¡°Un director no debe entrar con miedo en la sala de ensayos, pero hay cosas que ya no se pueden permitir¡±
El nuevo responsable del teatro habla del 'affaire' Pasqual y avanza que esta temporada se prepara un montaje de 'Las tres hermanas' de Ch¨¦jov dirigido por Julio Manrique
El nuevo director del Teatre Lliure, Juan Carlos Martel (Barcelona, 1976), ha tardado diez meses desde su nombramiento, el pasado 18 de enero, en conceder entrevistas. Lo justifica por ser de natural prudente y poco amigo de hacer gala de personalismo en el cargo, y por la necesidad de dar un respiro al Lliure tras la monta?a rusa profesional y emocional que supuso la crisis que llev¨® a la salida de Llu¨ªs Pasqual de la direcci¨®n del teatro. Martel, cordial y amable aunque con una reserva y una prevenci¨®n que pueden parecer jesu¨ªticas, recibe en la entrada de la sede del Lliure en Montju?c y conduce hasta su despacho en una de las torres. Su ambiente de trabajo es bastante sobrio e incluso monacal, lo que se aviene con su figura enjuta y su aire algo melanc¨®lico que no desentonar¨ªan en el entierro del conde de Orgaz. Entre el pu?ado de cosas propias que Martel ha colocado para personalizar el despacho (¡°no tardar¨ªa nada en recogerlo todo si me tengo que ir¡±) destacan un cartel teatral italiano de 1930 enmarcado ¨Cdel Teatro Colonna, anunciando L¡¯imbecille de Pirandello- y un programa de Moby Dick, el precioso espect¨¢culo para ni?os que dirigi¨® en el Lliure con escenograf¨ªa de Frederic Amat, dedicado por el artista. Sobre la mesa de trabajo, grande y comunitaria, pueden verse, quiz¨¢ por casualidad, sendos libros dedicados al trabajo de Fabi¨¤ Puigserver y Ros Ribas, dos hist¨®ricos del Lliure. Martel contesta todas las preguntas, aunque en algunas prefiere echar balones fuera. ¡°Un director no debe entrar jam¨¢s con miedo en una sala de ensayos, pero hay cosas que ya no se pueden permitir¡±, dir¨¢ en relaci¨®n con la acusaci¨®n de malos tratos a la actriz Andrea Ros durante los ensayos de El Rei Lear que llev¨® a la dimisi¨®n de Pasqual. Martel pide ¡°estabilidad¡± para poder llevar a cabo su programa de renovaci¨®n del Lliure y ante la inquietud generada por una primera parte de la programaci¨®n muy radical e innovadora, sin los grandes nombres vinculados hist¨®ricamente al Lliure, tranquiliza que ¡°ya vendr¨¢n¡±, y avanza que para la segunda parte de la temporada se prepara un montaje de Las tres hermanas de Ch¨¦jov dirigido por Julio Manrique..
Pregunta. Vaya inicio de temporada, con Falaise, todas las entradas agotadas. Estar¨¢ contento.
Respuesta. Ha sido una maravillosa sorpresa porque no estaba claro que tanto p¨²blico fuera sensible a la propuesta de Bar¨® d¡¯Evel, que es extremadamente po¨¦tica. Hab¨ªa mucho riesgo en pretender llenar tantos d¨ªas las 750 localidades. Pero ha funcionado, tenemos programadores internacionales muy interesados en el espect¨¢culo y muchos espectadores extranjeros. Desgraciadamente no vamos a poder prorrogar, porque la compa?¨ªa tiene comprometida una gira. A ver si pueden volver para cerrarla aqu¨ª...
P. En el teatro de Gr¨¤cia tambi¨¦n va bien C¨¤sting Giulietta, que dirige usted...
R. S¨ª, tambi¨¦n llenamos. D¨¦jeme matizar, es de recibo, que son proyectos heredados, compromisos previos adquiridos, aunque nosotros hemos asumido los riesgos del tiempo de exhibici¨®n y el formato de sala, es decir la capacidad de p¨²blico.
