El retrovisor que desenmascar¨® al presunto violador de Igualada

La investigaci¨®n que ha permitido detener al presunto violador de Igualada se debe a un trabajo minucioso de los Mossos. Pero tambi¨¦n a unas dosis de azar. Un retrovisor fue el elemento clave que permiti¨® a la polic¨ªa poner nombre y apellidos al detenido. El hallazgo de ADN de la v¨ªctima en la ropa del acusado apuntal¨® la acusaci¨®n. El joven, de 20 a?os, est¨¢ en prisi¨®n preventiva por orden del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 4 de Igualada. En 2020, fue condenado a un a?o y medio de internamiento en r¨¦gimen semiabierto por violar a su hermana cuando ella ten¨ªa 7 a?os y ¨¦l, 14. Brian Raimundo C. trabajaba de instalador de ADSL en domicilios cuando fue detenido por la salvaje agresi¨®n sexual.

La resoluci¨®n de la violaci¨®n de Igualada tension¨® a los Mossos, que trabajaban sin testigos, sin im¨¢genes y sin ning¨²n recuerdo de la v¨ªctima del ataque que sufri¨®. De no haber sido auxiliada poco despu¨¦s por unos camioneros, la joven de 16 a?os hubiese muerto, seg¨²n sostiene el juez. En esa carrera por dar con el autor, los agentes abrieron todas las v¨ªas posibles. Investigaron a diversos sospechosos, analizaron el listado de todos los agresores sexuales con permisos penitenciarios ese fin de semana, visionaron las im¨¢genes de 155 c¨¢maras de videovigilancia, estudiaron listas con miles de tel¨¦fonos ubicados bajo la misma red de telefon¨ªa que la v¨ªctima cuando fue agredida.

En esa pesca de arrastre, los Mossos analizaron todos los incidentes que se produjeron ese 1 de noviembre de 2021, noche de Halloween, en Igualada, un municipio barcelon¨¦s de 40.000 habitantes. Uno de ellos fue un altercado con un veh¨ªculo. Un grupo de 11 chavales, la mayor¨ªa menores, que hac¨ªa botell¨®n y rompi¨® el retrovisor del coche. Los due?os, que estaban en la zona, lo vieron, se enzarzaron en una discusi¨®n con los autores y decidieron grabarlos. Luego lo denunciaron a los Mossos, que detuvieron a una persona.

Los investigadores de la polic¨ªa catalana se detuvieron en esas im¨¢genes. Les llam¨® la atenci¨®n la actitud de uno de los j¨®venes, el ¨²nico que se tap¨® la cabeza con la capucha de su chaqueta cuando vio que le grababan, explican fuentes policiales. Un detalle sin importancia, de no ser por el contexto de los investigadores, que persegu¨ªan a un violador despiadado desde hac¨ªa meses.

Paralelamente, la polic¨ªa hab¨ªa peinado las grabaciones de 155 c¨¢maras de videovigilancia. No hab¨ªa ninguna imagen de la agresi¨®n sexual, pero s¨ª del momento previo de cerco de la v¨ªctima, y la huida posterior del autor. Las im¨¢genes de la ida, cuando ¨¦l incluso corre detr¨¢s de la joven, eran de mala calidad. Pero la polic¨ªa logr¨® una c¨¢mara que graba con nitidez la huida del autor. El an¨¢lisis pormenorizado permiti¨® determinar que ese hombre era el ¨²nico que pasaba por la zona despu¨¦s de la agresi¨®n sexual. Solo pod¨ªa ser ¨¦l. Y tambi¨¦n se tapaba la cabeza con una capucha.

La polic¨ªa se centr¨® entonces en identificar al chaval encapuchado que formaba parte del grupo que rompi¨® el retrovisor en un botell¨®n, unas horas antes de la agresi¨®n sexual. Interrogaron a los j¨®venes y fueron poniendo nombre a todos los integrantes. Cuando hubo el incidente, se desperdigaron, pero luego se volvieron a reunir para seguir bebiendo. Lograron identificar a 10 de ellos con cierta facilidad. Pero hab¨ªa uno al que casi nadie conoc¨ªa, seg¨²n fuentes policiales. Era el primer d¨ªa que se un¨ªa al grupo. Al final, quien le invit¨®, que le hab¨ªa tratado superficialmente, dijo que se trataba de Brian.

Los Mossos lograron su tel¨¦fono, pero se toparon con un nuevo obst¨¢culo: estaba a nombre de una empresa. La compa?¨ªa les confirm¨® lo que sospechaban: que se trataba de Brian Raimundo C., que trabajaba para ellos en la instalaci¨®n de ADSL a domicilio. Y el tel¨¦fono de Brian estaba en todo el recorrido de la v¨ªctima.

El siguiente paso fue vigilar al joven. Y los Mossos no tardaron en comprobar que Brian, a pesar del tiempo transcurrido, segu¨ªa llevando las mismas bambas, la misma chaqueta y la misma mochila de la marca Under Armour que quien no ten¨ªan duda que era el autor de la violaci¨®n, y que estaba grabado huyendo de la escena del crimen.

La polic¨ªa le detuvo el jueves 21 de abril. En su tel¨¦fono, hallaron un pantallazo de Google Maps que le ubica en la zona de la agresi¨®n sexual a la hora en la que se produjo. En casa encontraron una chaqueta en la que hallaron ADN de la v¨ªctima, a la que no conoc¨ªa de nada. La mala suerte hizo que Brian se topase con ella de madrugada en el pol¨ªgono y decidiese atacarla, seg¨²n la tesis policial.

Los agentes comprobaron tambi¨¦n los antecedentes del joven. Solitario, con pocos amigos, lleg¨® a Espa?a en 2015 a trav¨¦s de la reagrupaci¨®n familiar. En 2017, su madre le denunci¨® por haber violado a su hermana cuando ella ten¨ªa 7 a?os y ¨¦l 14. Un juzgado de Girona le conden¨® en febrero de 2020 a un a?o y medio de internamiento en r¨¦gimen semiabierto y a 12 meses m¨¢s de libertad vigilada. En julio, el mismo juzgado suspendi¨® la condena durante dos a?os, con la condici¨®n de que realizase un curso de educaci¨®n sexual y una deshabituaci¨®n de t¨®xicos. Tambi¨¦n orden¨® la libertad vigilada para el joven.

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