Rigoberta Bandini: ¡°A veces el personaje me come¡±
La artista catalana habla a tumba abierta del Benidorm Fest, el proceso de composici¨®n de ¡®Ay mam¨¢', la relaci¨®n con su ¡®alter ego¡¯ y su experiencia con el LSD
La dobladora, actriz, directora de teatro y guionista Paula Rib¨® Gonz¨¢lez (Barcelona, 31 a?os) es, tambi¨¦n, Rigoberta Bandini. Una de las grandes protagonistas de 2022 abre la puerta de su casa de Barcelona y se dirige a una mesita pegada a la ventana con dos sillas. En el sal¨®n destacan, adem¨¢s de los juguetes de su hijo, un libro de Sally Rooney, Gente normal, que est¨¢ leyendo entusiasmada y una foto ic¨®nica de Julio Iglesias junto a la televisi¨®n, como si fuese un familiar. A ¨¦l le dedic¨® una canci¨®n titulada directamente Julio Iglesias (¡°soy una truhana, soy una se?ora¡±), y sobre su figura le dijo a la periodista Raquel Pel¨¢ez en este peri¨®dico: ¡°Es muy liberador jugar a ser Julio Iglesias, apoderarme de esos valores que siempre se han considerado masculinos¡±. Su ¨²ltimo ¨¦xito, Ay mam¨¢, puso patas arriba el Benidorm Fest creado para elegir representante espa?ol en Eurovisi¨®n; Rigoberta Bandini qued¨®, sin embargo, segunda por detr¨¢s de Chanel, la artista ganadora que dio la sorpresa al superar a Bandini y las otras favoritas, Tanxugueiras. El 7 de abril sale a la calle V¨¦rtigo (Aguilar), su primer libro, sobre su crisis de los 30 y un desenga?o sentimental que la llev¨® a Estocolmo.
Pregunta. ?Qu¨¦ hizo la noche anterior a la final?
Respuesta. Cenamos tranquilamente en el Hotel Don Pancho. El equipo, mi hijo, sus abuelas. Alrededor ten¨ªamos a bastantes ingleses.
P. ?Tard¨® en dormirse?
R. S¨ª, estaba muy nerviosa. Antes de las semifinales ya era como mi primera vez en el espacio. Nosotros hab¨ªamos hecho un ensayito y al ver las semis de los dem¨¢s¡ ?Buah! ¡°Ma?ana salgo yo, ?sabes?¡±.
P. ?Tambi¨¦n le pasa en los conciertos?
R. No, si la energ¨ªa se me va en un concierto, tengo una hora para arreglarlo. Esto es one shot [un disparo]. Tienes tres minutos para conquistar a Espa?a y una bala.
P. ?Qu¨¦ hicieron antes de salir?
R. Nos abrazamos todos y, aunque no ten¨ªa pensado decir nada, les dije: ¡°No es tan importante¡±. Me sali¨® del alma. Pero era necesario pensarlo: ¡°No es tan importante, tenemos que disfrutarlo porque si no, no vale de nada¡±. Esto tiene sentido en la medida en que lo pasemos bien. As¨ª que no: no es para nada tan importante. Tenemos mogoll¨®n de cosas por el camino; para empezar, una gira incre¨ªble este verano y seguramente muchas experiencias. Esta es una m¨¢s. D¨¦mosle el peso que tiene.
P. Y no fallar.
R. Vas a fallar seguro, siempre falla algo. Yo en la semifinal, al principio de la canci¨®n, me sent¨ªa muy desafinada. No era capaz de afinar bien. Por los nervios y porque me quedaba muy grave, y ven¨ªa de una sinusitis muy heavy.
P. ?Se vio la actuaci¨®n despu¨¦s?
R. S¨ª, y me ray¨¦. Pero le quit¨¦ peso: bueno, nen, no s¨¦, estaba nerviosa. Ya s¨¦ que no desafino en los conciertos, ya s¨¦ que puedo afinar perfecto, pero todo es nuevo.
P. ?Y en la final?
R. En la final se me par¨® el in-ear [pinganillo].
P. ?En medio de la actuaci¨®n?
R. S¨ª, eso fue¡ Por ah¨ª escuchas la base musical y la claqueta para o¨ªr bien, porque al final en el escenario no oyes nada claro. Y se me par¨® justo cuando [canturrea]: ¡°T¨² que amarraste¡¡± y me lo saqu¨¦. Yo pensaba que se notar¨ªa mi cara de p¨¢nico, pero vi la actuaci¨®n despu¨¦s y pens¨¦: ¡°Co?o, qu¨¦ bien he disimulado¡±.
