La ¨²ltima generaci¨®n de pastores catalanes
Nereida Segovia y Eric Gasp¨¤ tienen un reba?o de 200 ovejas y, con poco menos de 30 a?os, son de los pocos j¨®venes que ejercen como pastores en Catalu?a
Nereida Segovia tiene 27 a?os, y su pareja, Eric Gasp¨¤, 26. Hace cuatro a?os decidieron dejarlo todo y mudarse al campo para dedicarse a la cr¨ªa de ovejas, un oficio en declive. En tan solo 10 a?os, las explotaciones ganaderas en Catalu?a se redujeron a la mitad, seg¨²n datos del Instituto Estad¨ªstico de Catalu?a. No es casualidad, por tanto, que Nereida y Eric sean los ¨²nicos j¨®venes que conocen que trabajen de ello. ¡°No hay gente joven que se ...
Nereida Segovia tiene 27 a?os, y su pareja, Eric Gasp¨¤, 26. Hace cuatro a?os decidieron dejarlo todo y mudarse al campo para dedicarse a la cr¨ªa de ovejas, un oficio en declive. En tan solo 10 a?os, las explotaciones ganaderas en Catalu?a se redujeron a la mitad, seg¨²n datos del Instituto Estad¨ªstico de Catalu?a. No es casualidad, por tanto, que Nereida y Eric sean los ¨²nicos j¨®venes que conocen que trabajen de ello. ¡°No hay gente joven que se dedique a la ganader¨ªa, es un oficio muy sacrificado y tienes que renunciar a muchas cosas. Hasta a los fines de semana y las vacaciones¡±, dice Eric.
Su d¨ªa empieza a las cinco de la ma?ana. Se levanta, saca las ovejas a pastar, y a las siete vuelve a casa a desayunar. A las ocho va a la granja de cerdos donde trabaja para poder llevar un poco m¨¢s de dinero a casa y, antes de ir a otra granja de cerdos, echa un vistazo al reba?o. Cuando ya ha acabado, se queda con sus 200 ovejas hasta el mediod¨ªa, cuando por fin las cierran bajo un cercado para protegerlas del calor. ¡°Lo ideal ser¨ªa estar todo el d¨ªa vigil¨¢ndolas, pero todav¨ªa no nos da suficiente dinero y hemos buscado otros empleos¡±, explica Nereida, que cuando no trabaja en el casal de verano de Tor¨¤ (Segarra), ayuda a Eric en lo que puede.
Todo empez¨® con cinco ovejas. Cuando se conocieron, hace cinco a?os, Eric trabajaba de camarero en Espot, y Nereida estudiaba ganader¨ªa en Mollerussa. Por aquel entonces, Eric no ten¨ªa ni una decena de ovejas, pero el reba?o creci¨® de tal manera que decidieron legalizarlo e intentar dedicarse a ello. ¡°Compramos 400 ovejas, pero al poco murieron la mitad. Fuimos de listillos y no nos dimos cuenta de que la mayor¨ªa ya eran muy viejas¡±, cuenta Nereida. La pareja asegura que ¡°si te viene de familia, todo es mucho m¨¢s f¨¢cil¡±, pero ellos no contaban con ninguna herencia, ni tampoco con nadie que les echara una mano. Ahora tienen un reba?o de casi 200 ovejas que, sin embargo, no es suficiente para salir adelante: ¡°Antes con un reba?o como el nuestro viv¨ªan perfectamente, ahora tienes que tener m¨ªnimo 800 o 1000 ovejas¡±. Es por ello por lo que, ambos, tienen otros trabajos que van combinando con el de pastor.
El pastoreo de las ovejas y las cabras ayuda a la limpieza de campos que, a su vez, evita parte de los incendios forestales.