"Mi programa contempla la continuidad y escuchar al presente. Conmigo el Lliure es el mismo piano con teclas a?adidas y tocando otra cosa. Sobre la tradici¨®n, me acojo a la definici¨®n de Mahler de que es la transmisi¨®n del fuego y no la veneraci¨®n de las cenizas".
P. ?Le tiene cogidas ya las medidas al Lliure?
R. Me voy adaptando. Estoy en un proceso de aprendizaje. Pero tengo muy claro lo que he venido a hacer aqu¨ª, construir un Lliure para todos y para todas, ampliando la cultura en los m¨¢rgenes y sin renunciar a la excelencia est¨¦tica. Y con tres ejes indispensables que son la sociedad, la cultura y la educaci¨®n, eso tiene que estar en todos los proyectos. El mapa es distinto: hace 20 a?os hab¨ªa un 2 % de emigraci¨®n, ahora hay un 20 %. Tenemos que responder a los cambios. Me gusta mucho el mar y la met¨¢fora de que aqu¨ª vamos con rumbo fijo pero viento variable. O llegaremos a puerto o nos hundiremos. Vamos a intentar navegar, capear y disfrutar.
P. En un barco el capit¨¢n es la ley y su mando es absoluto. Usted no ha optado por una direcci¨®n de ese estilo.
R. Hay que recordar que el capit¨¢n tambi¨¦n es el que se hunde con el barco.
P. Y al que se le amotina la tripulaci¨®n, como a Pasqual.
R. A Pasqual no se lo carg¨® la tripulaci¨®n, fueron las redes sociales tambi¨¦n. Y el no tener la confianza de su equipo. Se march¨® ¨¦l, ?por qu¨¦ quedarte d¨®nde no te quieren?
P. ?C¨®mo es que no se pudo arreglar lo de Pasqual?
R. Es la pregunta que me hago. Por qu¨¦ se cerr¨® el di¨¢logo.
P. ?A su parecer, influy¨® la pol¨ªtica?
"Algunos abonados desconf¨ªan de la programaci¨®n porque ven cosas que desconocen, pero han de confiar. Que recuerden que el Lliure hizo en sus inicios Leonci i Lena, que nadie sab¨ªa qu¨¦ era, y la gente iba".
R. Fue un compendio de todo. Pasqual hab¨ªa permitido hacer cosas a favor del proc¨¦s, incluso colocar lazos amarillos en butacas en algunas funciones. Pero no personalicemos, estamos en otra ¨¦poca ya. Ni en la de Pasqual ni en la de Rigola, en las que todo giraba en torno a ellos. Una manera muy strehleriana de funcionar. Eso ya no es as¨ª ahora.
P. ?C¨®mo est¨¢ el ambiente en la casa?
R. ?Los trabajadores? Bien, aunque no puedo hablar por cada uno de los 67. Eta es una casa inteligente, que ha vivido varios procesos de cambios y ahora vive uno muy grande, que incluye la modificaci¨®n de los estatutos, la elaboraci¨®n de un c¨®digo deontol¨®gico interno, de un contrato programa... pronto tenemos elecciones para el comit¨¦ de empresa. Tambi¨¦n se est¨¢ cambiando la manera de trabajar, en busca de una metodolog¨ªa m¨¢s transversal, por equipos, aspiramos a que la gente sea m¨¢s creativa y no espere tanto directrices. La mayor¨ªa de los trabajadores est¨¢n en la cincuentena, entraron a trabajar muchos hace 20 a?os, con 30, en la etapa de ?lex Rigola. Ellos me ense?an c¨®mo se ha funcionado en la casa todo este tiempo, hay di¨¢logo. Necesitamos agilidad, eficacia. Nos henos puesto todos en la misma casilla de salida. Ahora hay que construir.
