Pablo Has¨¦l: un a?o entre rejas sin perd¨®n ni rehabilitaci¨®n
El rapero, que renuncia a obtener beneficios penitenciarios, seguir¨¢ en Ponent al menos hasta marzo de 2023, aunque acumula otras condenas
Pablo Has¨¦l cumple este mi¨¦rcoles un a?o en prisi¨®n sin que las perspectivas de quedar pronto en libertad sean demasiado halag¨¹e?as. El 16 de febrero de 2021, despu¨¦s de ser detenido por los Mossos d¡¯Esquadra en la Universidad de Lleida, el rapero fue trasladado a la c¨¢rcel de Ponent para cumplir una condena de nueve meses por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona. Has¨¦l public¨® en Twitter proclamas a favor de ETA y Grapo y divulg¨® una canci¨®n injuriosa contra Juan Carlos I. Su encarcelamiento provoc¨® una oleada de graves disturbios en Barcelona y motiv¨® peticiones de indulto que no han prosperado. Mientras las voces que le apoyan se van apagando, el activista sigue firme en su convicci¨®n de que no ha hecho nada malo y de que cumplir¨¢ la pena, esta y otras que est¨¢n por llegar, en su integridad, sin pedir clemencia ni perd¨®n.
Pablo Rivadulla Dur¨® ha rechazado someterse a los programas de rehabilitaci¨®n que ofrece la Generalitat y ha renunciado, as¨ª, a obtener cualquier clase de beneficio penitenciario. Sigue clasificado en segundo grado, el r¨¦gimen ordinario (24 horas en prisi¨®n) en el que cumple condena la mayor¨ªa de reos. De haber querido, Has¨¦l podr¨ªa estar en libertad desde noviembre. Pero se neg¨® a pagar la multa de 40.000 euros que le fue impuesta en la condena por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y que, dada la solidaridad que despert¨® su caso, podr¨ªa haber reunido con relativa facilidad, asumen fuentes de su entorno.
El impago fue sustituido por una pena de prisi¨®n superior a la del delito cometido, de modo que la condena global -la que tiene que liquidar- asciende ahora a dos a?os y un mes. El calendario se mueve as¨ª hacia adelante. En su ficha penitenciaria consta como fecha de cumplimiento definitivo de la condena marzo de 2023. En unas semanas, en cuanto haya cumplido la mitad de la pena, su abogada, Alejandra Matamoros, pedir¨¢ al juez de vigilancia penitenciaria que suspenda de forma extraordinaria la condena. Pero no tiene demasiadas esperanzas de que la petici¨®n prospere (¡°nos van a decir que no, porque uno de los requisitos es que est¨¦ en tercer grado¡±), como tampoco tiene visos de prosperar la petici¨®n de indulto.
La Academia Catalana de la M¨²sica solicit¨® para Has¨¦l la medida de gracia al Gobierno, pero tanto la Fiscal¨ªa como la Audiencia Nacional -el tribunal que le conden¨®¨C la han rechazado por ¡°reincidente¡±. Tampoco los informes de los t¨¦cnicos de Ponent son demasiado favorables. Aunque explican que no ha habido conflictos con el interno -no se le ha abierto ning¨²n expediente por mal comportamiento-, los informes se?alan que no se ha sometido a tratamiento ni ha mostrado su voluntad de resarcir el da?o causado o pedir perd¨®n, seg¨²n fuentes penitenciarias. Con esos mimbres, las opciones de salir son m¨¢s bien nulas.
Has¨¦l, aseguran fuentes de su entorno, est¨¢ animado y con fuerzas, m¨¢s convencido de nunca de su verdad. Su familia ha asumido que no le ver¨¢ en libertad en un tiempo. Porque el calendario del rapero no acaba en 2023. Las consecuencias de otras causas judiciales est¨¢n por llegar. El pasado diciembre, el Tribunal Supremo confirm¨® una sentencia de dos a?os y medio de c¨¢rcel por obstrucci¨®n a la justicia y amenazas. Has¨¦l difundi¨® en redes sociales la imagen de un testigo que hab¨ªa declarado en un juicio por las presuntas lesiones causadas por un polic¨ªa local de Lleida a un menor amigo del cantante. Seg¨²n la versi¨®n que dio ese testigo, el rapero se le acerc¨® en la calle y le amenaz¨®: ¡°T¨² testificaste en contra de mi compa?ero¡±. Esta condena en breve se ejecutar¨¢ y har¨¢ que su estancia en prisi¨®n sea a¨²n m¨¢s prolongada.