P. Aparece en el escenario con velo blanco y gafas de sol.
R. Le dije al dise?ador Joan Ros [Garrof¨¦] que quer¨ªa un vestuario que me fuera asalvajando. Ir de la castidad a la animalidad; en el futuro me hubiera desnudado del todo al final. La idea de las gafas de sol me la dio Joan en plan broma y dije: ¡°Mencanta. Ostras, s¨ª, s¨ª, s¨ª¡±. Estos detalles son la clave: le sacan peso a la cosa.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Tambi¨¦n pasa en las canciones. Que lo interesante de cualquier discurso es el contraste. Yo te digo una cosa muy importante para los dos, pero te lo digo con sentido del humor y te pongo un ejemplo pat¨¦tico. Ese s¨¢ndwich mixto te va a entrar mucho mejor, porque si no todo es muy intenso, es un co?azo y no entra bien. La tonter¨ªa de las gafas de sol, aparte de una cosa est¨¦tica, te da el toque de que ya empieza la canci¨®n y dices: ¡°Vale, vale¡±. O sea. Es una cosa seria, estamos hablando de las madres, nos podemos emocionar, pero no olvidemos gui?ar a la c¨¢mara. Es un juego de complicidad con el p¨²blico: ¡°Hey, ?sabes? Tambi¨¦n nos vamos a re¨ªr¡±.
Lo interesante de cualquier discurso es el contraste. Yo te digo algo muy importante, pero sentido del humor y un ejemplo pat¨¦tico. Te entra mucho mejor, porque si no todo es muy intenso, es un co?azo y no entra bien
P. La canci¨®n Ay mam¨¢ la empez¨® hace siete a?os.
R. Estaba el mamam¨¢ y hab¨ªa un preestribillo muy diferente. No estaba el [canturrea] ¡°Mam¨¢, mam¨¢, mam¨¢, paremos la ciudad¡±, y la palabra Delacroix no aparec¨ªa.
P. ?Y el principio?
R. [R¨ªe t¨ªmida] El principio era: ¡°T¨² que has sacado por tu co?o mi cabeza¡±. Imag¨ªnate. En ese momento hac¨ªa canciones mucho m¨¢s punkis. Cuando la recuper¨¦, lo primero que pens¨¦ fue: ¡°Si hago esto, no me seleccionan para el Benidorm Fest¡±. Tambi¨¦n pens¨¦: ¡°Estoy en otro momento. No me apetece empezar una canci¨®n as¨ª; me apetece que sea una canci¨®n universal que puedan escuchar los ni?os, las madres y las abuelas, y si sale de inicio la palabra co?o¡¡±.
P. ?C¨®mo segu¨ªa, si se puede saber?
R. ¡°T¨² que has sacado por tu co?o mi cabeza / perd¨®name antes de empezar por ser grosera¡±.
P. ?Qu¨¦ le parece a su madre Ay mam¨¢?
R. La primera maqueta no le gust¨®. A mi madre le cuesta al principio siempre. A partir de la tercera escucha de cada canci¨®n me va diciendo: ¡°Ahora ya s¨ª. Ahora ya voy entrando¡±. Pero entiendo que no le gustara. A m¨ª tampoco. Por eso llegu¨¦ a la maqueta final.
P. Su madre es profesora de m¨²sica. ?Le da ca?a?
R. S¨ª, pero no es muy dura. Cuando a veces algo no le gusta es porque dice que no lo entiende. Como por ejemplo, el mensaje de Perra. Busca unas capas de lectura, unas interpretaciones... ¡°No, mami, es mucho m¨¢s f¨¢cil¡±. Me pasa con m¨¢s gente y empiezo a pensar que es algo generacional. ¡°Aqu¨ª quieres decir que¡¡±. ¡°Quiero decir lo que estoy diciendo, nada m¨¢s. Si digo que me gustar¨ªa ser una perra, es porque me gustar¨ªa ser una perra, dormir, ladrar, comer, no una t¨ªa perra que salga a la calle a hacer el mal¡±.
P. ?Se siente interpelada su madre con la canci¨®n?
R. Totalmente. Por ejemplo, las dos somos bastante malas en la cocina. Pero el caldo es algo que mi abuela hac¨ªa mucho y que mi madre siempre tiene en la nevera. [¡±A ti que tienes siempre caldo en la nevera¡±, canta en Ay mam¨¢].
