La jueza da luz verde a la eutanasia solicitada por un preso porque es un ¡°derecho fundamental¡±

Marin Eugen Sabau, un preso preventivo que sufri¨® una lesi¨®n medular tras protagonizar un tiroteo en Tarragona en diciembre, podr¨¢ seguir adelante con la eutanasia. La titular del Juzgado de Instrucci¨®n 5 de Tarragona, S¨°nia Zapater, ha decidido que no debe interrumpirse el proceso iniciado por el conocido como el pistolero de Tarragona, seg¨²n un auto judicial al que ha accedido EL PA?S. La acusaci¨®n -que ejercen la Fiscal¨ªa y los heridos durante el incidente- hab¨ªan pedido detener la eutanasia para que se haga justicia. Pero la jueza lo rechaza porque prevalece el ¡°derecho fundamental¡± a la libertad y a decidir sobre la vida y la muerte y porque la Ley de la Eutanasia no prev¨¦ en ning¨²n caso la intervenci¨®n de los jueces. En paralelo, la magistrada ha accedido a la petici¨®n de Sabau de declarar como investigado. Lo har¨¢ el pr¨®ximo lunes.

Sabau, de 46 a?os, permanece en prisi¨®n provisional desde el pasado diciembre por un tiroteo que dej¨® cuatro heridos. El hombre hab¨ªa trabajado como vigilante en Securitas y quer¨ªa vengarse por el ¡°infierno¡± al que, supuestamente, le hab¨ªan sometido sus jefes. Anunci¨® sus intenciones horas antes en diversos correos electr¨®nicos: ¡°Voy a ¡®vacunar¡¯ a los jefes de Securitas¡±, dijo. El 14 de diciembre, accedi¨® a las oficinas de Tarragona disfrazado con una peluca, sac¨® un arma larga y, tras una breve charla, empez¨® a disparar. Fueron cinco minutos de horror que EL PA?S reconstruy¨® con las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad. Tres empleados resultaron heridos graves. Despu¨¦s se dio a la fuga en coche; perseguido, dispar¨® a un mosso al que hiri¨® en un brazo. Luego se atrincher¨® en una mas¨ªa abandonada en Riudoms. Fue rodeado. Los agentes intentaron negociar con ¨¦l en vano. Ya lo hab¨ªa advertido: ¡°Si me acorrala la polic¨ªa, la cosa acabar¨¢ mal, no me van a pillar vivo. Me pegar¨¦ un tiro en la cabeza¡±. Dispar¨® contra los agentes, que respondieron. Qued¨® en estado cr¨ªtico.

El hospital penitenciario de Terrassa (Barcelona) ha acogido desde entonces al pistolero a la espera de juicio. Est¨¢ investigado por tentativa de homicidio, atentado a la autoridad y tenencia il¨ªcita de armas. Sabau solicit¨® que se administrase la eutanasia. El 16 de junio, el director del hospital remiti¨® un escrito al juzgado para informar de que se hab¨ªa accedido a la petici¨®n de iniciar el proceso al amparo de la Ley Org¨¢nica aprobada el pasado marzo. Seg¨²n dictamin¨® el equipo m¨¦dico, el hombre ¡°re¨²ne en inicio los requisitos para someterse a dicho proceso¡±, se?ala el auto. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, el abogado del mosso herido pidi¨® que se paralizase el proceso porque hab¨ªa un proceso judicial en marcha y hab¨ªa que dar respuesta a las v¨ªctimas. La Fiscal¨ªa se adhiri¨® a la petici¨®n, que ahora ha sido rechazada.

En una decisi¨®n sin precedentes, la jueza ha dictaminado que ¡°no procede acordar el cese o la interrupci¨®n¡± del proceso iniciado por Sabau. Es decir, que la eutanasia debe seguir adelante. El argumento principal de un auto sin precedentes es, precisamente, que nada puede decir el juez sobre esta materia, porque la Ley de Eutanasia ¡°no le atribuye competencia alguna para decidir acerca del proceso de eutanasia¡±. Esa decisi¨®n, seg¨²n la normativa, corresponde a los m¨¦dicos responsables y a la verificaci¨®n llevada a cabo por la Comisi¨®n de Garant¨ªa y Evaluaci¨®n. ¡°No existe ninguna previsi¨®n legal que permita que un juez pueda interferir en un proceso que viene espec¨ªficamente regulado en una ley org¨¢nica en cuanto que afecta a derechos fundamentales¡±, subraya.

Un derecho fundamental

El texto afirma que ni la Fiscal¨ªa ni la acusaci¨®n de los Mossos ¡°exponen claramente cu¨¢l ser¨ªa el amparo normativo a la decisi¨®n que solicitan¡±, es decir, interrumpir el proceso de eutanasia para que la causa penal contra Sabau siga adelante. Tampoco existe riesgo de fuga, dice la juez, porque queda neutralizado con su fallecimiento, con lo que decae el otro gran argumento de las acusaciones.

La jueza asegura que existe una colisi¨®n de derechos, pero no una ¡°colisi¨®n de derechos fundamentales¡±, puesto que el derecho a la integridad f¨ªsica y moral, a la dignidad y a la libertad est¨¢n por encima del derecho a la tutela judicial efectiva, que ampara, entre otros, a las v¨ªctimas. No son, insiste, derechos comparables. El derecho a decidir sobre la propia muerte ¡°tiene priodidad por su proximidad al n¨²cleo de la vida¡±. Y no puede hacerse distinciones ¡°subjetivas¡± por la ¡°trayectoria vital¡± que solicita la medida. En el caso de Sabau, concluye, se ha garantizado ¡°el derecho de las v¨ªctimas a un juicio justo¡±, que ¡°en modo alguno debe interpretarse como un derecho al castigo¡±.

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