El Teatre Lliure de Barcelona atenúa el experimentalismo y apuesta en la próxima temporada por grandes clásicos
El colectivo programa ‘Hedda Gabler’, por ?lex Rigola, ‘Les amistats perilloses’ por Carol López, ‘Yerma’, por Juan Carlos Martel, y un Arthur Miller con dirección de David Selvas
En lo que parece un giro hacia el teatro más tradicional después de varias temporadas de mucho experimento, el Teatre Lliure de Barcelona basa especialmente su programación 2022-23, presentada este mediodía bajo el lema “tanquem parèntesi… i que la imaginació broti”, en grandes clásicos. Así, se podrá ver una Hedda Gabler, de Ibsen, con dirección de ?lex Rigola y Nausicaa Bonnin, Miranda Gas y Pol López en el reparto (Rigola ha situado su lectura en la “toxicidad” de las relaciones y la plaga de suicidios), Carol López montará Les amistats perilloses, de Pierre Choderlos de Laclo...
En lo que parece un giro hacia el teatro más tradicional después de varias temporadas de mucho experimento, el Teatre Lliure de Barcelona basa especialmente su programación 2022-23, presentada este mediodía bajo el lema “tanquem parèntesi… i que la imaginació broti”, en grandes clásicos. Así, se podrá ver una Hedda Gabler, de Ibsen, con dirección de ?lex Rigola y Nausicaa Bonnin, Miranda Gas y Pol López en el reparto (Rigola ha situado su lectura en la “toxicidad” de las relaciones y la plaga de suicidios), Carol López montará Les amistats perilloses, de Pierre Choderlos de Laclos, con Mònica López (resto del reparto en curso), el propio director del Lliure, Juan Carlos Martel pondrá en escena una Yerma de Lorca junto a Frederic Amat (que ha recordado uno de los últimos consejos de Fabià Puigserver: “sed osados”), y David Selvas dirigirá Tots eran fills meus, de Arthur Miller, una historia sobre el lado oscuro del sue?o americano centrada en los secretos corruptos y criminales de una empresa de aviación militar, con Emma Vilarasau, Jordi Bosch y Clàudia Benito en el reparto.
Eso no quiere decir que no vaya a haber espacio para la nueva creación autoral y la mirada sobre los problemas contemporáneos (“somos permeables a los tiempos que vivimos”, ha recalcado Martel): Jordi Prat i Coll dirigirá su propio texto Fàtima, sobre una joven metida en el infierno de la droga en el Raval, que ha pasado con la pandemia “de la pobreza a la miseria” (Prat i Coll dixit); Glòria Bala?á montará Tot el que passarà a partir d’ara, de Joan Yago, miembro fundador de La Calòrica, que aborda la muerte y la enfermedad desde los ojos de un adolescente; y Lectura fácil, de Cristina Morales, adaptada y dirigida por Alberto San Juan, trata sobre cuatro mujeres con discapacidad intelectual que viven en un piso tutelado en la Barcelona de los okupas, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y los ateneos anarquistas.
También buen teatro internacional con Tiago Rodrigues y su Catarina e a beleza de matar fascistas, la belga Anne-Cécile Vandalem con Kingdom, historia a través de la mirada de los ni?os de dos familias que asqueadas de la civilización occidental se instalan en la taiga siberiana, y One song, de la artista Miet Warlop. La Sala Fabià Puigservert se convertirá en una playa con otro interesante espectáculo extranjero escogido para abrir la temporada en Montju?c (12 al 22 de octubre), Sun & Sea, versión escénica de la ópera-performance que presentó el pabellón lituano en la Bienal de Venecia de 2019 y logró el León de Oro a la mejor participación nacional. Obra de tres creadoras lituanas (Rugile Barzdziukaité, Vaiva Grainyté y Lina Lapelyté, muestra a un grupo de gente en la playa que expresan preocupaciones ambientales cantando bajo la mirada del público, que observa la escena desde una pasarela en lo alto.
Otras creaciones son La voluntad de creer, del argentino Pablo Messiez, inspirada en el juicio a Juana de Arco y su plasmación en las películas de Robert Bresson y Dreyer, Desert por la compa?ía residente Atresbandes, o Concurso de malos talentos, por José y sus hermanas.
Martel, que ha recordado que hasta febrero no se ha vuelto a los aforos al 100 % y sin mascarilla, ha aprovechado para hacer balance de la temporada que está a punto de acabar (aún está en cartel dos semanas la excelente Les tres germanes, de Julio Manrique). La ocupación global del Lliure ha sido del 67,9% (la mayor en Gràcia, del 78,8 %), el total de espectadores de 62.394, y la recaudación de 800.739 euros. La mayor parte del público estaba en la franja de 46 a 65 a?os (37,8 %) y los menores de 30 a?os han sido el 24,74 %. El Lliure tiene 34.000 seguidores en Instagram.
La próxima temporada desciende el número de espectáculos, de 37 a 26, (6 producciones propias, 9 coproducciones, 11 espectáculos invitados) con menos montajes en el Espai Lliure. Martel, que ha lanzado varios leitmotiv del Lliure en forma de eslóganes (“el Lliure responde”), ha enfatizado el propósito del colectivo de “sostener a una sociedad necesitada de historias“, y de apostar por la excelencia creativa sin renunciar a ofrecer nuevas oportunidades a los creadores más valientes.
Archivada la denuncia por mala praxis en ‘Internacional’
El Patronato del Teatre Lliure, ha explicado Martel, ha resuelto archivar la denuncia hecha en twitter por una ayudante de dirección del espectáculo Internacional que consideraba que la directora polaca Anna Karasinska se había extralimitado en el trato con los actores vulnerando su intimidad psicológica en los ensayos. Internacional es un espectáculo sin argumento en el que se disecciona el proceso de creación teatral en base a la experiencia de los propios actores. La denuncia activó el Código ético del Lliure y se realizó una investigación, cuyo informe ha concluido que no se habían producido hechos que incumplieran el principio de buenas prácticas. Se ha informado a las partes y se da por cerrado el asunto. Martel se ha felicitado de que hayan funcionado los mecanismos previstos, aunque ha considerado que tiene que haber más agilidad para resolver los casos.
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