Tampoco fue f¨¢cil para Nereida y Eric encontrar un lugar para sus ovejas, y otro donde ellos vivir. ¡°Las ovejas necesitan un espacio d¨®nde pastar libremente, y resulta que casi todos los bosques de Catalu?a se gestionan fatal. Los propietarios e incluso la administraci¨®n no dejan entrar a tus animales, cuando en realidad es beneficioso para sus tierras¡±, dicen. Entre los m¨²ltiples beneficios, el pastoreo de las ovejas y las cabras ayuda a la limpieza de campos que, a su vez, evita parte de los incendios forestales. As¨ª pues, tras varias disputas con los propietarios de su antiguo pueblo, actualmente tienen sus ovejas en una mas¨ªa de Ard¨¨vol (Solson¨¨s) y viven en Tor¨¤ (Segarra), a tan solo 20 minutos en coche. Lo ideal ser¨ªa vivir m¨¢s cerca de la mas¨ªa, pero por ahora no han encontrado ninguna casa en alquiler.
En Catalu?a, unos 200 municipios corren el riesgo de desaparecer por falta de habitantes, constata un estudio de la Universidad de Lleida. Este despoblamiento, concentrado en zonas rurales, ha hecho disminuir la actividad agr¨ªcola y ganadera, y tambi¨¦n la presencia de gente joven en el sector, que cada vez m¨¢s emigra hacia las grandes ciudades. ¡°La media de edad de los ganaderos que conocemos no baja de los 50 a?os, y la ¨²nica chica joven que se dedicaba a las ovejas al final lo ha dejado¡±, explica la pareja.
¡°Si le cont¨¢ramos a un pastor que hacemos fiesta los domingos, nos dir¨ªa que estamos locos. Pero necesitamos descansar¡±
A pesar de lo satisfactorio que es para Nereida y Eric su trabajo, la oveja es el ganado m¨¢s sacrificado de todos. ¡°Es un oficio muy esclavo, que no entiende de Navidades, vacaciones, ni siquiera de horarios. Sabes que empiezas a las cinco de la ma?ana, pero no sabes cuando acabas¡±, confiesa Eric. Sin embargo, los tiempos han cambiado, y la pareja dice no estar dispuesta a dar su vida por el trabajo, como se hac¨ªa antes: ¡°Si le cont¨¢ramos a un pastor que hacemos fiesta los domingos, nos dir¨ªa que estamos locos. Pero a nosotros nos va bien as¨ª, y tambi¨¦n necesitamos descansar¡±. Asimismo, se permiten el lujo de tener dos o tres d¨ªas de vacaciones al a?o, algo impensable para un pastor m¨¢s conservador.
El sector de la ganader¨ªa lleva a?os pidiendo ayuda. ¡°La gente est¨¢ quemada y por eso ya nadie quiere dedicarse. Y si se dedican, lo acaban dejando¡±, denuncia Nereida. Sin ir m¨¢s lejos, la pareja lleva dos a?os esperando las ayudas que les prometieron, que aun as¨ª ser¨¢n insuficientes para compensar todo lo invertido. ¡°Si las tierras y el reba?o nos vinieran de familia, no habr¨ªa ning¨²n problema. Lo malo es que tenemos que pagar los cr¨¦ditos que nos dio el banco y las facturas que nos llegan cada mes¡±, explican. Ante este panorama, el Departamento de Acci¨®n Clim¨¢tica, Alimentaci¨®n y Agenda Rural ha impulsado un nuevo plan estrat¨¦gico para ayudar a los j¨®venes ganaderos sin herencia rural, en el que se incluye el traspaso de tierras no gestionadas y m¨¢s ayudas econ¨®micas para estos nuevos pastores.
En noviembre har¨¢ un a?o que Nereida y Eric se trasladaron a Tor¨¤, y su intenci¨®n es quedarse all¨ª por mucho m¨¢s tiempo. Nereida est¨¢ acabando el ciclo de educaci¨®n infantil y espera encontrar trabajo en una guarder¨ªa, que combinar¨¢ con el de pastora. Mientras tanto, Eric continuar¨¢ cuidando del reba?o, y trabajar¨¢ para hacerlo crecer. Eso s¨ª, no quieren hacerlo solos, y conf¨ªan en que m¨¢s gente joven se vaya incorporando al sector y no ser ellos ¡°los ¨²nicos locos¡±.
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