y se coloc¨® en la l¨ªnea de frente de la radicalizaci¨®n del patriotismo espa?ol. En este crescendo, se fue difuminando el discurso de algunos sectores del partido que pretend¨ªan dotarlo de ideolog¨ªa liberal, aunque siempre con el marchamo de la patria y el gru?ido contra los movimientos emancipatorios. Despu¨¦s de tocar techo al llegar en primer lugar en las elecciones catalanas posteriores al 1 de octubre de 2017, empez¨® la ca¨ªda, que el domingo le llev¨® a los ¨²ltimos escalones, pasando, en Castilla y Le¨®n, de 12 procuradores a 1.
La historia de Ciudadanos confirma los l¨ªmites de los partidos monotem¨¢ticos. La furia por la cuesti¨®n catalana les llev¨® a una puesta en escena de agresividad verbal permanente. Y por mucho que se le quiso situar como el ala liberal y centrista de la derecha, su furor nacionalista espa?ol se convirti¨® en su se?a de identidad, por encima de cualquier otra consideraci¨®n. ?Y qu¨¦ ha pasado? Que cuando Vox, la extrema derecha sin edulcorante alguno, ha entrado en escena un sector sustancial de sus votantes ha preferido el original, la extrema derecha de toda la vida, a la copia. Y vemos como Vox, una vez ha succionado buena parte del sector m¨¢s radical del PP, crece ahora a partir de la fuga masiva de electores de Ciudadanos. A menudo, el final es el mejor reflejo de una trayectoria.
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