La hoja hist¨®rico-penal de Has¨¦l es de largo alcance y apunta tanto al pasado como al futuro. En 2014, la Audiencia Nacional dict¨® una primera condena contra ¨¦l por enaltecimiento del terrorismo. El activista, que entonces ten¨ªa 25 a?os, hab¨ªa subido a Youtube una decena de canciones en las que ensalzaba y alababa los atentados de grupos terroristas -ETA, Grapo, la Facci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF) o Terra Lliure- y les ped¨ªa que volviesen a atentar. El Tribunal Supremo confirm¨® la pena al a?o siguiente. Pero la Audiencia Nacional la dej¨® en suspenso durante tres a?os: si en ese tiempo volv¨ªa a delinquir, deber¨ªa ingresar autom¨¢ticamente en la c¨¢rcel. Esa es la raz¨®n por la que, con una condena de solo nueve meses -la de los tuits y la canci¨®n contra el rey em¨¦rito-, haya tenido que ingresar en Ponent.
Has¨¦l tambi¨¦n ha sido condenado por agredir a una periodista de TV3 en una rueda de prensa durante la ocupaci¨®n del rectorado de la Universidad de Lleida, en junio de 2016. La sentencia, a seis meses de prisi¨®n por un delito de lesiones, se dict¨® en junio de 2020 pero a¨²n no es firme y est¨¢ pendiente de recurso. El rapero, adem¨¢s, deber¨¢ afrontar pr¨®ximamente un juicio por des¨®rdenes p¨²blicos en una manifestaci¨®n, en 2018, contra la detenci¨®n del expresidente Carles Puigdemont en Alemania. La fiscal¨ªa pide seis a?os de c¨¢rcel para ¨¦l y penas, tambi¨¦n de prisi¨®n, para otras diez personas que presuntamente participaron en esos hechos.
Nueve noches de disturbios
El encarcelamiento del rapero hace un a?o dej¨® nueve noches consecutivas de disturbios en Barcelona y protestas inusualmente violentas en otras poblaciones catalanas. Como en Vic, donde un grupo destroz¨® la fachada de cristal de la comisar¨ªa de los Mossos d¡¯Esquadra. La escalada provoc¨® crisis en varios frentes: los Mossos denunciaron la tibieza del Govern -entonces en funciones- a la hora de denunciar la violencia de los altercados. Los incidentes ocurrieron tras las elecciones auton¨®micas, lo que enturbi¨® el di¨¢logo para formar un ejecutivo independentista, informa Clara Blanchar. La situaci¨®n fue de tal magnitud que los empresarios celebraron un acto exigiendo el fin de la violencia y denunciando la afectaci¨®n de los disturbios a la econom¨ªa.
Durante la primera noche de disturbios en Barcelona, una mujer perdi¨® un ojo y las entidades de derechos humanos lo atribuyeron a un proyectil de foam (viscoel¨¢stico) de los que disparan los Mossos. La CUP pidi¨® la dimisi¨®n del consejero de Interior. En la capital, las protestas consecutivas comenzaron el martes 16 y acabaron 27 de febrero. Durante esas noches hubo saqueos en comercios del centro (paseo de Gr¨¤cia, Via Augusta, plaza de Catalunya) y, en una ocasi¨®n, un grupo lanz¨® material incendiario contra una furgoneta de la Guardia Urbana. Tambi¨¦n hubo da?os en espacios in¨¦ditos, como el Palau de la M¨²sica, o un hotel de la Rambla de Catalu?a.
Solo en Barcelona, y solo en mobiliario urbano los da?os tuvieron un coste de m¨¢s de un mill¨®n de euros: 300 contenedores quemados (441.000 euros), servicios de limpieza y retirada de restos (260.000), pavimento (307.000 euros en reponer 4.600 metros cuadrados) y alumbrado, sem¨¢foros, se?alizaci¨®n, fuentes o ¨¢rboles (92.000 euros). Respecto a los comercios, solo en el paseo de Gr¨¤cia los comerciantes cifraron en un mill¨®n el coste de los escaparates rotos y exigieron actuaciones para impedir que la ciudad se convirtiera en capital ¡°de la guerrilla urbana¡±.
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