P. ?Ha tenido contestaci¨®n?
R. Llegu¨¦ aqu¨ª siendo hombre, ex ayudante de Pasqual y visto como continuista, as¨ª que... Pero me lo tomo como que la gente ama mucho el Lliure y levanta pasiones.
P. ?Qu¨¦ pas¨®, a su entender, con Pasqual?
R. Conocemos a Llu¨ªs. Yo estaba fuera cuando pas¨®. Pasqual ten¨ªa que renovar y entonces Andrea public¨® su post y empezaron a expresarse todos. Lo que se ve es la punta del iceberg de una situaci¨®n. No tengo distancia a¨²n para valorar lo que pas¨® y aqu¨ª dentro no lo hemos hablado, se te come el d¨ªa a d¨ªa, el aire acondicionado que se estropea en Gr¨¤cia, un artista iran¨ª al que le niegan el visado para venir. Hay poco tiempo para mirar atr¨¢s. A¨²n estamos en transici¨®n. En todo caso, el Lliure arrastra heridas desde el 76.
P. El a?o que naci¨® usted. Nacieron a la vez.
R. S¨ª, tenemos la misma edad. El Lliure nace como un grupo de amigos que trabajan juntos, ese n¨²cleo de francotiradores que cofundaron el teatro y que mezclaban la creaci¨®n con la vida. Yo ah¨ª me pierdo. Es un per¨ªodo vital que yo obviamente no viv¨ª, no particip¨¦ en aquello. Pero hay una frase de Fabi¨¤ Puigserver, al que no conoc¨ª, que dec¨ªa que el teatro se dirige desde el escenario, y que es algo que yo comparto. Me ha llegado de Fabi¨¤ que se tiene que ser osado, valiente y que tienes que aspirar siempre a la excelencia art¨ªstica. Eso imprime car¨¢cter y significado al Lliure, la personalidad de sus fundadores. Sin embargo, no hay que olvidar que Rigola es tambi¨¦n historia del Lliure, con todas sus iniciativas, los radicales Lliures, la influencia alemana, los espect¨¢culos internacionales...
P. Podr¨ªamos hablar de la metaf¨ªsica del Lliure, su alma si se quiere, eso que pone tan nerviosos a los que no entienden que se no se lo considere un teatro simplemente.
R. El Lliure se diferencia de otros teatros en que es un ave F¨¦nix que se renueva escuchando a la sociedad, y siempre bajo la premisa fundacional que es hacer un teatro de arte para todos, como Strehler en el Piccolo de Mil¨¢n. Forma parte de la esencia del Lliure el que haya gente que lo ama y que lo odie. El teatro vcatal¨¢n no se entiende sin el Lliure y eso a veces ha molestado. Estatutariamente es una fundaci¨®n privada con vocaci¨®n de teatro p¨²blico, que significa que gestionamos nosotros pero que recibe aportaciones de varias instituciones. Eso se traduce en la forma de comportarnos. Hoy en d¨ªa, en 2019 tenemos que ser ejemplares. Estar en sinton¨ªa perfecta con lo que la sociedad exige de una fundaci¨®n de nuestras caracter¨ªsticas. Tenemos que responder siempre como instituci¨®n y no de manea personal. Y ofrecer transparencia m¨¢xima, no puede haber duda.
P. ?Qu¨¦ opina del sueldo de Pasqual?
R. Estaba por debajo del nivel europeo y no supon¨ªa ninguna ilegalidad, pero era ¨¦ticamente reprobable para la situaci¨®n econ¨®mica que vivimos aqu¨ª, esos 250.000 euros de 2013, el a?o del ERE...
