Sant Jordi, ese d¨ªa
Los libreros y la industria editorial est¨¢n ansiosos, es natural: del rito depende buena parte de su subsistencia anual; de todos, grandes y peque?os
A las puertas del d¨ªa del libro tras dos a?os de pandemia, el anhelo de libreros, editores y p¨²blico acaricia el aire, casi lo puedes palpar. El cielo, que sabido es que va a la suya y no puede esperar, deber¨ªa atender a lo que se espera de ¨¦l, clemencia en esta primavera lluviosa y que se porte bien, con su buen sol y su buena brisa. Har¨¢ lo que pueda, el tiempo, que bastante chungo lo tiene con el climaticidio que le hemos montado, un ataque funesto en toda regla. Pero, vaya, cabe pensar que si no es por un diluvio o un impertinente aguacero sostenido, en la calle nos veremos, celebrando el rito.
Los libreros y la industria editorial est¨¢n ansiosos, es natural: del rito depende buena parte de su subsistencia anual; de todos, grandes y peque?os. De los dependientes y los independientes, seg¨²n el l¨¦xico actual para trazar un cierto dise?o de este mundo enrevesado en el que conviven la producci¨®n industrial a machamartillo, editoras y librer¨ªas medianas y las cuasi artesanas. En t¨¦rminos agr¨ªcolas, los m¨¢s ilustrativos que conozco: terratenientes, clases medias, peque?os, peque?¨ªsimos propietarios, jornaleros. Y con ellos un abanico de proveedores y colaboradores imprescindibles, desde los correctores editoriales (que todav¨ªa los hay, por suerte) a los impresores y los responsables de dar a conocer al p¨²blico los libros, pasando por un elenco de funciones paralelas, como eso tan a menudo mal pagado como es valorar un libro para que encuentre a sus lectores.
Los libros existen porque forman parte de algo tan cotidiano e historiado como los alimentos. Son tan necesarios como los alimentos y su comercio se asemeja. En su caso, un libro existe porque es el resultado de un tri¨¢ngulo: el escritor, el editor, el lector. Sin uno de los lados, no hay transmisi¨®n ni lectura ni nada. Como la fruta y las verduras.
Hay buenos libros que se leen poco, me dir¨¢n, y desde luego son demasiados. Pero ese no es el asunto. Si lo miramos desde la pintura, baste recordar que Vel¨¢zquez y Goya, y el Greco, pasaron m¨¢s de un siglo en el olvido; pero regresaron y ahora no hay quien les silbe. Paciencia y barajar, autores. Aparecen libros extra?¨ªsimos en las listas de los m¨¢s vendidos, me dir¨¢n tambi¨¦n, pero es que estamos hablando de una producci¨®n industrial (como la agr¨ªcola) que no se entretiene en valorar aspiraciones ni legados, al contrario, hace bandera de la no valoraci¨®n. Hablamos de los m¨¢s vendidos, caramba. Y desde luego los t¨ªtulos de cocina son en efecto libros.
As¨ª pues, amigos, no queda otra que ejercer de lector. No se otean otros caminos ni horizontes. No le pasemos la maroma a los machacadores de papel impreso, esa sociedad en absoluto secreta pero igual de intimidante que si lo fuera, no lo dejemos en manos de los lectoricidas (la expresi¨®n es de G¨®mez de la Serna). A la calle, lectoras, lectores, a pasarlo bien este s¨¢bado ejerciendo de lectores. Es Sant Jordi, ese d¨ªa.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.