P. Cuando acaba la final del Benidorm Fest, estallan las redes sociales con el resultado. ?En qu¨¦ momento son conscientes de que se est¨¢ liando fuera?
R. Viendo la que se liaba dentro. Fue muy impactante para m¨ª y dif¨ªcil de gestionar. En la gala hab¨ªa much¨ªsimos eurofans que, cuando gan¨® Chanel, empezaron a corear ¡°Rigoberta, Rigoberta¡±. Por un lado pensaba: ¡°Guau, qu¨¦ fuerte, toda esa gente est¨¢ conmigo¡±, pero a la vez me sab¨ªa muy mal: era muy inc¨®modo. El choque de esos dos mundos fue instant¨¢neo; Twitter estaba all¨ª, en persona, as¨ª que pens¨¦: si estas 500 personas gritan ¡°Rigoberta¡±¡ Y hubieran gritado Tanxugueiras de quedar ellas segundas. Porque el eurofan, que es un p¨²blico muy potente, estaba muy dividido entre Tanxugueiras y nosotras.
P. ?Qu¨¦ hizo?
R. Pens¨¦ que ni Chanel era culpable de esto ni nosotras. Se gener¨® una cosa para m¨ª muy agridulce, pero al salir de all¨ª abrimos una botella de champ¨¢n. Hab¨ªa mucho que celebrar: la canci¨®n hab¨ªa llegado, se hab¨ªa convertido poco a poco en una especie de himno.
P. La fama. ?Hab¨ªa pensado en ella?
R. Nunca a estas dimensiones. Yo siempre dec¨ªa: ¡°Quiero llegar a m¨¢s gente¡±. ?Y lo pensaba cuando trabajaba en el teatro! Pero, ostras, no me imaginaba que estar¨ªamos hablando de tanta gente.
P. ?D¨®nde deja a Rigoberta Bandini cuando usted solo es Paula Rib¨®?
R. Me cuesta reencontrarme con mi entorno. Hay amigas que no veo desde hace tiempo que ya solo me preguntan por Rigoberta, lo cual entiendo perfectamente. En estos momentos existe una dualidad tan fuerte que a mi propia familia les digo: ¡°Vamos a hablar solo de Paula hoy, ?vale?¡±. A veces en casa sentimos que Rigoberta me come. Y es como: ¡°?Hey! Rigoberta, eres maravillosa, pero yo tambi¨¦n existo¡±.
Rigoberta Bandini no bebe nada durante la hora de conversaci¨®n. No se oye a Nico, el ni?o que la artista tuvo con su pareja, el guionista y actor Esteban Navarro, miembro del d¨²o c¨®mico Venga Monjas (¡°Me qued¨¦ embarazada a los seis meses de empezar juntos. Nunca hab¨ªa imaginado vivir a la vez un embarazo y un enamoramiento tan potente de la persona que te ha dejado embarazada. A nivel hormonal es ?buf! Y me podr¨ªa haber salido mal porque podr¨ªa haber sido un gilipollas Esteban, pero me ha salido muy majo [r¨ªe]. Resulta que es muy majo¡±). Joan S¨¢nchez, fot¨®grafo de EL PA?S, encuentra un rinc¨®n de la casa en el que pose Rigoberta Bandini para las im¨¢genes de esta entrevista. La artista coge una guitarra y canta, muy bajito, las primeras estrofas de Ay mam¨¢. ¡°La canci¨®n la saqu¨¦ al teclado, es la primera vez que le entro con guitarra¡±, dice. Se cuela por la ventana la luz del d¨ªa soleado de febrero de Barcelona. El padre de Paula Rib¨® es Pepe Rib¨®, presidente de la Federaci¨®n de Pe?as Madridistas de Catalu?a. Pero Paula no vio el d¨ªa anterior el PSG-Real Madrid de los octavos de final de Champions. ¡°Yo no tengo mucho inter¨¦s en el f¨²tbol, la verdad. Cuando gana el Madrid me alegro por mi padre. Y en un Madrid-Bar?a ir¨¦ con el Madrid. ?Por qu¨¦? Porque si gana el Madrid mi padre ser¨¢ un hombre muy feliz, y yo quiero que mis padres sean felices¡±.
