El desbarajuste por obras en Rodalies aviva la tensi¨®n entre Renfe y la Generalitat

Poco antes de saltar desde la presidencia de Adif a la Secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera lanz¨® un aviso de lo que se le ven¨ªa encima a la red de trenes de Rodalies. ¡°Afectaciones tremendas¡±, presagi¨® a modo de alerta de las consecuencias que iba a tener para el tr¨¢fico, y para los usuarios, el ...

Poco antes de saltar desde la presidencia de Adif a la Secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera lanz¨® un aviso de lo que se le ven¨ªa encima a la red de trenes de Rodalies. ¡°Afectaciones tremendas¡±, presagi¨® a modo de alerta de las consecuencias que iba a tener para el tr¨¢fico, y para los usuarios, el extenso plan de obras para adecentar la infraestructura de los cercan¨ªas catalanes. M¨¢s tarde de lo previsto, los trabajos finalmente est¨¢n en marcha y con una semana ha bastado para constatar que los apercibimientos no han evitado el desbarajuste. Retrasos, cancelaci¨®n de trenes, modificaciones horarias, p¨¦rdida de frecuencias, falta de transporte alternativo y retirada de convoyes semidirectos han alterado la circulaci¨®n ferroviaria y han contribuido a embarrar m¨¢s la imagen de un servicio que transporta a casi 400.000 pasajeros diarios.

El l¨ªo est¨¢ hu¨¦rfano de culpables, porque Renfe y Generalitat se pasan la pelota y escriben un nuevo cap¨ªtulo de su historial de desencuentros. Como trasfondo anida el cr¨®nico enfrentamiento por la gesti¨®n de Rodalies. ¡°Si tuvi¨¦semos las plenas competencias, las obras se habr¨ªan hecho de otra manera¡±, se afirma desde la consejer¨ªa de Territorio. El Govern insiste en que mantiene la demanda al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y ha puesto el pr¨®ximo verano como fecha tope para que se formalice el traspaso competencial. Una opci¨®n que Renfe ve poco probable y que genera muchas reticencias a buena parte del personal de la empresa, reacio a la posibilidad de integrarse en plantilla de la administraci¨®n catalana.

La intervenci¨®n en Rodalies es de larga duraci¨®n, un m¨ªnimo de diez meses, y se centra en el tramo Martorell - Castellbisbal, donde Adif est¨¢ haciendo actuaciones relacionadas con el desarrollo del Corredor Mediterr¨¢neo, la remodelaci¨®n de la estaci¨®n de Sant Feliu de Llobregat, as¨ª como los trabajos de mejora de la accesibilidad que Renfe ejecutar¨¢ en Molins de Rei. El embrollo por las obras afecta principalmente a la R4, que une Sant Vicen? de Calders con Manresa por Vilafranca del Pened¨¨s, Barcelona, Sabadell y Terrassa, pero impacta en la mayor¨ªa de l¨ªneas por el efecto domin¨® que provoca introducir alteraciones en la malla ferroviaria. Las afectaciones salpican a la R3, entre Barcelona, Vic y Puigcerd¨¤, y a la R1, conocida como la l¨ªnea del Maresme. Se han eliminado trenes, principalmente se ha adelantado el cierre del servicio por la noche, se han perdido frecuencias y se han cancelado trenes semidirectos.

Fuentes conocedoras de la gesti¨®n de Rodalies ponen de relieve que Renfe ha tratado de introducir los ¡°horarios cadenciados¡±, una programaci¨®n horaria que fija el paso de un tren en el mismo minuto de cada hora, lo que supone que el orden de salida desde una estaci¨®n concreta se prev¨¦, por ejemplo, a las 9:11, a las 10:11, a las 11:11, y as¨ª sucesivamente. ¡°El tr¨¢fico es m¨¢s lineal y previsible para el usuario y, supuestamente, en una ¨¦poca de obras el dise?o horario es m¨¢s robusto. El problema es que a la m¨ªnima incidencia de descuadra toda la malla y se acumulan retrasos en muchas l¨ªneas¡±, indican las mismas fuentes.

La aparici¨®n de los problemas ha dado otra vuelta de tuerca a la tensi¨®n que hay entre Renfe y la Generalitat. La empresa pone de relieve que la administraci¨®n catalana ¡°es la titular del servicio y tiene competencias en la fijaci¨®n de horarios¡±. Mientras, la consejer¨ªa de Territorio replica que ha tenido escaso margen de maniobra para intervenir en la plantilla horaria que confeccionaron Renfe y Adif.

Los inconvenientes sobrevenidos en la red ferroviaria hac¨ªan presagiar que parte de los usuarios abandonar¨ªan el tren por otros medios de transporte. La habilitaci¨®n de servicios de bus alternativos se presentaba como la soluci¨®n m¨¢s plausible. En ese punto, Renfe y la Generalitat tambi¨¦n chocan. Se han puesto buses de refuerzo, pero en algunos casos han resultado insuficientes. El departamento de Territorio ha recibido quejas porque algunos pasajeros han tenido que viajar de pie en los buses habilitados en Vilafranca del Pened¨¨s. Desde la consejer¨ªa se se?ala que fue ¡°puntual¡± y se alega que ¡°la responsabilidad de poner un transporte alternativo es de Renfe¡±. Un portavoz de la empresa responde que ¡°la Generalitat es la responsable de la movilidad¡± y matiza que ¡°Renfe pone transporte alternativo por carretera cuando hay una incidencia¡±.

Las obras ser¨¢n largas y los inconvenientes para los usuarios, tambi¨¦n. Generalitat y empresa solo coinciden en que est¨¢n realizando ¡°un monitoreo¡± para tratar de ajustar la operativa y mejorar el servicio en funci¨®n de las lagunas que detecten.

Poca fiabilidad e informaci¨®n dudosa

La l¨ªnea R3 entre Barcelona, Vic y Puigcerd¨¤ arrastra una de las peores famas de Rodalies. La plataforma Pqnoensfotineltren hace campa?a activa para exigir un mejor servicio. Marc Janeras ejerce de portavoz de la entidad y destaca que el impacto de las obras en la red ha provocado una onda expansiva. ¡°La fiabilidad es un problema que arrastra la R3, los horarios en el papel lo aguantan todo, pero luego en la v¨ªa es otra cosa. Hemos empezado con mal pie, con retrasos de hasta 60 minutos, y estamos expectantes para ver si el dise?o del nuevo horario es m¨¢s vulnerable¡±, dice. Janeras denuncia que ¡°se echan en falta datos. Ni Renfe ni la Generalitat los facilitan, hay poco esfuerzo y pocas ganas de conocer el volumen de usuarios de la l¨ªnea y priorizar decisiones en funci¨®n de esos datos¡±. La informaci¨®n precaria es una queja habitual de los usuarios de Rodalies. La falta de confianza en el servicio ¡°reh¨²ye a mucha gente¡±, afirma Janeras.

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