Los Juegos de Invierno como Macguffin
El pretexto -el MacGuffin- son los Juegos de Invierno 2030, pero en el fondo, los partidos est¨¢n ventilando sus conflictos de siempre
Fue Alfred Hitchcock quien explic¨® que, en una pel¨ªcula de suspense, siempre hay algo que mueve a los protagonistas, un objeto, un secreto, un premio cualquiera, pero que al espectador no le interesa ese detalle concreto sino la tensi¨®n que se genera en su b¨²squeda. A ese objeto que es s¨®lo un pretexto para desarrollar una historia de persecuciones, peleas, angustias y preocupaciones humanas, Hitchcock le llam¨® Mac Guffin. En la Catalu?a de hoy, el Mac Guffin son los Juegos de Invierno.
Ese proyecto deportivo y econ¨®mico es apenas nada todav¨ªa, pero tiene el m¨¦rito de haber estimulado la competici¨®n. Entre partidos, por supuesto. Se ha convertido en el pretexto para enfrentamientos que vienen de m¨¢s atr¨¢s y continuar¨¢n en el futuro, de mucho m¨¢s calado que el simple debate sobre la oportunidad de montar un tobog¨¢n de bobsleigh en la Vall Fosca. En la sesi¨®n parlamentaria de este mi¨¦rcoles, los JJ OO han servido al diputado de los Comunes Lucas Ferro para levantar la bandera de la ecolog¨ªa y la crisis clim¨¢tica contra el Govern. Mientras, Carlos Carrizosa, jefe de filas de Ciudadanos, acusa al presidente de la Generalitat de insolidaridad con Arag¨®n, una comunidad que exige m¨¢s presencia en la candidatura y ha roto negociaciones, no s¨®lo con la Generalitat, sino tambi¨¦n con el Gobierno central y el Consejo Superior de Deportes; para Carrizosa, es el separatismo el culpable del desencuentro. M¨¢s: Marta Vilalta, portavoz de ERC, utiliza el refer¨¦ndum sobre los JJOO en el Pirineo para presumir de democracia participativa, y Albert Batet, de Junts per Catalunya, compara el proyecto con Barcelona-92 y, en un sorprendente giro dial¨¦ctico, acusa a la alcaldesa Ada Colau (le llama ¡°La Colau¡±, con un exquisito respeto institucional) de cargarse la ciudad, as¨ª en general.
Es decir, el pretexto -el MacGuffin- son los Juegos de Invierno 2030, pero en el fondo, los partidos est¨¢n ventilando sus conflictos de siempre. Visto as¨ª, podr¨ªan hacer como Ignacio Garriga, l¨ªder de Vox en Catalu?a, que no necesita ninguna excusa ni acontecimiento real para repetir en cada sesi¨®n la misma idea: qu¨¦ malos que son los musulmanes que llenan nuestras calles de sangre y en cuatro d¨ªas estaremos todos rezando cara a La Meca y sin comer jam¨®n. A veces da la impresi¨®n de que escribi¨® todos sus discursos de una tacada, para avanzar trabajo, y los va soltando prescindiendo de la actualidad.
El otro asunto que colea todav¨ªa en los debates parlamentarios es el divorcio del conseller de Educaci¨®n, Josep Gonz¨¢lez Cambray, y los ense?antes. No hay acuerdo a la vista, pero tambi¨¦n aqu¨ª funciona una ley de hierro de la pol¨ªtica: la mejor manera de afianzar a un pol¨ªtico discutido en su cargo es exigir su dimisi¨®n. Nadie recuerda un caso en el que un presidente accediera a cualquier petici¨®n de cese lanzada desde la oposici¨®n, y Pere Aragon¨¨s no es distinto: hoy ha reafirmado de nuevo su confianza en Cambray. Los que le quieren ver fuera, har¨ªan mejor en elogiarle.
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