El Cru?lla arranca este mi¨¦rcoles una nueva edici¨®n en el F¨®rum con la intenci¨®n de reflejar la creatividad de Barcelona

¡°Queremos que el p¨²blico baile, hemos estado dos a?os sin poderlo hacer en condiciones, limitados por medidas de seguridad: ya es hora de bailar¡±. Como si fuese la consigna central de un mitin festivo, as¨ª de convencido se muestra Jordi Herreruela, director del Cru?lla, festival que se inaugura este mi¨¦rcoles en Barcelona ofreciendo baile hasta el pr¨®ximo s¨¢bado. S¨ª, en el F¨®rum otra vez: ¡°Hemos estado dos a?os sin actividad, es normal que algunas personas se quejen, y quiz¨¢s lo hacen por la cantidad de acontecimientos que all¨ª se ubican, festivales al margen. De todas formas, los impactos de cualquier actividad cultural se pueden minimizar, y nosotros lo hacemos limitando nuestro crecimiento a 25.000 personas diarias en un espacio de 100.000 metros cuadrados, cantidad de p¨²blico que baja a 15.000 personas mi¨¦rcoles y jueves¡±. Su festival, dice Herreruela, ¡°no quiere ser el m¨¢s grande, sino el mejor¡±.

?C¨®mo lo quiere conseguir el Cru?lla? Pues con un cartel tan variado como una lista de reproducci¨®n, elemento fundacional del certamen, ejemplo de un eclecticismo radical. Pero no es s¨®lo m¨²sica, ya que el Cru?lla apuesta por otras actividades: hay arte urbano, danza con los Brodas Bros, una exposici¨®n de fotograf¨ªa destinada a homenajear al desaparecido Xavi Mercader y humor, mucho humor: ¡°El primer a?o con programaci¨®n de comedia ocupamos una carpa para 500 personas, el a?o pasado el espacio albergaba a 3.000 personas, para este disponemos de espacio para 5.000. El humor ya es una parte importante del cartel, y el espacio est¨¢ lleno incluso cuando hay cabezas musicales de cartel actuando¡±, asegura Herreruela. ¡°Adem¨¢s¡±, contin¨²a, ¡°el festival quiere ser un reflejo de la creatividad de la ciudad, y esta es creciente y variada¡±.

Un festival de ciudad para sus ciudadanos, podr¨ªa ser un eslogan del Cru?lla, que de paso, con un 90% de p¨²blico local, evade el principal problema de la sostenibilidad de un festival: los viajes, particularmente los a¨¦reos. En esta l¨ªnea, el festival, con proveedores locales, que no usa vasos de pl¨¢stico desde hace a?os, ha organizado un concurso para buscar soluciones a los problemas ambientales que genera. Y han aparecido ideas de todo tipo, desde cubiertos comestibles a bolsas de k¨¦tchup y aceite hechas con algas, acabando en un sue?o de Herreruela: ¡°Es posible que se pueda hacer vasos con los residuos de la fabricaci¨®n de la cerveza, que una vez utilizados sean compostados en menos de 24 horas en el mismo festival y devueltos como abono para cultivar m¨¢s cebada¡±, aventura. Un sue?o de econom¨ªa sostenible y circular. Varias empresas convocadas para encontrar soluciones que minimicen el impacto ambiental del festival har¨¢n p¨²blicos sus proyectos en el Cru?lla.

Pero aunque con residuos se puedan fabricar sue?os, la m¨²sica importa. Y este a?o hay veteranos de calado como Rub¨¦n Blades y Juan Luis Guerra. ¡°Queremos bailar¡±, insiste Herreruela, ¡°recuerdo que Blades canta en La canci¨®n del fin del mundo que hay que bailar siempre, y lo haremos con dos artistas que no han coincidido en Europa en un mismo acontecimiento¡±. Hay hip-hop el primer d¨ªa (cierre a las 23:00h), el destinado a la chavaler¨ªa, con Tote King, 31 Fam o Rels B entre otros; hay baile el segundo (cierre 00:30h), ampliando miras con Residente, Stay Homas, la m¨²sica urbana de Miss Bolivia y los veteranos Molotov. La traca central llegar¨¢ el viernes, horario completo, todos los escenarios en marcha, con Jack White (rock), Rigoberta Bandini (pop), Sleafor Mods (hip-hop proletario), Hot Chip (baile pop electr¨®nico) y Duran Duran (nostalgia ochentera). El s¨¢bado, am¨¦n de Blades y Guerra, artistas populares como Tanxugueiras, Rozal¨¦n, Queralt Lahoz o Joan Daus¨¤. Lo popular siempre tiene espacio en el Cru?lla: lo que gusta les gusta.

Con estos mimbres, el festival tiene fundadas esperanzas de superar las 73.000 visitas del a?o 2019, situando esta cifra entre 75.000 y 80.000.La cita, que acaba contrato en el F¨®rum este a?o, aspira a revalidarlo por 3 o 4 a?os m¨¢s, como hasta el presente ha ocurrido. ?Y todo el ruido que se ha organizado este a?o con los festivales? ¡°En a?os preelectorales se politiza todo, y de la misma manera que no se puede acabar con todo el tr¨¢fico por las molestias que genera, no podemos prohibir las manifestaciones culturales concurridas¡±, concluye el director del Cru?lla. El mi¨¦rcoles empieza una nueva edici¨®n del festival que ni con la pandemia se detuvo.

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