P. Si ser madridista en Barcelona marca, ser el presidente de las pe?as debe ser algo¡
R. A ¨¦l le jode mucho que lo hayan sacado a la luz, y yo le digo: ¡°Papi, si fueras corrupto me dar¨ªa verg¨¹enza, pero que seas madridista, hijo m¨ªo¡¡±. Como todo est¨¢ tan politizado, hasta el f¨²tbol, supongo que le dar¨¢ miedo que me metan a m¨ª en medio. Es un equipo de f¨²tbol. Es como si me dices que te gustaban los macarrones o los espaguetis. No s¨¦, t¨ªos, da igual. A m¨ª no me afecta nada, y la gente a la que le afecte me va a sudar el co?o.
Hay amigas que no veo desde hace tiempo que s¨®lo me preguntan por Rigoberta. A mi propia familia le digo: ¡°Vamos a hablar s¨®lo de Paula hoy, ?vale?¡±. A veces en casa sentimos que Rigoberta me come.
P. Cree en Dios.
R. Creo en Dios porque yo creo en muchas cosas que me conectan con algo m¨¢s grande. Me molesta que haya gente, sobre todo en la derecha, que se quiera apropiar de lo m¨¢s poderoso del mundo, que es Dios, y que para m¨ª tiene much¨ªsimo que ver con la libertad y con la expresi¨®n y con la verdad y para nada con la castraci¨®n, el juicio y la represi¨®n. Yo digo: ¡°No, no os vais a quedar a Dios¡±. Dios es nuestro. Dios es de la gente que comparte, que ama, que crea.
P. A prop¨®sito de su tema Too many drugs (¡°and I love drugs / and I love esp¨ªritu¡±) ha hablado en alguna ocasi¨®n de la cercan¨ªa espiritual con Dios que experiment¨® mediante el consumo de drogas. Imagino que se refiere al LSD.
R. S¨ª.
P. ?Y es con esa relaci¨®n con las drogas cuando empieza a creer en Dios?
R. No [r¨ªe].
P. ?C¨®mo empieza?
R. Mi relaci¨®n con Dios es muy curiosa. Yo fui a un colegio religioso. Y estaba muy obsesionada con la figura de Jes¨²s [una de las canciones de Bandini es Que Cristo baje y canta: ¡°Quiero que Cristo baje a ense?arme a rezar / que me acompa?e en este viaje semiastral / pillarnos juntos un billete a las Bahamas¡±]. Me sent¨ªa muy conectada a ¨¦l. Hubo algo que descubr¨ª en ese momento que me interes¨®, pero no era consciente. En la adolescencia mi rechazo hacia todo eso fue absoluto. Pero hubo algo que qued¨® ah¨ª medio colocado¡
P. ?Qu¨¦ pas¨®?
R. Ya en la edad adulta, al escribir sent¨ªa que conectaba con algo. Cada vez que empezaba un proceso creativo ¡ªya fuera una obra de teatro, unos poemitas, o una canci¨®n¡ª sent¨ªa que eso ya exist¨ªa y que yo solo lo estaba transformando en otra cosa, como una especie de interconexi¨®n entre nosotros y una arteria universal m¨¢s grande que a trav¨¦s del arte me hac¨ªa entenderlo. Yo no he tenido muchas experiencias con el ¨¢cido, pero una de las que tuve fue muy reveladora. Conect¨¦ con cosas muy importantes, incluso despu¨¦s de ese viaje cambi¨¦. O sea, soy otra persona.
P. ?Cuando sali¨® del viaje o durante?
R. Cuando sal¨ª. Fue como entenderlo todo. Me conect¨® con algo tan poderoso y tan heavy que si estuvi¨¦ramos en esa pantalla, nada tendr¨ªa sentido. Ostras, como herramienta una vez en la vida, o dos, me parece muy potente. Hablo de mi experiencia. Hay gente con otras diferentes, y peores. Yo no hago apolog¨ªa de esto. Cuento lo que me pas¨® a m¨ª.
P. ?Cu¨¢nto dur¨® el efecto de ese ¨¢cido?
R. 12 horas.
P. ?D¨®nde lo tom¨®?
R. En una casa de la monta?a, aqu¨ª en Catalu?a. Puse mucha m¨²sica, mucho Beatles, por ejemplo. Fue con una amiga. Las dos ah¨ª en el jard¨ªn. A veces habl¨¢bamos, a veces no¡ Viaj¨¢bamos todo el rato. Me gusta hacerlo como ritual, no me meter¨ªa nunca un ¨¢cido en una discoteca. Creo que ah¨ª s¨ª se te puede chalar la cabeza.
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