P. ?Cree que Pasqual hizo algo impropio en el asunto de Andrea Ros?
R. He trabajado con ambos y puedo decir cosas buenas y malas de los dos. Pasqual pone mucha pasi¨®n y Andrea tambi¨¦n. Puedo imaginar la situaci¨®n. Y es algo que ahora mismo no se podr¨ªa permitir. Ahora bien, ning¨²n creador debe entrar con miedo en una sala de ensayo, pero insisto, hay situaciones que no se deben permitir. Quiz¨¢ no se supo parar a tiempo.
P. ?Volver¨¢n a trabajar en el Lliure?
R. Andrea de momento no, Pasqual tampoco. Pero esta casa nunca ha censurado ni censura. Pasqual tiene una monta?a para montar el teatro Soho en M¨¢laga y vendr¨¢ al rRomea con N¨²ria Espert y Lorca. No me lo imagino no volviendo a dirigir aqu¨ª.
P. ?Quiere preservar la leyenda, el legado digamos espiritual del Lliure?
R. No creo que sea cuesti¨®n de lo que yo quiera. Yo gan¨¦ un concurso para dirigir el teatro con un programa que es lo que tengo que cumplir. Dicho esto, es obvio que vengo de d¨®nde vengo, he trabajado con Pasqual, tengo metido en vena eso y yo soy eso. He trabajado aqu¨ª, no vengo de Par¨ªs. Mi programa contempla la continuidad y escuchar al presente. Conmigo el Lliure es el mismo piano con teclas a?adidas y tocando otra cosa. Sobre la tradici¨®n, me acojo a la definici¨®n de Mahler de que es la transmisi¨®n del fuego y no la veneraci¨®n de las cenizas.
P. Se le ha criticado que en la programaci¨®n que ha ofrecido de la temporada faltan las figuras del Lliure de siempre. Los Jordi Bosch, Emma Vilarasau, Andreu Benito...
R. Vendr¨¢n. La programaci¨®n del primer semestre presentada era una declaraci¨®n de intenciones. Respond¨ªa tambi¨¦n a una sostenibilidad econ¨®mica. Yo no lleg¨® en una situaci¨®n normal, los presupuestos ya est¨¢n tocados. Pasqual hac¨ªa sus c¨¢lculos y no estaba previsto que se fuera. Si normalmente te queda un 43 % del presupuesto para arrancar la temporada yo estoy por debajo del 20 %. Tengo que reorganizar los recursos. Yo tambi¨¦n quiero ver a actores y actrices que han desarrollado su carrera aqu¨ª. Para el segundo semestre proyectamos unas Tres hermanas de Ch¨¦jov dirigidas por Julio Manrique, as¨ª que tranquilos. Algunos abonados desconf¨ªan de la programaci¨®n porque ven cosas que desconocen, pero han de confiar. Que recuerden que el Lliure hizo en sus inicios Leonci i Lena, que nadie sab¨ªa qu¨¦ era, y la gente iba.
P. Pasqual era partidario inicialmente de cerrar el teatro de Gr¨¤cia, ?y usted?
R. Puedes no ser nost¨¢lgico como ¨¦l pero en el Lliure de Gr¨¤cia es donde late todo, yo lo defiendo, y adem¨¢s es patrimonio de la fundaci¨®n privada. A malas siempre podemos volver all¨ª.
P. ?Qu¨¦ tal con las instituciones p¨²blicas?
R. Al principio un poco a la expectativa, a ver qu¨¦ es esto que les ven¨ªa. Ahora hay buena comunicaci¨®n. Siempre a espera de las elecciones. Vuelvo a insistir en que necesitamos estabilidad.
P. ?Se ha sentido ninguneado?
R. No, ni por la profesi¨®n ni por los pol¨ªticos. Tampoco lo permitir¨ªa. Otra cosa es lo que puedan pensar.
P. ?Parar¨¢ el Lliure cuando salga la sentencia del proc¨¦s?
R. En principio no, como reflejo de la sociedad, en el Lliure hay muchos colores y sensibilidades y si mucha gente de la casa para tendremos que parar. Pero como instituci¨®n ecultural no voy a ir a la huelga.
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